Irresistible ser

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Llevaba un buen rato enfrascado en los documentos que debía leer, sus anteojos de lectura ya le estaban molestando, asi que se los quitó por un minuto y masajeo sus ojos intentando volver a la lectura.

La puerta de su oficina sonó con un golpecito, soltó un leve "pase" y levantó la vista para ver quien era.
Su rostro dibujó una sonrisa embobada al ver al sensual hombre que caminaba hasta él, se puso de pie y lo recibió con un abrazo.
-¿Qué haces aquí?- preguntó mientras un pequeño beso era depositado en los labios ajenos.

-Estoy seguro que no has parado un minuto de trabajar y claramente no has almorzado, así que vengo a raptarte para que comamos juntos- dijo mientras era él ahora quien besaba al otro.

Seokjin dejó sus anteojos sobre el escritorio y tomó la mano de Namjoon para dejarse llevar por este.

Condujo hasta un bonito restaurante en el centro del pueblo, se sentaron junto al ventanal y ambos pidieron algo para comer.

-¿Has tenido un día pesado?- preguntó Nam mirando al otro.

-Demasiado, con la fiesta del pueblo, encima tengo cientos de contratos y documentos que leer y resolver- comentó mientras enlazaba sus manos sobre la mesa.

-Sabes, estuve pensando que deberíamos tomarnos unos días de descanso, yo también he trabajado demasiado estos días y necesito un respiro- soltó mientras se mordía su labio señal de que estaba nervioso por lo que iba a decir.

-¿En qué pensaste?- indagó curioso Jin

-En que podríamos pasar unos días en la cabaña de la playa, solos tu y yo- susurró esperando la reacción del otro.

Jin se mordió ahora su propio labio, no podía negar que le encantaba la propuesta del más joven.
-Podriamos irnos el viernes después de trabajar y volver el domingo- dijo con un brillo extra en sus ojos.

Namjoon lo miró entre embelesado y sorprendido, realmente había esperado que Jin se negara así que sonrió feliz al escuchar lo que ahora el otro proponía.
-Es una excelente idea- exclamó sonriente mientras sus hoyuelos se dibujaban en su rostro.








El viernes llegó más rápido de lo pensado, Jin revisaba su pequeño bolso pensando si olvidaba algo.

El timbre resonó en la silenciosa casa, la puerta fue abierta por alguien del servicio y Namjoon saludó con una reverencia.

-El señor Seokjin ya baja- informó la mujer y luego preguntó si deseaba tomar algo. Namjoon negó con su cabeza y se sentó en el sillón a esperar a su novio.

Jimin bajó los escalones hasta llegar a la sala, vio al Min que allí esperaba y se paró frente a este.
-Estoy seguro que sabes que si le haces daño a mi hermano voy a golpearte ¿verdad?-

-Buenas tardes Jimin- saludó el otro.

-Si, creo que lo sabes muy bien- soltó en un gruñido haciendo tensar al otro.

-¿Por qué crees que lastimaría a Jin? Él realmente me importa- exclamó seguro.

-Hace un tiempo atrás lo lastimaste, quizás no fuiste tu, pero fue alguien que estaba contigo, esa vez te golpeé y no me arrepiento, así que no dudaré en volver a hacerlo si algo así sucede nuevamente-

-Jimin, de verdad quiero llevarme bien contigo, deja ya esa mierda del pasado, ya te expliqué y le expliqué a Jin como fueron las cosas, jamás haría nada para hacerle daño y te aseguro que estaré atento de que nadie más lo haga-

-Eso espero Min y no necesitas llevarte bien conmigo, solo cuida a mi hermano y estaremos bien- espetó para moverse del lugar.

-¿Debería amenazarte yo también por lo que le haces a mi hermano?- preguntó antes de que el otro saliera de allí.

-Has lo que quieras, al fin y al cabo las cosas son muy diferentes, mi hermano es tu novio y al parecer está enamorado de ti- dijo algo asqueado.

-Al parecer mi hermano también está enamorado de ti y tu juegas con él- soltó con algo de ira.

Jimin arqueo una ceja, mientras su cuerpo se tensaba.
-Dudo mucho que sea así, pero no me importa, yo no tengo nada con Yoongi, ni lo pienso tener, y tampoco juego con él, después de todo es él quien trajo a su novio a cenar a mi casa- exclamó aún más tenso.

-¿Hablas de Soo?- Namjoon no pudo reprimir una carcajada.

-No sé qué es lo que te causa tanta risa, pero si hablo de él-

-Pues Soo, es para Yoongi lo que Haneul es para ti- explicó sin dejar de verlo.

Jimin no contestó y lo dejó allí sentado mientras veía a su hermano mayor bajar las escaleras.
Ambos Park cruzaron miradas y Jimin solo asintió con su cabeza.

-¿Dime que no te amenazó?- preguntó Jin a su novio mientras veía irse a su hermano del medio.

-Es Jimin, claro que me amenazó- respondió Namjoon sonriente

-Lo siento- susurró apenado.

-¿Por qué? Él solo quiere cuidarte, es su forma de demostrarte su amor, estoy bien con eso-

-Sé que aunque no lo parezca Jimin es un buen chico y solo quiere que sea feliz al igual que Tae, es solo que él a veces se toma muy en serio ese papel y es demasiado sobreprotector- exclamó mientras sentía como Nam lo abrazaba por la cintura.

-Tranquilo amor, alguien tiene que hacer ese papel, en mi casa es Yoongi quien lo hace y está bien para nosotros, es su naturaleza, necesitan saber que la gente que aman está bien, ¿no me vas a decir que no es lindo sentirse así de cuidado y de amado?-

-Lo es- exclamó con una gran sonrisa.

-Al final tu hermano y él mío son más parecidos de lo que quieren ver-

-Asi parece- respondió Namjoon






El sol era abrasador, una leve brisa hacía que fuera un poco más soportable la temperatura.
Las olas del mar chocaban en la orilla y las personas que se encontraban allí daban el marco de tranquilidad y diversión que tanto necesitaban. Se sentaron frente al mar, uno junto al otro, ambos enredados entre besos y palabras de amor.
Sin dudas era ese momento el que necesitaban y la estaban pasando muy bien.

Namjoon besó intensamente los labios de su precioso novio, no podía negar todo lo que este le provocaba. ¿Cuántas veces había soñado tenerlo así?
Y ahora se debatía entre sí estaba soñando o si todo era real. Y lo era, claro que lo era, sentir sus esponjosos labios, sus cálidas caricias, su tierna mirada, todo le demostraba que estaba allí y que de verdad estaba pasando y Namjoon no podía sentirse más feliz que en ese momento.
Atrajo más cerca suyo el cuerpo de su amado novio, volvieron a besarse una y mil veces, y estaba seguro de que jamás se cansaría de hacerlo.
Jin era su sueño más bonito y quería todo con él, de eso estaba seguro.

-Amor... - jadeo en los labios ajenos

-Mmm- respondió devolviendo el intenso beso que el otro le daba.

-Vamos adentro- dijo mirándolo con los ojos cargados de lujuria.

Abandonaron la playa rápidamente y ambos entraron a la cabaña, se metieron al baño y bajo la ducha se dedicaron a besarse y acariciarse, perdidos ambos en la bruma del deseo.

Hicieron el amor en todos los lugares por donde estuvieron y se entregaron uno al otro sabiendo que el amor que se estaba formando entre ellos era grande y sería eterno.

Donde manda el corazón. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora