Donde manda el corazón.

Podría acostumbrarme a esto

Los dos días siguientes pasaron tranquilos y sin sobresaltos.
Jimin y Yoongi habían adoptado una rutina. Por las tardes llegaban juntos a la feria, pasaban el tiempo necesario allí, se ocupaban de sus negocios, hacían clientes y conversaban amenamente con quienes se acercaban a sus respectivos stands.
Luego, cuando el trabajo terminaba se iban juntos al departamento de Jimin. Pasaban allí las noches más apasionadas, enredados entre besos y caricias. No podían negar que el amor flotaba a su alrededor y aunque Jimin estuviese aterrado por sus sentimientos no negaría que ese hombre había cambiado algo en él.
Para Yoongi las cosas estaban más claras, entendía muy bien lo que quería y eso era Jimin y todo lo que lo rodeaba.

Durante la cuarta noche de la feria, llegaron como cada día juntos hasta allí.
Saludaron a sus familias y tomaron posición en sus respectivos stands. Todo marchaba bien. Cada uno enfrascado en su trabajo.
Jimin sintió unos brazos rodeando su cintura y aunque sabía que Yoongi no hacía eso normalmente no reparó en darse vuelta y propinarle un cálido beso. Beso que cortó automáticamente cuando se dio cuenta que no era el mayor de los Min quien lo tenía entre sus brazos. Se separó rápidamente y con un tono serio y seco habló.
-¿Qué demonios haces?- exclamó aireado mientras buscaba con su mirada la mirada seria de Yoongi que veía todo desde su lugar.

-Besarte- soltó el otro con una pequeña sonrisa, mordiéndose el labio algo nervioso.

-¿Y por qué carajos me besas EunWoo?- gruñó exasperado

-Yo, no pensé...

-¿Qué es lo que no pensaste?-

-No pensé que te molestaría- susurró tímido

-¿Y desde cuando tu y yo hacemos eso en público? ¿Cuando carajos te besé para que alguien más nos viera? ¿Cuándo nos convertimos en algo? Porque por lo que yo sé lo nuestro es sexo por necesidad algunas veces y nada mas- su voz era dura y los ojos del otro se cargaron de lágrimas.

-¿Por qué me lastimas?, tu sabes lo que siento por ti- dijo al borde del llanto.

-Y tu también sabes lo que pienso acerca de eso, jamás te prometí nada, no sé porqué volvemos a esto-

-Hacía muchos días que no te veía, solo me emocionó verte- dijo intentando sonreír.

-¿Y no pensaste que a lo mejor yo no tenía interés de verte?- preguntó con el ceño fruncido.

-Quizás ya estoy acostumbrado a eso- soltó en un hilo de voz.

-Mira EunWoo, mi idea no es lastimarte, tampoco que creas que hay algo entre nosotros que no hay, creí que estaba todo claro. Así que si no es así quiero que entiendas que no voy a volver a tener nada contigo. Estoy con alguien, y es algo serio. Nunca creí que sucedería pero está pasando y yo... lo respeto y quiero ser mejor persona para él y realmente no me interesa estar con nadie más que no sea él. Lo lamento, lamento que tengas sentimientos por mi, eres una buena persona y te mereces una persona que te ame, pero... no soy yo, no soy tu persona, y aunque quisiera haber sentido algo por ti alguna vez lo cierto es que encontré a mi persona ideal y pienso dar lo mejor de mi para merecerlo- mordió su labio luego de decir lo que llevaba guardado en su pecho y aunque pensó que debería decírselo a Yoongi alguna vez, solo se quedó en silencio y miró al chico frente a él.

-Entiendo, y de verdad me hace feliz que seas feliz, prometo que no volveré a insistir y te deseo lo mejor de todo corazón- sus ojos se pusieron aún más brillosos y sin mirar atrás se fue.

Jimin recorrió con la vista hacia el puesto de los Min pero quien quería ver ya no estaba allí.
Salió y empezó a caminar intentando encontrarlo, sintió una mano que lo arrastraba hasta la parte trasera donde no había nadie. Sintió la respiración pesada del lindo hombre que tanto le gustaba. Su sonrisa coqueta y sus ojos chispeantes.