#𝐇𝐄𝐋𝐋𝐄𝐕𝐀𝐓𝐎𝐑¡! - 𝐍𝐂𝐓

#𝐕𝐄𝐈𝐍𝐓𝐈𝐂𝐔𝐀𝐓𝐑𝐎

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Toda la tarde Doyoung estuvo aburrido viendo película tras película. Quería salir de su departamento y divertirse un poco.

La noche estaba cayendo y las calles se empezaban a oscurecer de poco en poco y Doyoung iba de camino al bar más cercano para pasar el rato.

Tenía el presentimiento de que alguien lo perseguía pero no podía estar completamente seguro porque cada vez que se volteaba para estar seguro de que no hubiera nadie detrás de él no encontraba nada, solo la calle alumbrada por los faros y luces de algunas casas.

Escuchó la música a lo lejos y supo que no faltaba mucho para llegar. Mientras más se acercaba veía la cantidad de gente que había concentrada en el lugar lleno de luces de colores.

Al entrar se concentró en llegar a la barra de bebidas intentando no chocar con parejas bailando. La música retumbaba es sus oídos fuertemente y no esperaba la hora para bailar.

—Deme una cerveza, por favor —pidió al señor detrás de la barra, que limpiaba unos vasos de cristal. El señor con una sonrisa forzada se alejó buscando la bebida que recientemente pidió Do.

—¿Qué hace un chico tan guapo solo en este lugar? —un joven pelinegro que salió de entre la multitud se le acercó con una sonrisa amable con intención de coquetear.

Doyoung seguía en su relación con Taeyong... Simplemente las cosas no iban bien en esta. Había ido a ese bar principalmente para distraerse de todos sus problemas. Si ese pelinegro quería coquetear, él seguiría el juego, le vendría bien hacer amigos.

—Pasando el rato —guiñó al más joven que le sonrió de vuelta—. ¿Vienes solo, lindo?

—Esta vez sí —dijo bajando la cabeza—. ¿Te molesta si te acompaño? —propuso.

—Claro, algo de compañía no me vendrá mal —ambos sonrieron y el señor que anteriormente fue a buscar la bebida de Do regresó con esta en sus manos y se la entrego.

—¿Cómo te llamas, lindo? —dijo acercándose más al mayor casi invadiendo su espacio personal.

—Kim Dongyoung, pero me dicen Doyoung, ¿Tú?

—Excelente nombre para alguien tan guapo, yo soy Na Jaemin —dijo coqueto. Doyoung tenía una voz en su cabeza que le decía que lo que estaba haciendo estaba mal, no debía estar ahí, no debía estar con el pelinegro, pero realmente se la estaba pasando bien y decidió ignorar esa voz.

Las horas pasaron. Ambos chicos tenían que admitir que hacía mucho no se divertían así. Ya era de madrugada, Jaemin y Doyoung decidieron parar de bailar para descansar. Realmente Kim ya no podía mantenerse de pie por haberse pasado de copas y Jaemin cuidaba de él. No paraban de reír descontroladamente ante los comentarios de Na.

El celular de Do empezó a sonar y este lo sacó arrugado su nariz al leer el nombre. Contestó la llamada y pegó su celular a su oreja para escuchar lo que tenía que decir aquella persona.

—Doyoungie, no me has llamado, ¿Esta todo bien? —la voz de su novio sonó algo preocupada y a la vez triste.

—¿De verdad... Te importa? —contestó frío intentando no mostrar lo borracho que estaba— Lee, déjame divertirme y vete a dormir, tu trabajo es más importante...

—¡Ya deja de hablar por teléfono lindo! —interrumpió Jaemin gritando.

—¿Con quién estás? —preguntó al escuchar la voz conocida.

—¡Con alguien que sí le importo! —dijo para cortar la llamada.

—¿Quién era? —preguntó Jaemin sonriendo.

—Mi novio, estamos peleados —contestó rápidamente. Jaemin sonrió aún más. Debía ser cuidadoso con lo que hacía, pero estando ligeramente borracho no ayudaba para que lograra pensar bien y con claridad.

—Ponlo celoso —propuso pensando que rechazaría la idea.

—¡Buena idea! —contestó, dejando a Jaemin con la boca abierta. Ese no era el plan, pero igual se dejó llevar.

Doyoung volvió a tomar su celular poniendo la cámara para tomarse una foto con Jaemin. Se tomaron varias fotos, pero solo le iban a mandar una Lee. Ninguno de los dos realmente quería hacerlo.

Doyoung seguía queriendo a su novio aunque estuviesen peleados y Jaemin sabía que con esa foto estaría en muchos problemas. Pero ambos estaban bajo el efecto de el alcohol y no estaban actuando conforme pensaban.

Tomaron una foto en la que Jaemin besaba la mejilla de Doyoung y este sonreía ampliamente a la cámara. Decidieron que esa iba a ser la foto que le mandarían a Taeyong.

—¿No tienes... Trabajo mañana temprano? —preguntó Doyoung enviando la foto. Na hizo una mueca de desagrado y asintió—. Entonces deberías irte —aclaró parándose de su asiento. Estaba tan borracho que no se pudo mantener de pie y cayó al suelo riendo.

—Creo... Que debería llevarte primero a tu casa —dijo Na tomando a Do de su brazo para levantarlo de el suelo. El no estaba tan borracho por lo que podía caminar normal—. ¿Dónde vives? —Preguntó Na cuando salieron de el lugar que seguía lleno de gente y la música se escuchaba desde muy lejos.

—En... Unos departamentos por... Allá —dijo con dificultad apuntando hacia el frente. Jaemim asintió y caminó junto con Doyoung hacia donde había apuntado.

El camino estuvo acompañado de risas y comentarios sin sentido de ambos.

—Este es —dijo parando de reír. Na abrió los ojos y sonrió, vivían en el mismo departamento y de casualidad, en el mismo piso.

—Vamos entra —ordenó Na cuando estaban frente a la puerta de la casa de el mayor. Con dificultad pudo abrir la puerta con la llave que Doyoung le entregó.

Entraron y Jaemin se impresionó del orden que había, todas las cosas en su lugar. En cambio su casa era todo un desastre que realmente le daba flojera levantar.

Doyoung estaba muy mareado y necesitaba tomar un vaso de agua, así que con ayuda de Jaemin se dirigió a la cocina y tomó un vaso.

—Espera creo que tengo algo para el dolor de cabeza, te servirá —agregó Jaemin antes de que Doyoung le dará un trago a su agua. El mayor levantó su cabeza mirando a el castaño y asintió mientras tomaba su cabeza en sus manos.

—No tardes mucho —pidió Doyoung.

—¡No te preocupes! —le gritó desde la puerta.

Jaemin se dirigió a la puerta de su casa, la cual estaba a tan solo tres puertas de la de Doyoung. Al entrar, buscó entre sus cosas una sustancia que haría menos sospechosa la muerte de Doyoung. Al encontrarla debajo de una chamarra, regresó a la casa de su "amigo".

—¿Qué cosa es? —preguntó Doyoung al ver al castaño entrar.

—Es un secreto —Le guiñó y puso cinco gotas de veneno a el vaso de Do—. Tómatelo todo y te sentirás mejor.

—Gracias Jaemin —sonrió antes de tomar su agua hasta la última gota del líquido envenenado.

—No hay de que —respondió con una sonrisa. Doyoung moriría gracias al veneno, que era uno muy fuerte, y podían pensar que murió de intoxicación—. Ahora duerme lindo —Jaemin estaba dispuesto a salir de ahí pero la voz de el mayor lo detuvo.

—Jaemin, ¿Nos volveremos a ver? —dijo con brillo en sus ojos.

—Sí... —sonrió y el mayor le devolvió la sonrisa.

Salió de la casa de Doyoung cerrando la puerta. Lo que el mayor no sabía es que si se dormía sería para siempre. Tarde o temprano iba a llegar ese día ¿Por qué no adelantarlo? Jaemin sonrió al lograr su objetivo y regresó a su hogar con una sonrisa malvada y brillante en su rostro.

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