Donde manda el corazón.

Cita doble

En menos de una semana se llevaría a cabo la gran fiesta de la cosecha. La fiesta más importante en el pueblo y los alrededores. Donde cada familia presentaba sus mejores atributos, se hacían grandes negocios y se conocía gente de todas partes.

Jimin estaba enfrascado en una discusión con sus hermanos para ponerse de acuerdo en qué varietales presentarían este año en dicha fiesta.

La nueva línea joven y efervescente era el orgullo de Jimin y quería que este fuera el año en que se presentara al fin en sociedad.
Por otro lado Seokjin creía que debían ser cautelosos y presentar como cada año su cosecha ganadora ya que siempre les había asegurado el primer premio entre todas las bodegas competidoras.
¿Y Taehyung?, bueno el solo miraba a uno y a otro sin poder realmente elegir un lado.
-¿Y por qué no presentar ambos?- soltó mirando a sus hermanos mayores - Es decir, no hay un límite de productos para presentar y realmente creo que sería una buena idea hacer la presentación de ambas propuestas, darle a la gente la posibilidad de elegir entre lo ya conocido y lo nuevo por conocer- explicó mientras subía y bajaba sus hombros como si no fuese importante.

-¡¡Eres un genio!!- exclamó Seokjin

-¿Quién eres tú y que hiciste con mi tonto hermano menor?- dijo Jimin sonriendo apenas

-Lo sé, ambos saben que soy el más inteligente de los tres- espetó Taehyung ladino haciendo reír a los otros dos.

-Por una idea que has tenido ya te crees mucho- ladró el Park del medio.

-Envidioso, eso es porque a ti no se te ocurrió- sacó su lengua para burlar a quien había hablado.

Seokjin sonrió y entonces habló
-Ok, dejen la pelea y empecemos a trabajar, hay mucho por hacer y solo nos queda una semana- informó sumergido ya en el trabajo.

-Te dejo con el genio, debo salir- dijo Jimin y se puso de pie para irse.

-Niño, tenemos trabajo que hacer- gritó desesperado y colérico Jin.

Pero ya era tarde, su hermano del medio ya se había ido.

Subió a su auto, y por la ventanilla pudo ver a alguien en la puerta del rancho Min, nunca lo había visto y llamó su atención, esperó a ver quién abría la puerta y entonces un impecable Yoongi se acercó al chico frente a él, se saludaron con un cálido abrazo y subieron al auto del desconocido.

Jimin se quedó en silencio un buen rato y no entendía porque de golpe hubiese cruzado su camioneta en el camino de los otros dos, habría sacado a Yoongi de ese vehículo y se lo hubiese llevado con él. Pero no lo hizo, claro que no. Aunque al parecer la vida le jugaba una horrible broma ya que el automóvil con los dos chicos iban en su mismo camino delante de él.

Al cabo de un rato se desvió para ir a buscar a la chica con quien había organizado un almuerzo.
Si él y Haneul habían comenzado a verse y a salir a distintos lugares, así que allí se encontraba en la puerta de su casa esperando que salga para al fin ir juntos a comer.

La chica sonrió, le dio un beso en la mejilla y Jimin se puso en marcha para buscar un buen lugar a donde ir.

Llegaron a un lindo restaurante que quedaba algo alejado del pueblo, la idea era almorzar y luego ir al río a pasar la tarde.
Estaban eligiendo una mesa cuando una mirada intensa desde algún lugar lo hizo sentirse raro, y allí estaban su estupido y sensual vecino junto al chico que lo había pasado a buscar.

Jimin hizo de cuenta que poco le importó la situación, ayudó a Haneul con su silla y se sentó frente a ella sonriendo como solo ella lo hacía sonreír. Claro que el lugar donde se había sentado le daba la vista perfecta hacia la otra pareja.