Adorable criatura

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Esa semana había sido exhaustiva, había trabajado más de lo normal.
Él al igual que su hermano mayor odiaba los papeles que se debían hacer y leer para llevar adelante una empresa, así que su trabajo consistía en el "campo de batallas" como solía llamarle.

Iba montado en su caballo, el sol era abrasador, el ganado se movía lento, seguro sentían tanto calor como él. Llevaba puesto un gran sombrero de vaquero, le encantaba sentirse en el lejano oeste, era algo a lo que siempre había jugado de niño, y desde que se habían mudado al pueblo, solía hacer de cuenta que allí estaba.
Su torso desnudo dejaba ver su maravilloso y musculoso cuerpo, por el cual corrían grandes gotas de sudor. Cada tanto pasaba el dorso de su mano por su frente para sacar el exceso de transpiración. Sus largas piernas estaban cubiertas por un pantalón de jean y las botas de cowboy completaban su look, indudablemente una delicia para la vista.

Claro que cerca, muy cerca, mirando a través del vidrio de la ventana de su oficina, los suspiros embobados de su novio salían uno tras otro.
A diferencia del menor de los Min, Taehyung si dedicaba su tiempo a la administración y venta de sus productos, ayudaba en la oficina a su hermano mayor, así que el aire acondicionado no permitía sentir el calor envolvente del campo y su cuerpo por supuesto estaba cubierto por un impecable traje que lo hacía ver sexy y varonil.
Leía sus informes, tipeaba en su computadora y volvía a mirar la adorable criatura que montaba a caballo en los terrenos de la casa lindera.
Se mordió su labio y sin pensar más dejó todo como estaba, miró su reloj y vio que ya era hora de almorzar.
Salió de su oficina y le pidió a su secretaria que le consiguiera algunos sándwiches, caminó hasta la bodega donde siempre reposaban las mejores cosechas de sus varietales. Tomó un vino tinto y buscó dos copas de las especiales, esas que tienen grabado el apellido Park.
Su secretaria lo esperaba con lo pedido y sin perder tiempo subió a su automóvil llevando con él lo que había buscado.

Se internó en la finca Min, Jungkook alzó la vista al sentir el ruido del motor y sonrió al ver al precioso hombre que se acercaba, sin dudas su novio era lo más hermoso que podía ver.

Sonrió satisfecho al ver que el otro bajaba del vehículo y se acercaba sonriente hasta él.

-Sabes he pasado una mañana bastante excitante viendo por la ventana- comentó coqueto.

-¿Una buena vista?- indagó juguetón el más joven.

-La mejor de las vistas- respondió, mientras veía como el otro bajaba del caballo para acercarse.

Sin pensarlo demasiado Jungkook llegó hasta él con la intención de apresarlo en un abrazo y besarlo desmedidamente.

-Ni lo sueñes Min, estás sudado y yo vengo de traje y debo seguir trabajando luego-

Jungkook hizo un puchero con sus labios.
-¿No puedo besarte?- preguntó enfurruñado

Taehyung sonrió ante el berrinche de su precioso novio, acercó su rostro y formó un piquito con sus labios.
-Sin tocar, solo un besito- soltó risueño.

Claro que Min no se iba a negar aunque hubiera preferido un ardiente beso como los que solían darse últimamente

-Vamos al arroyo- dijo Jungkook

-Debo volver a trabajar y tu también- explicó Tae estirando su mano para que su novio lo siguiera hasta el auto.

-Es injusto, tu vienes aquí todo sexy con ese traje del demonio, no me dejas besarte y no quieres ir a bañarte conmigo, eres un novio muy malo- exclamó aún más berrinchudo.

Taehyung lanzó una carcajada y se acercó a su enojado novio.
-Prometo que esta noche nos bañaremos juntos y me darás todos los besos que quieras- y sus labios volvieron a formar un piquito.

-¿Todos los besos que yo quiera?- cuestionó con sus ojos entrecerrados

-Todos- contestó Tae con una de sus peculiares sonrisas.

-Está bien- espetó resignado.

-Ven, te traje algo de comer y de beber, ya es hora de que te alimentes- dijo y abrió la puerta para ambos acomodarse al frente mientras sacaba la comida y Jungkook se encargaba de abrir el vino.

Luego de vaciar la botella y comer toda la comida se despidieron con otro pequeño beso y prometieron verse más tarde.

-Amor, quiero mostrarte algo esta noche- informó Jungkook mientras se asomaba por la ventanilla del auto y Tae se ponía en marcha.

-¿A las siete?- preguntó mirando a su chico.

-A las siete- confirmó y volvió a montar su caballo para seguir trabajando.




A la hora acordada Taehyung llegó a la puerta de la finca Min, su novio lo esperaba limpio y aún más sexy, si eso era posible. Claro está que el más joven asaltó los labios ajenos y abrazó sin pena a su novio, quien sonrió ante la actitud del otro.

-¿A dónde vamos?- preguntó Tae poniendo el auto nuevamente en marcha.

-Tu solo sigue derecho, yo te indicaré el camino- dijo y sonrió ante la incertidumbre del otro.

Al cabo de unos minutos y algunas indicaciones después llegaron a un complejo de departamentos, Jungkook hizo que entrara al estacionamiento y le indicó el lugar donde debía estacionar.
Salieron del auto y caminaron apenas unos metros subiendo por el ascensor que estaba allí. Llegaron al piso cuatro y las puertas se abrieron, la puerta rezaba 4H.
Jungkook sacó un juego de llaves y abrió la puerta.
-Bienvenido a nuestro lugar- dijo mientras lo abrazaba por la cintura y apoyaba su mentón sobre el hombro del otro, haciéndole caminar lentamente.

-¿Este lugar es tuyo?- cuestionó asombrado por el hermoso departamento.

-Me encantaría que fuera nuestro- susurró en el oído del menor de los Park.

Taehyung volteó a verlo con una de las sonrisas más brillantes que podría haber dibujado su rostro.
-¿Estás hablando en serio?-

Jungkook sacó una pequeña caja de su bolsillo.
Taehyung se paralizó en el acto.

Cuando abrió la pequeña tapa, adentro había un juego de llaves, y aunque Taehyung habia creído que un anillo acompañado con un pedido de casamiento era lo que se iba a encontrar no pudo evitar llorar de felicidad al ver que su novio le estaba dando las llaves del departamento que ahora compartirían.

-Sé que es pronto para que vivamos juntos, pero al menos quería tener un lugar digno para ti- explicó con un gran sonrojo en sus mejillas.

-Bueno, somos adultos y la verdad es que ¿quién dice si es pronto o no para vivir juntos?- soltó mientras mordía su labio nervioso.

-Tu... digo... yo... es decir... ¿vivirías conmigo?- preguntó entre balbuceos.

-Creo que primero deberíamos contarle a nuestras familias sobre nuestro noviazgo y por supuesto que viviría contigo- dijo Taehyung mientras rodeaba el cuello de su novio y lo besaba lentamente.

Jungkook sonrió feliz, el chico de sus sueños había aceptado vivir con él y eso era mucho más de lo que hubiera soñado.
-Prometiste que podría darte todos los besos que quisiera- exclamó mientras mordía suavemente el labio de su novio.

-Puedes hacer lo que quieras conmigo- jadeó en el oído ajeno y ambos se envolvieron en una bruma de lujuria, pasión y amor.

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