Vincenc Gambel

cuarenta y uno

Y de nuevo aquí estamos, en francés.

Mientras tú peinas tu pelo, te quedas embobado mirando hacia el suelo, o hablas con Clea, yo te miro desde el fondo de la clase, sonriendo y negando con la cabeza cuando la profesora te pregunta algo y tú no sabes qué responder.

Salimos de clase y sonó el timbre, aquel que me dejaba prácticamente sorda y me obligaba a taparme los oídos.

Pero entonces me di cuenta de que no eran solo mis manos las que tapaban mis oídos.

Tus manos estaban sobre las mías.

Cuando el timbre dejó de sonar, pasaste un brazo por encima de mis hombros y besaste mi cabeza.

Vincenc:
Que delicada eres.

Minna:
No es mi culpa que pongan un timbre que te perfore los tímpanos.

Te reíste, y al instante lo hice yo.

Pero aproveché para preguntarte algo que llevaba queriendo saber durante varios días; hubiera sido mejor haberme quedado con la duda.

Minna:
¿Quién es esa tal Kallie?

Vincenc:
Ah no, nadie.

Minna:
Después de darme tanto por culo con ella, ¿me dices que no es nadie? No, ahora me lo dices.

Vincenc:
Es mi ex novia.

Justo en ese momento me zafé de tu agarre y bajé las escaleras más rápido que tú, alejándome de ti.

Alice, Kallie, Maureen...

¿Cuántas más se unirán a la lista, Vincenc?