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(2)

-¿Volvió a trasnochar, señor?-Su secretaria le pregunta, caminando tranquilamente hacia él. Sin atisbos de cansancio en su expresión, con los pasos firmes resonando en un sordo eco en la oficina mientras se acerca a su escritorio.

-¿Luzco como si hubiera trasnochado?

-En realidad luce como si una estampida de trabajo le hubiera pasado por encima-Alza la vista de los papeles en sus manos, para mirar con curiosidad a la Omega-Sesenta y dos horas sin dormir, es un nuevo record. Lo felicito.-Comenta con sarcasmo-Antes de que su cuerpo llegue al límite y colapse, ¿podría decirme que flores quiere para su funeral? ¿Rosas? ¿Lirios? ¿Magnolias?

-Jiyeon, no empieces-Advierte con acidez-¿Dónde está mi café?-Exige y la chica le dedica una mueca de disgusto, regañándolo con la mirada-Mi café.

-Aquí lo tiene-Deja el líquido humeante sobre su escritorio y se apresura a tomarlo, sintiéndose otra vez  persona en cuanto la cafeína se expande por su sistema-No puede vivir a base de trabajo, trasnoches y café-Ella le reclama, extendiéndole una bolsa con ropa limpia.

Jungkook rueda los ojos.

-Suenas como mi abuela-Jiyeon frunce las cejas.

-No, sueno como una secretaria preocupada que teme perder su empleo cuando su jefe muera por exceso de trabajo.-Refuta-Sabe lo escasas que son las posibilidades de que tu jefe sea un dios griego caminante y encima te trate como a una persona. ¿Sabe lo difícil que es encontrar a un jefe así?

-No tengo ni la menor idea, pero sí sé que aunque sigas adulándome no dejaré de trasnochar si tengo trabajo pendiente así como tampoco te daré un aumento-Sonríe falsamente-Ahora, ¿podría mi increíble secretaria dejar de acosarme y buscarme más café?

-No puedo-Se niega-El Director Choi volvió a llamar, sigue insistiendo en que compre las acciones de la otra vez-Jungkook gruñe por lo bajo.

-El Director Choi es un inepto, como persona y como profesional. –Masculla-No compraré unas acciones que en menos de una semana valdrán la mitad del monto que están pidiendo por ellas ahora.-La Omega sonríe.

-Es tan sexy cuando se enoja-Ella le dice, con mejillas rojas-Pero aun así sigo creyendo que Dios desperdició belleza, inteligencia y estatus en usted, un trasnochador inconsecuente amante de la cafeína-Jungkook frunce las cejas.

-Recuérdame por qué aun no te he despedido-La Omega agacha la cabeza, con los labios apretados y las manos detrás de la espalda; mostrando un arrepentimiento totalmente fingido.-Mi  vasectomía es a la diez, ¿no?-Mira el reloj en su muñeca-Tengo tiempo suficiente para cambiarme.

-Respecto a eso-Ella murmura en un tono apenado- Su vasectomía fue cancelada y reprogramada para el próximo mes-El Alfa frunce las cejas.

-¿Puedo saber por qué?

-Problemas con su muestra de esperma-Responde-La doctora Han está afuera, quiere hablar con usted de un asunto importante. ¿La hago pasar?-Asiente despacio, sus ojos siguiendo la silueta de su secretaria hasta la puerta y escrutando con detenimiento los dos nuevos rostros que se adentran a su oficina-Llámeme si necesita algo, ¿sí?

-Doctora Han…-El Alfa murmura, un nudo formándosele en el estómago al ver el rostro entre apenado y asustado de la doctora y su asistente. Esa expresión no podía ser de buen augurio-Jiyeon  me contó que suspendió mi vasectomía hasta el próximo mes debido a inconvenientes con mi muestra de esperma, ¿no?-La Beta asiente-Explíqueme de qué problema se trata.

-En realidad, todo es mi culpa…yo-

-Seol, yo me encargo-Interrumpe a la Omega a su lado, quien agacha la cabeza ante la mirada del Alfa-Hubo una confusión con su muestra.-Ella inicia, apretando sus manos en un puño antes de continuar-En lugar de ir al banco de esperma terminó siendo utilizada en una inseminación artificial-Jungkook palideció.

-¿Q-Qué?

-Es mi culpa-La Omega a su lado aclaró, asustada-Confundí las muestras, yo…Rojo para inseminación artificial y azul para banco de esperma, era así pero mi cabeza lo intercambió todo de alguna manera y lo siento…-Se disculpó, reverenciando una y otra vez frente al Alfa en medio de comentarios dispersos a los que Jungkook no le encontraba ningún sentido-Lo siento tanto, señor.

-Me estás diciendo…-Sonrió cínico-Que la muestra de esperma que para estas horas ya debería estar resguardada, en su lugar fue utilizada para inseminar a una Omega que siquiera conozco y que…-

-Un Omega-La Beta lo interrumpió, corrigiéndolo-En realidad es un Omega, no una Omega.-Jungkook frunció el entrecejo, la molestia subiéndosele hasta la garganta.

-¿Y acaso el hecho de que sea un hombre me afecta más o qué?-Masculla, dejando un fuerte golpe en su escritorio que hizo a las dos mujeres encogerse en el lugar.

-S-Si es un hombre, las posibilidades de que haya quedado encinta después de la inseminación artificial son menores que las que habría si fuera mujer-Admitió segura-No tengo cara para mirarlo, estoy muy apenada pero lo hecho, hecho está y no podemos cambiarlo por mucho que discutamos aquí.

Jungkook gruñó, sobando el puente de su nariz con rabia.

-Iré a visitar a la otra persona implicada. Me convendría que me acompañara para aclarar este asunto.

-¿Qué opciones hay?

-Opciones son solo dos y dependen de los resultados. Si no hay embarazo no tiene de que preocuparse, solo será un mal susto. Pero, en caso que lo haya, creo que solo usted y Taehyung-ssi pueden llegar a un acuerdo

-¿Su nombre es Taehyung?-La Beta asiente y Jungkook aprieta los labios, en una mueca de disgusto-No tengo más opción que acompañarla e intentar resolver toda esta mierda, ¿no? Solo queda esperar que ese tal Taehyung tenga sentido propio como persona.

Se mantuvo en silencio todo el camino, limitándose a pensar que diría en cuanto tuviera frente a un Omega que nunca había visto en toda su vida y que, si Dios era benevolente, no permitiría que hubiera un cachorro formándose en su interior.

Iba a realizarse una vasectomía porque no quería hijos y ahora el destino lo golpea en la cara con esta mala broma.

Fue un incómodo viaje de casi media hora. Se detuvieron frente a un complejo de apartamentos y siguió callado a las dos chicas hasta una puerta de madera con un 33 dorado en el medio.

Unos toques bastaron para que la puerta se abriera y una figura desconocida hiciera acto de presencia ante sus ojos.

Era alto, tal vez de su misma estatura. Su piel era de un suave tono canela y tenía largos risos castaños cubriendo las delgadas facciones de su rostro. Vestía una camiseta holgada con un enorme letrero de Nirvana en el medio y unos shorts cortos que malamente lograban cubrir la mitad de sus piernas. Estaba descalzo.

Frunció las cejas sin lograr articular alguna palabra…

Lo tenían que estar jodiendo.