Siempre odie los días festivos, desde pequeña, ya que odiaba que todos estén en familia, con una madre, con un padre, tíos, abuelos y hermanos. En cambio yo lo pasaba sola con mi abuelita hasta los doce años, ya que la familia pequeña de Frank casi siempre se iba de la ciudad.Luego conocí a Julian, a Ross y a sus familias y desde el instante que supieron que pasábamos acción de gracias, navidad, año nuevo y mi cumpleaños solas las dos, decidieron pasar todas las festividades con nosotras, en la casa de Julian, los padres de Ross, mi abuelita y yo, íbamos cada veinticuatro de diciembre , a la casa de mi amigo, a pasar la navidad.
Todos dirían que de ahí comencé a adorar las festividades, pero sería una mentira, ya que amaba a mis amigos y mi abuelita Emma, pero al verlos tan juntos, teniendo padres, hermanos del lado de Julian, que detestaba aún más las fiestas.
Luego cuando cumplí dieciséis años, después de cada cena de año nuevo, los tres nos íbamos al centro a discotecas, a esperar a Frank, ya que tuvo su primer automóvil a esa edad.
Desde ese momento, las festividades solo pasaron a ser fiestas, alcohol, alucinógenos que consumíamos los cuatro, acompañados de Jonh, que ya hacia un año salíamos, pero nuestra relación por el momento era todo bello y color se rosas, el era el príncipe que todas querían.
Cuando empecé a disfrutar navidad, mi abuelita murió y todo se volvió peor.
Así que para mi solo era un día más, solo que fingía felicidad.Pero esta vez creo que era diferente, había pasado tantas cosas de mierda en esta vida, que el tener paz y amor por un instante, me reconfortaba.
Salgo de mis pensamientos cuando Emma me habla con las manos como jarro en su cintura.
—Mamy, que te estoy hablando. —Dice con esos ojos imponentes, casi del color de una tormenta eléctrica.
—Lo siento mi amor, solo estaba recordando la emoción que tenía por la navidad a tu edad. —Miento un poco, ya tendrá edad para saber de donde viene.
Estábamos en el salón de mi casa, en Alemania, tumbados en él suelo, con un montón de accesorios para terminar de decorar el inmenso árbol que me regalo Rossi, ya que según ella, yo era lo más parecido al Grinch que jamas habia visto.
—Oliver quiere poner la estrella del árbol. —Habla señalando al hermano, que esta sentado en el suelo revolviendo las cajas.
—Aún hay que terminar todo el árbol Emm, luego cuando llegue la hora de colocar la estrella, podrán hacerlo juntos. —Hablo observando a Queen, que se ríe a lo lejos con Caroline de toda la situación.
Achinó los ojos en su dirección y ellos se hacen los distraídos.
—¿Que es tan gracioso? —Cuestiono desde mi posición.
—Verte en el suelo, llena de guirnaldas, es lo mejor que vi en mi vida. —Habla Caroline.
—Y sobre todo teniendo la cara de un ogro de navidad. —La sonrisa de Queen hace que se me erice la piel.
Yo me pregunto ¿En que momento dejas supuestamente de ver a tu marido, como un oasis de placer andante? Todos te dicen que la pasión y las sensaciones erógenas se van desgastando con el tiempo.
Si me lo preguntan a mi, creó que mi marido cada año se pone más bueno y jamás me cansaré de las reacciones que tiene mi cuerpo cuando el esta en la misma habitación.
Contando que estar casados fueron como dos minutos en estos casi cuatro años, con todo lo sucedido.
Y que nuestra relación realmente juntos, en estos casi seis años, tampoco fue que nos hayamos visto mucho tiempo.
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Pandora: Lealtad, Orgullo y Seducción. © (#2) [ ✔️ ]
Teen Fiction🔥Advertencia, contenido para (+21) 🚫🔥 SEGUNDA PARTE DE SEDUCCIONES PELIGROSAS. Pasaron tres años, desde que Evee y Dominic sé casaron. Nada es como antes, ahora ella es parte del ejército Alemán y tiene otra identidad, ya que la triada cree que e...