Inefable

El lago

Los días siguientes fueron los más normales que se podían.

Era casi de noche aunque aún se veía el atardecer, yo volvía al castillo después de mi visita a Berlín y Hagrid

—Black, sabía que estabas por aquí —dijo Fred sonriéndome, venía de el lago algo nervioso

—Hola Freddie —saludé moviendo mis manos también

—Hola Lia —dijo sin poder evitar sonreír

—¿Qué hacías por el lago? —le pregunte amable mirándolo con curiosidad

—Es sorpresa —respondió sonriendo

—¿Qué, para quien? —pregunte más curiosa tratando de ver que había o quien estaba por ahí

—Para Hagrid —respondió moviéndose a la par mía para que no vea nada tapando el lago con su cuerpo

—¡Oye! No me dejas ver —me queje indignada, yo era de suma confianza

—Black es una sorpresa

—No le diré a Hagrid, lo prometo —le dije y Fred comenzó a reír

—No es para Hagrid es para ti, ay Black... ven, vamos ahí ¿si? —preguntó tomando mi mano

—Bueno... si quieres que Filch nos castigue si llegamos tarde

—¿Acaso no me conoces? —preguntó con una sonrisa ladina— Evadir a Filch es una de mis especialidades

—¡Ay por Merlin como pude olvidarlo! —exagere mi respuesta burlonamente

Entonces Fred y yo nos dirigimos al lago, caminaba con curiosidad viendo a cada lugar por el que pasábamos esperando encontrar alguna pista, aunque para mí mala suerte no vi nada.

—¿Qué tipo de sorpresa hay en el lago? —pregunté algo desconfiada, por si había hecho alguna broma y alguien había terminado mal

—¿Qué Black, vas a empezar con tus perverciones? —dijo sonriendo

—Ay cállate —lo empuje un poco, riendo— ¿Qué has hecho? ¿Has ahogado a un niño? —pregunte haciendo una parodia de sorpresa exagerada

—Black yo soy un ángel, como te imaginas esas cosas... en esa pequeña cabecita —dijo sonriendo y me encogí de hombros

—Black cierra los ojos —pidió y reí divertida por su acción

—Ay que tonto —susurre sonriendo

—Black —me regañó con una sonrisa nerviosa

—Está bien... —acepte riendo y cerrando los ojos y Fred de igual forma me tapo los ojos con sus manos— igual me estás tapando los ojos —me queje pero solo escuche su risa

Caminamos unos cuantos metros más y Fred gracias a Merlin a Fred no se le ocurrió hacerme algunas de sus bromas.

—Llegamos... espera, aquí estas bien —dijo pocisionandome correctamente y quitando sus manos de mis ojos— abre tus ojos Black

—Jajaja ¿Pero que rayos es eso? —pregunte al ver unas rosas

—¡Black!

—Lo siento, solo está muy hermoso

—Si no te gusta...

—Me encanta Fred —intervine esta vez mirándolo afectuosamente

—Y tú me encantas a mi... —dijo mirándome fijamente y luego sonrió— bueno mira —agregó y del lago salieron chispas de agua

—¿Y eso? —pregunte un poco asustada, pero en cuanto me di cuenta que no era nada malo sonreí— ¡Que bonito! —exclamé emocionada

—Black... —susurró esta vez tragando fuerte