Capitulo 30: "Sangre sucia/Sangre pura"

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Las cosas se relajaron un poco en casa, pero mi ansiedad sigue a millones de revoluciones.

Volver al comando, fue bueno y malo en partes iguales.

Lo bueno, que tengo la tecnología y el mando en mis manos, lo malo que me vuelvo loca con todo junto a la vez.

Dejo a mis hijos en la academia, mientras llamo a mi marido que se fue temprano al trabajo, ya que tiene una misión de infiltrarse en el Amazonas, donde sabemos que opera una mafia que ni el gobierno pudo detectar, hasta ahora, la cual no me hace ni gracia.
Ser un infiltrado es arriesgado y la última misión que tuvo, nos separo por casi tres años, le dije un no rotundo, pero ya sabemos como es Queen.

Buen días Stone. —Habla seductor del otro lado y yo coloco el manos libres ya que estoy en la carretera, con algo de nieve, pero con un tráfico exasperante, que me dan ganas de llamar a papá, para que me mande un helicóptero.

—Sigo furiosa contigo, así que nada de Stone por ahora. —Hablo viéndome el cabello lacio en el espejo retrovisor.

—¿Y entonces para que me llamas, si me odias? —Rie del otro lado.

—Porque tenemos un documento firmado por ambos, creo que se llama matrimonio, que me obliga a saber si estas vivo o no. —Sonrió un poco de costado pasando a la avenida que me lleva directo al comando.

El se queda unos segundos en silencio y suspiro, queriendo ver a donde puedo llegar.

—¿Todo bien? —Cuestiono rompiendo el silencio.

—¿Con que específicamente? —Se que está sonriendo del otro lado.

—Te he notado nervioso estos días Queen. —Suspiro. —Si estas engañándome con alguien, te mataré. —Afirmo entre divertida y molesta por saber lo que me oculta.

—Un poquito de esto, un poquito de aquello. —Dice en tono relajado. —¿Que te parece si hoy vamos a un hotel solos?

—Dominic Queen ¿A caso me estás proponiendo una cita? —Sonrió cuando estaciono.

—No. estoy invitando a mi mujer a follar, a un hotel de media muerte solo para estar solos, sin menores de edad —Habla con esa voz ronca y seductora que me cautiva y mis malditas bragas se humedecen rápidamente, de solo imaginarlo sobre mi.

—Que directo, ni me pediste la mano degenerado.  —Sonrió con picardía, mostrando mi credencial en la entrada.

Como sea, me voy a la madrugada y solo quería estar contigo antes de partir. —Dice con un tono melancólico.

—Aún no arreglamos eso, pero en cinco minutos te veo. Ya llegue. —Hablo impaciente. Creo que quiero follarmelo en este momento.

Cuelgo la llamada y estoy encendida como la mierda.
Creo que hace mucho no me relajo y me centro en Queen como quisiera y eso me esta pasando factura en mi cuerpo tenso y sediento de orgasmos magníficos.

Voy directo a la sala de entrenamiento, donde me encuentro con Dominic y David. Están hablando tranquilamente entre todos los cadetes, cosa que me sorprende, mientras Queen golpea amistosamente su hombro.

—Buenos días señores. —Saludo divertida a ambos dioses del Olimpo. ¿Algo de que preocuparme?

—Buen día Sirenita. —Dav me sonríe divertido y lo saludo.

—¿A que no sabes la noticia de este idiota? —Cuestiona Queen divertido y yo los observo confundida.

—Porque siempre me cagas las sorpresas Queen. —Habla Dav divertido volviendo su vista a mi.

Pandora: Lealtad, Orgullo y Seducción. © (#2)  [ ✔️ ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora