Manejo a toda velocidad por la carretera, mientras llamo una y otra vez a Caroline rogando que aún no hayan salido del comando.
—¡Joder Catoline! ¡Contesta maldita sea! —Golpeo el volante, mientras no pierdo la vista del asfalto.
Insisto e insisto y se me ocurre buscarlos satelitalmente ante los intentos fallidos de comunicarme desde el móvil.
La señal esta tildada, así que tengo que esperar unos minutos hasta que se actualice.
Mi teléfono suena con un número desconocido y si no es Furkan es una morena que me harta.
—¿Hola? —Cuestiono agitada, mientras esquivo los malditos autos que se aglomeraron en la autopista.
—Evangelina. Soy Maxine. —Habla del otro lado la mujer que conocí hace pocos minutos y que por ella casi mato a mi padre en medio de una rabieta.
—¿Furkan? —Cuestiono sin rodeos.
—Esta algo lastimado, pero llegamos al sótano antes de que la casa se destruya. —Habla con ese tono sensual que no pierde ni en esta situación. —Te estarán buscando Evee, a ti y a tus hijos. —Dice suspirando y yo tenso la mandíbula.
—¡Ustedes dos seguramente fueron el maldito señuelo para llegar a mi padre! —Grito furiosa al móvil.
—Puede ser... —Habla segura y me dan ganas de pedirle a los Rusos que se la lleven como una puta sumisa de la mafia roja. —Pero también es real que en algún momento esto pasaría.
—¿Como sabes tanto eh? ¿Eres una maldita infiltrada? —Cuestiono manejando a toda velocidad, tomando una ruta alternativa, mientras tecleo la pantalla del GPS de mis hijos y definitivamente están aún en el comando.
—La sangre te hace pariente, pero la lealtad te hace familia. —Dice sin más. —Soy leal a los míos Evangelina y que tu recién te enteres de mi existencia, no significa que yo no haya sabido de la tuya. —Se toma unos segundos y contesta seca. —Ocultarme fue decisión de mi hermano. No me metas en esto.
—¿Que no te meta? —Contesto molesta entrando nuevamente al estacionamiento del comando. —¿O casualidad el día qué salen del cajón, bombardean la casa de mi padre? Lo siento Maxine pero me traicionaron muchas veces y por tener mí sangre no eres de fiar, ni eres mi familia. —Le doy mi pase al de la entrada. —Dile a mi padre que se comunique inmediatamente conmigo.
Cuelgo la llamada y me bajo del auto corriendo, cuando veo a Caroline subiendo a los niños a la camioneta.
—¡Joder! —Me agachó tomando a Oliver y a Elsie y los abrazo fuerte. —¡Están bien joder! —Los cinco me observan confundidos.
—¿Que te sucedió? —Cuestiona Caroline preocupada.
—Mandaron a volar la casa dé Furkan apenas me marche. —Digo intentando respirar tranquila.
—¿Joder? ¿Y tu padre? —Cuestiona cuando me levanto a sacar a Emma y a Coop del asiento de niños y bajándolos de la camioneta.
—Sobrevivió a mí irá antes del ataque. Estará bien. —Digo con un sabor amargo en mi boca. —¿Donde esta Queen? —Cuestiono preocupada.
—Hasta donde lo vi, estaba en las duchas después de entrenar. —Habla dudosa.
—Lleva a los niños adentro, no es seguro. —Digo sin más y ayudo a entrar todo al comando.
Salgo trotando por los pasillos. Preguntando si alguien vio a Queen
Encuentro a Meyer y lo acorraló rápidamente.
—Te equivocaste de macho Foster. —Sonríe de lado.
—Cierra el pico ¿Mandaste las tropas para lo de Furkan? —Cuestiono sin mas.
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Pandora: Lealtad, Orgullo y Seducción. © (#2) [ ✔️ ]
Jugendliteratur🔥Advertencia, contenido para (+21) 🚫🔥 SEGUNDA PARTE DE SEDUCCIONES PELIGROSAS. Pasaron tres años, desde que Evee y Dominic sé casaron. Nada es como antes, ahora ella es parte del ejército Alemán y tiene otra identidad, ya que la triada cree que e...