El Destino de una Parkinson

6

Por un instante pudo apreciar un atisbo de dolor en los ojos de Draco, pero cuando estuvo a punto de decirle algo se fue dejándola sola y confundida.

Pasaron unos minutos hasta que se tranquilizó, arrojó las colchas de Pansy y abrió el armario buscando algo decente que ponerse.

Después de rebuscar entre todas las cosas de su hermana, encontró un shorts y una blusa un poco mas normal y nada reveladora.

Entro al baño para evitar algún tipo de incidente como el que tuvo con Malfoy ya que al parecer las serpientes no sabían nada sobre privacidad y se dispuso a cambiarse.

Aún pensaba en Malfoy, sus besos y sus caricias, en como había perdido la razón por un momento y lo que le había encantado estar entre sus brazos.

Cuando se terminó de vestir tomó un poco de agua y se hecho en la cara. Tendría que olvidar lo que había pasado ya que tenía un compromiso que cumplir y solo por un desliz no echaría todo a perder.

Cuando estaba atravesando la puerta del baño escucho unos ligeros golpes en la puerta de entrada, por unos segundos su corazón se detuvo, carraspeo un poco e imitó lo mejor que pudo la voz de Pansy.

-¿Quién es?

-Soy yo Pans, ¿Me podrías abrir la puerta?

Escucho la voz de Theo casi en un susurro, con una idea en mente tomo aire y camino velozmente a la puerta. La abrió un poco y saco la mano para tomar del cuello de la camisa a Theo y lo arrastró a la habitación.

Cerró la puerta con seguro y lo acorraló en la pared. Theo abrió los ojos sorprendido y la observó unos segundos.

-¿Hermione?

-Hola cariño.

Sonrió dulcemente y todavía agarrándolo del cuello le estampo un beso un poco agresivo. Quería borrar cualquier rastro de Malfoy de sus memorias y esperaba que de esa forma lo pudiera hacer.

Theo aún sorprendido le costó algunos segundos llevarle el ritmo, intentó bajar la intensidad del beso pero Hermione no se lo permitía. Incluso empezó a bajar sus manos por el cuerpo de él y a continuar besándolo por entre su cuello, dándole pequeñas mordidas y volviendo a sus labios como si siguiera una rutina.

Frotó su cuerpo contra él y Theo dio un ligero gemido y puso sus manos en los hombros de ella. Hermione pensaba que el la pegaría mas a él o que la llevaría a la cama, estaba a punto de bajarle el pantalón cuando el la detuvo.

-No Herms, aquí no.

Hermione suspiro y se alejo un poco, podía ver la respiración algo agitada de Theo, sus labios un poco rojos por los besos que le dio y se sintió decepcionada.

Theo al ver el rostro afligido de ella la tomo de la mano y le dio una suave caricia.

-Ya tendremos mucho tiempo por delante para hacer lo que quieras princesa -le guiño un ojo y metió su mano libre a la bolsa de su pantalón-. Quería que fuera sorpresa y dártelo en mejores circunstancias, pero creo que el tiempo lo amerita.

Saco una pequeña cajita verde oscura y la abrió. Dentro había un anillo exquisito de oro blanco con un diamante azul en el centro y unos grabados de flores alrededor. Se lo puso en su dedo anular y su estado de ánimo empeoró.

Se sentía decepcionada en un principio por no haber sentido ni siquiera la mitad de emociones que fue capaz de experimentar con Malfoy, decepcionada de ella misma por fallarle a una persona tan buena como Theo y ahora con ese anillo tan precioso se sentía una basura.

Trago saliva y puso su mejor sonrisa ya que Theo esperaba que ella dijera algo.

-Es... bellísimo Theo. Gracias. -Lo abrazo e inhaló profundamente.-