Clase de Adivinación con Firenze

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Durante todos los días transcurridos Lia no había ido ningún solo día donde Snape a practicar o a leer, debido a que el tiempo libre que Snape podía tener se lo tenía que dar a Harry aunque a ambos les disgustara. Lia había elaborado muchas pociones pero solo las podía entregar y hacer ver en las clases, normalmente ella elaboraba pociones más fuertes cuando iba con Snape. Ahora seguía con sus pociones normales y algunas veces unas más fuertes solo que sufría más daños al no tener a alguien que le avisara que se olvidaba de colocar la protección o muchas más cosas. Se formaba un gran dilema ya que Harry odiaba las clases particulares con Snape y eso era mutuo, en cambio Lia disfrutaba mucho de las clases particulares que ella sola se había impuesto con Snape y también era mutuo

—Pues yo si quisiera, aparte íbamos a competir para ver quien hacía una poción mejor que el otro
—¡¿Y eso debe ser bonito?! Que terror Lia, Merlin me libre de hacer pociones fuera del curso de pociones —decía Ron
—Yo creo que van muy bien, avanzar así es bueno más para Lois a ella le gusta y por mi está bien aunque ahora por si sola también lo ha hecho muy bien y no es de sorprenderse ella ya era muy buena
—Si y sin Snape, para mi sería una tortura ir a esas clases no me imagino pasar mas tiempo con Snape del que ya tenemos que pasar, pobre de Harry
—Pues no, pobre no, le están enseñando a dejar de tener esas visiones que claramente lo pueden o lo van a perjudicar así que...

Hermione se había detenido debido a un grito, los tres corriendo fuimos al lugar de donde provenían unos sollozos y gritos, al llegar vimos a Umbridge y Trelawney que tenía unas valijas al lado. Al parecer no habíamos sido los primeros en escuchar los gritos ni en acudir al lugar ya que habían muchos alumnos presenciando la escena. No pasó mucho para que los tres entendiéramos que ocurría ya que Trelawney pedía con sollozos ocultos que no la echarán y empezó a decir muchas cosas las cuales tocaron el corazón de muchos alumnos ya que Lavender y Parvati tenían lágrimas en el rostro

—¿Nos haría el favor de retirarse ya? Está molestando a todos aquí —dijo Umbridge frívolamente con un toque de satisfacción y alegría viendo a Trelawney que ahora estaba llorando desconsoladamente y a Umbridge solo se le veía una sutil sonrisa en el rostro

Este caso solo se vio resuelto cuando Dumbledore llegó luego de que McGonagall fuera a ayudar a Trelawney, tal como dijo Dumbledore, Umbridge podía despedir a Trelawney pero no podía echarla del castillo, por lo que Dumbledore como director hizo que Trelawney volviera a entrar al castillo con la ayuda de McGonagall y a esta se le unieron la profesora Sprout y el profesor Flitwick.

Ahora la conversación estaba siendo entre Dumbledore y Umbridge, ambos hablando del nuevo profesor de adivinación que gracias a Merlin lo había escogido Dumbledore

—Qué bueno que justo esté aquí, si deseas ahora mismo té lo presentaré —dijo Dumbledore y todos sin excepciones vimos hacia dentro del castillo justo por la puerta por la que Dumbledore había salido.

De aquel lugar salió un bello centauro, mitad hombre mitad caballo. Su cabello era extremadamente rubio lo cual hizo sonreír a Lia quien pensaba que aquel centauro tenía el cabello idéntico al de Draco. Umbridge soltó un débil gritito y se la veía muy asustada y tenía un gesto al parecer algo asqueada, esto fue totalmente ignorado por Dumbledore y también el centauro

—Les presento a Firenze —dijo Dumbledore con una gran sonrisa aunque el centauro se veía muy serio

Esto no duró mucho ya que Umbridge parecía querer huir del lugar lo cual logró luego unos pocos minutos y Dumbledore no se quedó ni un segundo más al igual que Firenze. Todo ese día no era sorpresa de que solo se hablara de las nuevas clases de Adivinación y de los dos profesores, tanto la antigua como el nuevo aquello duro casi dos días en los que Harry nos empezaba a contar lo que había ocurrido en sus clases con Snape las cual aún no nos había contado debido a el escándalo de Umbridge y Trelawney

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