#𝐇𝐄𝐋𝐋𝐄𝐕𝐀𝐓𝐎𝐑¡! - 𝐍𝐂𝐓

#𝐂𝐈𝐍𝐂𝐎

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La víctima reposaba en su habitación dentro del hospital más grande de Seúl. La operación que le realizaron para cerrar la herida más grande y profunda en el cuello fue exitosa pero le dejó una notable cicatriz en la piel. La buena noticia es que ella sobreviviría y pronto la darían de alta.

No recordaba nada esencial sobre lo que había pasado debido a un fuerte golpe en la cabeza que había sufrido durante el ataque.

Donghyuck veía como descansaba la chica con todos los aparatos conectados a su frágil cuerpo. Deseaba con cada una de las células de su cuerpo atrapar a el culpable de esto y hacerlo pagar por lo que había hecho, las vidas que ha tomado, todo. Pero era un callejón sin salida, un caso sin pistas.

Salió de la habitación en busca de aire fresco y fumar un cigarrillo, que de vez en cuando tomaba cuando estaba estresado.

Su celular empezó a emitir un sonido cuando estaba por encender el cigarrillo. Bufó y lo guardó en su bolsillo nuevamente al mismo tiempo que sacaba su celular. Se reproducía un video cortado por la mala señal.

Pasaron pocos segundos cuando la imagen volvió a ser normal.

Un chico con una máscara en el centro de un cuarto completamente oscuro. El chico paso algo de tiempo mirando fijamente a la pantalla, Donghyuck sintió un escalofrío al sentir una picosa mirada quemarlo a través de la máscara blanca.

Sus manos estaban manchadas con sangre y se asomaba un cuchillo por su bolsillo derecho.

Si ponías atención, lograbas escuchar sollozos de mujeres, gritos ahogados o suplicas de ayuda.

—Buenas tardes habitantes de Seúl —tenía una voz rara gracias a un filtro de voz—. Soy JM.Zero y no creo tener que dar explicaciones de lo que me dedico. Ya todos en la ciudad me conocen por mi trabajo —terminó esa frase dando una carcajada sonora—. Nadie está seguro en ningún lado, todos corren peligro. La noche es mi mejor aliada, si deciden tomar un paseo, es bajo su propia responsabilidad —"JM.Zero" miró su reloj detenidamente y se carcajeo una vez más—. La última vez que intenté hacerle daño a alguien fui interrumpido... La chica se salvó, pero... El cuchillo estaba envenenado y ya es muy tarde para darse cuenta —reía descontroladamente como si fuera un chiste.

—Mierda —Donghyuck corrió hasta el cuarto de la chica y vio como se retorcía y sus signos vitales no eran estables. Detrás de él entraron dos doctores a ayudar.

Ese maldito chico con máscara de gato lo tenía perfectamente calculado. Tenía que admitirlo, realmente era astuto. Pero no le gustaba, hacía su trabajo más difícil, se convertía rápidamente en un fuerte dolor de cabeza.

—Escúchenme bien, todo lo tengo bien planeado, ninguna de mis presas se escapa tan rápido. Todos están... —dio una pausa y pensó en la palabra. Saco el cuchillo de su bolsa y lo pasó por su cuello sin hacer ningún roce—. Jodidos —se carcajeó nuevamente y el video volvió a cortarse, al mismo tiempo que la chica dejó de respirar.

Donghyuck cerró su puño y lo chocó contra la mesa gritando desesperadamente.

¿Todos estaban perdidos?

¿Quién era él y por qué lo hacía?

JM.Zero... JM.Zero... Hijo de puta.

—Maldito JM.Zero, juro que cuando te encuentre te mataré —revolvió su cabello con sus manos—. Lo mataré...

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—¡Jaemin dime que viste el video! —Jeno gritó justo en cuanto su amigo le respondió la llamada.

—Jeno estoy muy asustado no pienso salir —le contestó su amigo al borde de las lágrimas.

—No salgas de tu casa, cualquier cosa rara nos llamamos... Hasta que se calme todo por lo menos —intentó calmarse tras escuchar a Jaemin aún más asustado que él.

—¿Cómo sabes que se calmará? ¡Está loco! ¿Por qué nos pasa esto a nosotros? Pobre gente.

—Si no salimos estaremos bien, creo que puedes confiar en mí. Se valiente aunque te cueste trabajo —sabía que lo que le pedía a su amigo era difícil. Na Jaemin era el chico más cobarde y miedoso de la universidad. Cualquier cosa le asustaba. Podía imaginarse el terror que sentía por lo que estaba pasando.

—Tengo miedo —susurró—, prométeme que todo saldrá bien.

—No te pasara nada, confía en mí ¿Sí? —ni siquiera él sabía si estarían seguros, pero tenía que hacérselo creer—. Te prometo que te voy a proteger y ningún psicópata te hará daño...

Jeno haría cualquier cosa por su mejor amigo y en especial sabiendo que podía ponerse en peligro. Protegería a su amigo sobre todo.

—Intentare protegerte yo igual...

¿Los mejores amigos siempre están ahí para protegerte no?

—Voy a colgar, no salgas —no esperó respuesta y colgó.

—Pobre iluso.

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