Capitulo 32: "Laso Rojo"

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Me despierto en la camilla de una ambulancia de los paramédicos del ejército.
La cabeza me duele horrores y todo mi cuerpo esta adolorido.

—Casi la perdemos capitana. —Habla Smith, todo lleno se polvo, intentó levantarme pero me doy cuenta que tengo un cabestrillo en el brazo izquierdo y me quejo. —Tranquila, no se mueva, llamare al capitán Queen.

Tomo el brazo del cadete deteniéndolo.

—¿Mi padre logro salir? —Cuestiono preocupada.

El cadete no responde y se safa cuidadosamente de mi agarre, para hacer una seña desde las compuertas de la ambulancia.

Queen es el primero en llegar y me sonríe ya despreocupado.

—Te dieron una linda zurra Stone. —Toma el puesto a mi lado, donde antes estaba Smith. —Deje al cadete para que te vigilara mientras terminaba el papelerío.

—¿Donde esta Furkan? —Cuestiono preocupada nuevamente por mi padre.

—Tranquila, lo están suturando en la ambulancia de al lado. —Sonríe y me toma de la mano buena. —Tu por otro lado, tienes que recuperarte.

—¿De donde vino él misil? —Hablo intentando levantarme y Dominic me ayuda.

—No hubo ningún misil, los rusos habían llenado la bodega, de abajo de las escaleras con detonadores, era lo que veía Frank desde las cámaras térmicas. —Frunce él ceño y suspira. —Por otro lado Natasha y Maxine escaparon.

—¡Demonios! —Maldigo molesta y ruego que por lo menos la hija de puta de Maxine, no lo haya logrado, ya que sus heridas eran de gravedad.

—Capitanes, los necesito en el comando. —Aparece Meyer por la puerta. —¿Como estas Al Sahir? —Cuestiona con un tono preocupado que jamás vi en el.

El capitán Meyer preocupado por mi.

—Creo que viva. —Digo intentando dar una sonrisa que no sale.

—No necesitas fingir conmigo Al Sahir, estas hecha una mierda. —Sonríe de lado y lo imito, ya que lo estoy empezando a tolerar cada día más. —Bueno, basta de descansos, tú necesitas un chequeo y el mayor Molina nos necesita en la central de Londres.

—¿Londres? —Cuestiono.

—El caso de los Rusos, se estaba investigando en la central de Londres. —El coronel arquea una ceja. —En cinco minutos los quiero listos, así pasas por el consultorio de Holand.

—Odio la central. —Espeta Queen a mi lado.

—¿Sabes algo de Caroline y los niños? —Cuestiono, mientras me ayuda a levantarme de un todo.

—Hable hace cinco minutos, advirtiéndole que se queden los cinco en la central. —Habla tranquilo. —Iba a reclutarse para venir a Londres, pero preferí que se quede con los niños, ya que Karla ira con Furkan.

Asiento mientras Queen me toma de la cintura para bajarme en brazos como un estupido galán de Hollywood, mientras yo ruedo los ojos graciosa.

Besa mi coronilla tomándome de la cabeza.

—Deja de hacer estupideces Stone. —Suspira con sus ojos eléctricos sobre los míos. —Que si te sucede algo jamás podría vivir sin ti.

—¿Jamás dejarás de ser un romanticon camuflado de León verdad? —Sonríe de lado divertido.

—Lo dejaré de ser si te sucede algo. —Frunce el ceño. —Y no creo que quieras que tus cuatro hijos vean ese lado de su perfecto padre y Dios Hercules.

Pandora: Lealtad, Orgullo y Seducción. © (#2)  [ ✔️ ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora