No quiero ser tu amigo

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Seokjin continuaba en la pequeña pista bailando junto a los amigos de su hermano, Namjoon seguía a su lado, en ningún momento le quitó la vista de encima.

Rodó los ojos al ver la mirada intensa del otro pero lo ignoró completamente y siguió sonriendo mientras sus pasos intentaban acomodarse al ritmo de la música.

Al cabo de unos largos minutos Namjoon se acercó a su oído

-¿Quieres beber algo?- su mirada intensa no lo dejaba

-¿Por qué sigues aquí?- contestó con una pregunta.

-Te miro -

-Ya lo noté, aunque no entiendo por qué- soltó en el oído del otro.

Que la música estuviera a máximo volumen les daba a ambos la posibilidad de tener que acercarse para hablar y eso era sumamente conveniente aunque ninguno lo dijera.

-Tus hermanos se han ido- informó mirándolo con una leve sonrisa socarrona.

Seokjin recorrió el lugar con la vista y murmuró exasperado
-Malditos mocosos-

-Si quieres puedo llevarte, estoy con Yoongi pero no hay inconveniente- explicó mordiendo su labio señal de que estaba nervioso.

-No es necesario, puedo decirle a alguno de los chicos que me lleve, gracias-

-Vamos para el mismo lugar, ¿para qué vas a hacer que otro se desvíe si yo puedo llevarte?- indagó arqueando una ceja.

-Eso no importa, cualquiera puede llevarme sin problema-

-Tampoco tengo problemas en hacerlo-

-No importa...

-Deja de ser tan cabeza dura- interrumpió al seguir escuchando la negativa del otro.

-No soy cabeza dura, me iré con cualquiera no te necesito-

Namjoon parecía perder la paciencia, tomó el brazo del otro, con cuidado pero con firmeza.
-Si lo eres, puedo llevarte, vivimos uno junto al otro-

-¡Eso lo sé genio!- exclamó irónico-¿En serio eres el Min inteligente de tu familia?- bufó apretando sus labios en una mueca.

-Si soy el inteligente, y tu eres el terco ¿verdad?-

-No necesitas hacerte el caballero galante conmigo, no soy una quinceañera hormonal que necesita de tus fuertes y enormes brazos marcados, ni necesito que me sonrías con esos hoyuelos que se dibujan en tu sexy y varonil rostro, tampoco es que haya visto alguna vez tu enorme y trabajado cuerpo sin camisa cuando trabajas en la finca arriando las vacas-
Iba a seguir hablando pero se dio cuenta de que había soltado varias cosas que solo podían empeorar su situación frente al otro, quien a esas alturas lo miraba con una sonrisa ladina.

-Sé que no eres una quinceañera hormonal, no me gustan las chicas- susurró de manera demasiado sensual al oído del hermoso Park mayor.

Seokjin boqueó intentando llenar de aire sus resecos pulmones.
Lo miró como si tuviera ganas de asesinarlo y besarlo al mismo tiempo.

-¿Vendrás conmigo o no?- preguntó Namjoon perdiendo ya la paciencia.

-No- escupió decidido, aunque mordió su labio un poco arrepentido por su respuesta.

-Está bien, no voy a suplicarte- contestó mientras lo soltaba y giraba para darle la espalda.

-¡Min!- gritó de pronto Jin algo desesperado

Namjoon sonrió emocionado mientras seguía de espaldas, se giró lentamente mientras cambiaba su semblante a uno más rudo y sumamente sensual.

-¿Qué?- preguntó con demasiada serenidad aunque por dentro saltaba de la emoción.

-Está bien, iré contigo- informó caminando sobrepasando al otro que estaba frente a él.

Namjoon hizo una mueca y agitó sus manos alegre pero volvió a su postura seria antes de que el otro pudiera descubrirlo.

Llegaron a la mesa donde estaba Yoongi sentado bebiendo de una lata de cerveza, miró a su hermano y a su vecino y sonrió.

-¿Nos vamos?, Seokjin va con nosotros- dijo Namjoon mirando a su hermano mayor.

-Vayan ustedes, tengo cosas que hacer- soltó de repente y se puso de pie para chocar los cinco con su hermano y perderse entre la gente.

Namjoon miró a Seokjin y le hizo seña para que lo siguiera.
Subieron a la camioneta de Min, este le abrió la puerta de manera gentil para que Park subiera y Jin volvió a rodar sus ojos ante aquella acción, aunque debía reconocer que le gustaba la caballerosidad del otro.
El viaje fue casi en silencio, solo se podía oír la música suave que sonaba por los parlantes del vehículo, también se oían claramente las respiraciones de cada uno, mientras tanto Seokjin miraba por la ventana ya que no quería mirar el perfecto perfil de su vecino, porque seguramente debería reconocer lo mucho que le gustaba y saltaría sobre este a besarlo de manera desenfrenada y él no podía hacer eso ¿no?.

Namjoon estacionó en la entrada de la finca Park, miró a su acompañante y entonces habló.
-Me gustaría aclarar algunas cosas contigo- soltó de golpe al notar el silencio pesado entre ambos.

Seokjin lo miró, recorrió cada parte del rostro contrario diciéndose a sí mismo que ya no podía evitar sentirse atraído por el otro.

-Ya te expliqué porque Jimin y yo estábamos enojados contigo y tu hermano, tu aclaraste la situación diciendo que todo fue invento del idiota de Siwon, así que creo que ya está todo aclarado ¿no crees?-

-Aún así parece que me odiaras- soltó de golpe mientras acomodaba su sensual cuerpo de costado para quedar frente al hombre que tanto le gustaba.

-No te odio, es solo que recuerdo que intenté ser tu amigo una vez, y tu solo te burlaste y aunque supongo que debería dejar eso en el pasado ya que fue hace mucho, no puedo olvidarme de eso, así que creo que mejor debemos dejar las cosas así, para que forzar algo sin importancia.

-Es verdad, no quería ser tu amigo en ese momento y tampoco quiero serlo ahora- dijo mirándolo seriamente.

-No entiendo por qué me haces perder el tiempo entonces- Jin tomó la manija de la puerta para salir de allí, estaba totalmente exasperado y no quería seguir escuchando a ese idiota.

Namjoon agarró su brazo con firmeza, cuidando de no lastimarlo, pero con la suficiente fuerza para que no bajara del auto.
-Nunca quise ser tu amigo, porque siempre me gustaste Seokjin, siempre sentí unas ganas locas de invitarte a una cita, de besarte y de pedirte que seas mi novio, siempre quise ser tu novio. Cuando tenía dieciséis y hoy diez años después, siempre quise que me quieras y te enamores de mi. Por eso no acepté tu amistad, ni la voy a aceptar jamás- soltó en una continuidad de palabras que fluían sin poderlas detener.

Seokjin abrió sus ojos de par en par, no podía creer lo que su sexy y adorable vecino le estaba diciendo.
-¡Idiota!- exclamó exasperado y se bajó de golpe del vehículo cerrando la puerta con fuerza cargada de odio.

Namjoon bajó detrás de él
-Te juro que es verdad lo que dije, jamás jugaría con algo así, quizás soy un idiota por soñar que me correspondieras pero es la pura verdad, mi más sincera verdad.

-¿Por qué no lo dijiste antes?, ¿por qué me dejaste creer que no te interesaba?, ¿por qué no me besaste?, ¿por qué no lo haces ahora? Idiota- gritó aún más enojado acercándose peligrosamente a su vecino.

Y Namjoon no lo pensó dos veces, aferró sus manos a la cintura del otro y pegó sus labios de manera firme y dulce sobre los labios del otro, en un sueño que llevaba diez años esperando, en un beso tierno y apasionado que demostraba cuanto tiempo lo habían necesitado.

Comenzaron lento, uno saboreando al otro, dejando que sus lenguas se enredaran en una batalla sin tregua, entregando todo en ese toque, en ese dulce y enloquecido toque.
Al cabo de varios minutos y por la necesidad de aire se fueron despegando.
Namjoon no pudo evitar sonreír lleno de satisfacción y devoción. Seokjin también sonrió y sus mejillas se tiñeron de rojo al pensar en lo que acababa de pasar.

Sus cuerpos se pegaron aún más, como si ninguno quisiera soltar al otro, besándose de manera despiadada y cada vez con mayor intensidad.

Ya no había vuelta atrás, debían afrontar que llevaban muchos años deseando eso, y ahora no iban a desaprovechar la oportunidad.

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