Pandora: Lealtad, Orgullo y Seducción. © (#2) [ ✔️ ]

Capitulo 17: "Traición"

Mis ojos arden, mi cuerpo entero duele. Me mantienen drogada, para ser más dócil, pero así y todo, en las ultimas veinticuatro horas, casi mato a los guardias de mierda, que tienen donde estoy.

—¡Joder, se arrepentirán malditos hijos de puta! —Mis gritos eran tan fuertes, que ya no me quedaba voz.

Es un cuarto común dónde me encuentro, no se ni siquiera, si sigo en el muelle o donde estoy. La habitación es grande, sin cama, solo con buena decoración y sillones, sin ventanas y yo estoy amarrada como un maldito animal de pies y manos, a un estilo de reja en forma de cruz, que cuelga del techo.

Mis muñecas y tobillos sangran de la fricción que hice, las veces anteriores para zafarme.
La droga que me suministraron por la mañana, ya dejo de hacer efecto y mi cuerpo duele entero.

Llevo por lo menos cuatro días aquí, solo entran, me golpean lo suficiente, como para que todo mi ser duela y después de eso, me inyectan algo en el organismo, que me deja noqueada por lo menos por doce horas, las otras me la paso retorciéndome del dolor y cuando creó obtener algo de fuerza, vuelven a repetir el procedimiento.
Hasta ahora, solo apareció Raquel donde me tienen cautiva. Torturándome ella misma.

Los otros dos ineptos no aparecieron en ninguno de esos días.

A las horas, escucho el candado abrirse y me tenso un poco al ver cuando la puerta se abre.

—Joder, eres tan malditamente patética. —Le hablo a Raquel. —Cuando salga de aquí, me cargaré a ti, de la loca y a el traidor.

Un gran puñetazo, llena nuevamente mi boca de sangre y como una maldita loca, se la escupo en el rostro.
La retorcida de mierda, no solo se rió de mi acción, sino que paso un dedo por las gotas de sangre y se lo llevo a la boca, como si fuera la delicia más grande.

En eso observo que a un lado aparece la mujer de, ahora cabello azabache, con una molestia en su rostro que no pude descifrar.

—Te volviste más desagradable con el tiempo Lucy-Fer. —Hable molesta.

—Y tu te volviste una puta loca de mierda igual o peor que yo. —Espetó sería. —Igualmente tengo alguien que te hará compañía. —Dijo sin más y entraron dos de sus hombres, sosteniendo a una Iss irreconocible.

Le dijo algo a Raquel a su lado, la Barbie asintió y se marcho.

—Verás, tu amiga jamás te traicionó en realidad. Solo que mi infiltrado la drogo para que soltara todo.

Dijo sin más, colocando a Iss a pocos metros míos, golpeada y medio adormilada.

—Ella dijo que lo hizo por Frank. —Espeté molesta.

—En realidad, se aprovecharon de que estaba drogada y la convencieron una y otra vez, que lo mataríamos. Pero ya había largado todo, con el maravilloso elixir de la verdad.