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El camino hacia el edificio de Jaemin fue largo. Mark iba en la parte trasera del vehículo apoyado en la puerta mientras observaba las calles a través de la ventana. Su herida en el estómago le dolía, pero podía soportarlo. Pensar que su lindo rubio estaba sufriendo más que él y que lo necesitaba en ese momento, le daba las fuerzas suficientes para seguir adelante y tenerlo nuevamente con él, abrazándolo firmemente para nunca dejarlo ir.
-Ya vamos por ti Jeno -susurró Mark tan bajo que nadie más lo escuchó.
Mark estaba perdido en sus pensamientos mientras, los otros dos policías se encontraban con muchos nervios.
-Aquí a la derecha -agregó Donghyuck señalando el lugar.
-Ya lo sé. Doyoung... Él igual vivía aquí -dijo Taeyong suspirando, estacionó el carro a unos metros frente al edificio y los tres se bajaron.
Se extrañaron cuando vieron que las puertas estaban cerradas con llave, por lo que tuvieron que romper la puerta, luego pagarían los daños.
Cuando los tres se encontraban dentro del edificio notaron que no había nadie en la recepción y no se escuchaba ningún ruido a parte de sus propias respiraciones. Un extraño olor a putrefacto hizo que los policías se preocuparán más.
Taeyong caminó hacia las escaleras y subió unas cuantas, se detuvo para hacerle señas a los otros dos chicos para que lo siguieran y continuó subiendo con ambos chicos detrás suyo.
A medida que subían el asqueroso olor se hacía más fuerte y preocupante. Taeyong se detuvo cuando estuvo frente al pasillo de el primer piso y unas gotas de sangre estaban salpicadas por todo el suelo. Los tres se miraron y trataron saliva nerviosos.
-Dudo que haya alguien vivo aquí -puntuó Mark, caminando frente a Taeyong.
-Veamos si es cierto -agregó Taeyong abriendo la puerta de una de las habitaciones. El olor era muy fuerte y asqueroso, tanto que le provocó náuseas a Donghyuck. El peliblanco entró armándose de valor y Mark pasó detrás de él.
Las luces estaban apagadas y las cortinas estaban cerradas, pero pocos rayos de luz entraban a través de estas. Recorrieron la pequeña casa hasta la cocina donde había mucha sangre pero ningún cuerpo. Muchos juguetes estaban esparcidos por el suelo en desorden, la gran mayoría estaban bañados en sangre y las paredes tenían marcas de manos. Se escuchaba el sonido de gente hablando, como si fuera un susurro, dentro de una habitación. El Lee mayor no dudo ni un segundo y abrió la puerta de esta, la televisión estaba prendida en dibujos animados por eso se escuchaban voces.
Sin duda era el lugar más horrible de toda la casa.
-Mierda... -Mark tapó su boca del horror.
Todo el piso y parte de las paredes estaban tapizadas de rojo vivo, arriba de una mesita de madera estaban apilados brazos y piernas que escurrían sangre. Por todo el suelo habían órganos que seguramente habían sido aventados. En el sillón frente la tele, estaban los cuerpos de cuatro personas sin brazos, piernas, órganos, ni cabeza. Las cabezas de esas cuatro personas estaban colocadas en un perchero viendo hacia la entrada y al fondo estaba escrito con sangre: "¿Te gusta lo que ves?".
Taeyong cerró de un portazo, estaba sudando frío y sus ojos estaban abiertos desmesuradamente.
-Todos están muertos... Todos... Él... J-Jaemin... Jaemin lo hizo... -Taeyong estaba delirando, no podía creer lo que acababa de ver en la escena anterior-. Nos encontrará... Está esperándonos...
-¡Taeyong reacciona! -Mark sacudió a su amigo para que volviera a la realidad. Ambos estaban sorprendidos y estaban de acuerdo con que Na era un monstruo- ¿Te encuentras bien?
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#𝐇𝐄𝐋𝐋𝐄𝐕𝐀𝐓𝐎𝐑¡! - 𝐍𝐂𝐓
Fanfic«[死亡]»: 𝗗𝗼𝗻𝗱𝗲 𝗹𝗼𝘀 𝗮𝘀𝗲𝘀𝗶𝗻𝗮𝘁𝗼𝘀 𝘀𝗲 𝘃𝗼𝗹𝘃𝗶𝗲𝗿𝗼𝗻 𝗮𝗹𝗴𝗼 𝗰𝗼𝗺𝘂́𝗻 𝗲𝗻 𝗹𝗮𝘀 𝗰𝗮𝗹𝗹𝗲𝘀 𝗱𝗲 𝗦𝗲𝘂́𝗹. 𝗤𝘂𝗶𝘇𝗮́𝘀, 𝗹𝗮𝘀 𝗿𝗲𝘀𝗽𝘂𝗲𝘀𝘁𝗮𝘀 𝘀𝗲 𝗲𝗻𝗰𝘂𝗲𝗻𝘁𝗿𝗲𝗻 𝗯𝗮𝗷𝗮𝗻𝗱𝗼 𝗽𝗼𝗿 𝘂𝗻 𝗲𝗹𝗲𝘃𝗮𝗱𝗼𝗿. -¿...