Inefable

Olvidados

Ambos estábamos confundidos por lo que empezamos a buscar a todos

—¡Remus! —grite mientras buscábamos algún signo de vida
—¿Por qué dices Remus primero?
—¡Porque quiero! ¡REMUS, REMUS, REMUS!
—¡Ya Lia, Georgie!
—¿Por qué no hacen bulla algo paso? —pregunte mientras bajábamos hacia la cocina
—¡No hay nadie! —dijo Fred mientras yo lo miraba como "no me di cuenta" con obvio sarcasmo— valga la redundancia —añadió riendo al darse cuenta
—Fred ¡No hay nadie! ¡Nos han dejado! ¡Me han dejado! ¡Yo me levante temprano! —me queje mientras lo empujaba
—Mira, nuestras valijas no estaban arriba seguro creían que ya habíamos ido con otro grupo
—Vamos a perder el tren —susurre asustada
—No, vamos hay que seguirlos
—Pero no sabemos donde están
—Los encontraremos
—No creo —dije sentándome en las escaleras rendida
—¿Tú no conoces más o menos como por donde queda? seguro recién salieron —dijo mientras jalaba mi mano para que me levantará
—Uhmm sí..., una vez vine de King's Cross hacia aquí con Remus en esas cosas, taxis
—Bueno vamos en eso entonces
—Pero...
—¡Podemos ganarles! —exclamó sonriendo y hizo que yo también sonriera
—Vamos pues —dije levantándome emocionada
—Espera, iré por algo que dejé arriba

—Corre —dije mientras ambos subíamos al vestíbulo, yo me dirigía hacia la puerta para salir mientras Fred seguía subiendo hacia la tercera planta supongo

Al salir de la casa y cruzar la puerta vi hacia arriba, el cielo el cual estaba muy hermoso, dirigí mi mirada hacia una señora quien estaba cruzando la calle paseando a su perrito y imaginé a Sirius quien seguro estaba muy feliz de haber salido de la casa

—Ya está —dijo Fred atrás mío— vámonos —añadió sonriendo
—Yo no voy a frenar el carro, los muggles no me quieren —dije y Fred rio a lo bajo
—Bueno yo lo hago
—Mi... bolso..., aquí...
—Aquí tengo dinero muggle —intervino Fred mostrándome dinero muggle y impidiendo que yo buscara el dinero y antes que dijera algo fue donde un carro y lo detuvo; el muggle que lo manejaba se veía muy feliz, al parecer Fred era amado por los muggles

Muggles, brujos y magos

—Listo, ya le di el dinero, dice que llegaremos en siete a ocho minutos ya que no hay tráfico
—Bueno —dije sonriendo mientras Fred exageradamente abría la puerta del carro con una reverencia muy parodiada haciendo ademán para que entrara al carro— ay tonto —reí mirándolo
—Súbase, mi amaba damisela en apuros
—Por tu culpa, queridísimo caballero —dije mientras ambos reíamos

Ambos entramos al auto mientras veíamos los lugares por los que pasábamos

—¡Mira! —dije bajando la ventana por la que Fred estaba sentado y ambos miramos por la ventana casi sacando nuestras cabezas, yo casi tenía que estar empujando a Fred para poder ver bien afuera de la ventana— ¡¡¡Hola!!! —grite sonriendo
—¿¡Qué tal la caminata!? —pregunto Fred muy burlón viendo a George, Ginny y Remus. Estaban caminando algo aburridos por la calle en la que pasábamos, ellos quienes al vernos se quedaron boquiabiertos sorprendidos y muy confundidos
—¡Nos vemos! —añadí ya que el carro aceleraba
—¡No tarden, no queremos esperarlos mucho! ¡Aceleren el paso, esfuércense un poco vagos! —grito Fred riendo mientras yo me sentaba correctamente para reírme sin que me vean, ya que no quería que piensen que lo hacíamos con maldad como Fred daba a entender

Tuve que evitar que Fred saludara al señor Weasley, Ron y Hermione ya que seguro nos echaban una maldición o algo así.
Ambos nos la pasamos riendo en el recorrido hasta que llegamos a la estación King's Cross, donde al bajar Fred se despidió muy amable al igual que yo del amable conductor y al bajar nos llevamos una sorpresa al ver a Molly, Harry y Sirius quien seguía como un perro negro aunque al verme pude sentir su mirada de orgullo de que no respetara el protocolo de seguridad aunque no era mi culpa era la de Fred, la señora Molly por su parte estaba como si hubiese visto a los dementores y Harry reprimía su risa