Al día siguiente, me sorprendió no haberme levantado con resaca, ya que los litros de alcohol que tome la noche anterior, fueron extravagantes.Mi yo desquiciada salió nuevamente a la luz, no pude contenerme, le rompí el rostro a Oliveira y por más que sea un hijo de puta y se lo haya buscado, no tenía porque haber reaccionado como la mafiosa de mierda, que deje atrás hace casi cuatro años.
Lo que si recuerdo a la perfección, es que apenas pasamos por la puerta de entrada, nuestros cuerpos reaccionaron por si solos. Atrayéndose como dos imanes, desesperados por el otro, ni siquiera subimos a mi alcoba, nos metimos en el cuarto de invitados que tenemos debajo de las escaleras, ya que los niños dormían y claramente no quería que nos interrumpieran.
Dejo besos húmedos por todo mi cuerpo, embriagado por mi aroma, perdido en cada milímetro de piel. Follamos toda la noche como ninfomaníacos, mientras a cada nada, decía lo mucho que me había echado de menos.
Me deje llevar, me perdí en el, en su colonia amaderada y sus caricias, que tanto había extrañado. En su torso perfecto, en como las venas de los brazos se hinchaban con cada estocada de placer, sus ojos eléctricos obscurecidos por la lujuria y esa química tan intensa que nos avasalla cada vez que solo nos miramos a los ojos.
En la mañana me desperté, con su perfecto cuerpo desnudo a mi lado y su palma descansando en mis caderas. Me levanté sin hacer ruido y subí a mi habitación a ducharme, ya que mi pinta no era la mejor para desayunar con los niños, mis poros destilaban olor a sexo y a alcohol.
Cuando baje a la cocina, Lilian la nueva cocinera, que Caroline insistió en contratar, porque la habían despedido y era buena amiga de la rubia, ya estaba armando el desayuno y cuando me escucho entrar, me regalo una sonrisa sincera.
—Buenos días señora Evangelina, el café ya esta listo.
—Por favor Lilian, puedes llamarme Evee, prácticamente ahora esta es tu casa. —Digo recibiendo la taza que me estrecha.
—De acuerdo, señorita Evee. —Sonríe apenada, la rubia con tonos rojizos. —¿Como descansó? —Cuestiona desde el otro lado del mesón.
—Creo que ni siquiera dormí. —Contesto divertida al recordar mi noche y ella sonríe apenada por algo. —¿Que sucede?
—Esto va a sonar horrible. —Hace una pausa dudosa. —pero mi habitación esta al lado de la de invitados. —La delgada mujer, de la edad de Caroline se ruboriza un poco y mis ojos se abren como plato.
—Joder. —Digo apoyando mi taza en el mesón. —Que vergüenza, lo siento. —No se que decir, ya que sentí como mis pómulos se calentaron, con un evidente ruborizado.
En ese momento mis nervios se intensificaron, cuando sentí su presencia detrás mío, no hizo ningún ruido, pero el rostro de Lilian completamente ruborizado, me confirmó que estaba ahí.
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Pandora: Lealtad, Orgullo y Seducción. © (#2) [ ✔️ ]
Novela Juvenil🔥Advertencia, contenido para (+21) 🚫🔥 SEGUNDA PARTE DE SEDUCCIONES PELIGROSAS. Pasaron tres años, desde que Evee y Dominic sé casaron. Nada es como antes, ahora ella es parte del ejército Alemán y tiene otra identidad, ya que la triada cree que e...