Inefable

La cocina

Lia salió de la sala común y se dirigió al patio donde probablemente se encontraría el chico con el que quería hablar, bajo las escalera rápidamente y cruzó todos los pasillos hasta que llegó a donde estaba él.

—¡Fred!

Fred volteó rápidamente dejando que caiga sobre sus pies algo parecido a un fuego artificial

—¿Pasó algo? —preguntó preocupado acercándose dónde estaba la chica
—Oh no —negó rápidamente con una sonrisa
—Cuidado Freddy —dijo George acercándose a donde se encontraban ambos chicos
—Hola George —Lo saludó Lia— yo... Fred venía a preguntarte...
—Si quieren me voy —dijo George riendo

Fred estaba tenso, acaso Lia le iba a pedir algo..., Fred ahora no se daba cuenta de que era lo que decía aquella chica, él estaba recapitulando todo lo que había dicho y lo que podría pasar

—No, puedes quedarte si quieres
—¿Segura? —preguntó George entrecerrando los ojos confundido
—Si, así tú también puedes unirte

George soltó una risa nerviosa

—¿Qué? ¿De verdad? ¿Hablas en serio? —preguntó sorprendido y miro a su hermano el cual seguía con la mirada perdida en aquella chica
—Bueno... solo si deseas

En aquel momento ambos gemelos se miraron asombrados y aquella chica solo los miro extrañada

—Entonces... ¿Quieren formar parte de la Plataforma Elfica de Defensa de los Derechos Obreros?

Ambos gemelos se sorprendieron aún más

-¿QUÉ? —preguntaron ambos desorientados
—Ehm, se encarga de... ¡Ay! —exclamo desanimada— Lo dice su nombre —agregó sonriendo exhausta
—Si, si... la plataforma —dijo Fred quien no había hablado hasta entonces y George soltó una leve risa nerviosa
—¿Entonces...?

Ambos gemelos se miraron preocupados y Fred le dio una leve golpiza con el codo a George tratando de decir que hablara él a lo qué el otro gemelo le dio una mirada de "no, yo no"

—Bueno... —susurro Fred sobándose la cabeza
—¿No quieren? Solo díganlo no me voy a enojar
—Bueno es más complicado —dijo Fred
—¿Qué sucede? —preguntó intrigada
—Lia ellos son felices en lo que hacen —intervino George
—Si ya lo sé pero es porque hicieron que sintieran que eso era lo que los hacía feliz
—Si ellos fueran libres podrían hasta morir —agregó Fred

Fred estaba siendo más cordial y comprensivo con aquella chica mas que con cualquier otra persona, ya que él sabía que si se lo hubiese preguntado cualquier otra persona hubiese dicho no y ya, pero ella no era "otra persona"

—Pero... —insistió Lia
—En las cocinas ellos son felices, los hemos visto —intervino Fred inmediatamente
—Fueron a la...
—Sí, ya sabes cuando teníamos hambre y así —dijo George dándole una sonrisa a Lia
—Vamos —sugirió Fred
—¿Qué? —preguntó con confusión
—A las cocinas, te puedo llevar
—Está bien, vamos —respondió segura y con una sonrisa oculta, claro que quería ver a los elfos
—¿Vienés Georgie? —pregunto Fred
—No em... vallan ustedes —respondió sonriéndole a Fred discretamente

Ambos chicos empezaron a caminar y dirigirse a las cocinas

—¿Y como es que se entra Fred?- pregunte sonriendo y él me devolvió la sonrisa
—Bueno tienes que hacerle cosquillas a un cuadro y ya, solo tienes que saber dónde

La cocina y su paradero, Sirius había hablado sobre eso pero creo que no preste mucha atención

—¿Dónde? —pregunte riendo
—Tienes que hacerle cosquillas a la pera —repitió y reí
—¿Como lo descubrieron?
—Pues... —empezó a reír— haciéndole cosquillas a la pera

Ambos reímos de eso

—¿Entonces ustedes van por ahí haciéndole cosquillas a las peras de los cuadros? —pregunte riendo
—Algo así —respondió Fred riendo igual que yo

Empezamos a ver a los cuadros y comencé a preguntarle si le habían hecho cosquillas a ese a lo cual él respondía que si y que a aquel otro lo voltearon de cabeza, todo fue así hasta al fin llegar a la entrada de la cocina

—Me hace el honor —dijo Fred asiendo una reverencia

Reí y empecé a hacerle cosquillas a la pera la cual reía como hace momentos reíamos yo y Fred y de la nada apareció una manija

—¡Ah! —exclamé sorprendida —Wow

Fred solo miraba la emoción de Lia la cual le provocaba una enorme felicidad que no podía explicar

—Después de usted —dijo Fred tirando de la manija

Cruce aquel cuadro y estaba adentro de un lugar como el gran comedor pero con todos los utensilios para lo que sería una cocina, encimeras a los lados, ollas y sartenes y una chimenea y muchos elfos.

Fred estaba parado atrás de la chica a la probablemente le llevaba más de una cabeza de diferencia viendo cómo miraba cada lado de aquel lugar

—Joven Weasley —exclamó un pequeño elfo de ojos verdes

Baje la mirada y le sonreí saludándolo con la mano, los elfos eran muy agradables

—Hola Dobby —Lo saludó Fred muy cordial —ella es Lia, es amiga de Harry y hija de Sirius

Aquel elfo abrió los ojos más grande lo que ya eran y se tapó la boca muy sorprendido pero rápidamente se quitó la mano de la boca y sonrió nervioso

—Los amigos de Harry Potter son mis amigos —dijo con una sonrisa muy amable
—Oh muchas gracias señor
—¿Señor?... —preguntó el elfo que parecía que iba a llorar pero fue interrumpido por un sonido de golpe

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—¡Ahhh! —Se sorprendió el elfo— ¡Winky!

¡Winky! Ella debía ser la elfina de la que me contó Hermione

Fred, Dobby y yo fuimos corriendo a donde ahora estaba una elfina tirada en el piso