15

248 26 3
                                    

Su boda sería dentro de tres semanas y había pasado una desde que vio a Hermione.

Desde entonces había estado bebiendo whisky de fuego sin parar encerrado en su habitación, un elfo iba a las horas de comida a dejarle una bandeja que de seguro su madre enviaba para que no se enfermara. Bufo y bebió el último trago de esa botella.

Escaneo la habitación buscando más botellas que beber pero apenas y podía enfocar bien la vista de lo mareado que se sentía, el siempre había sido tolerante con el alcohol pero después de su tercer o ¿cuarto? día bebiendo sentía que le estaba pasando factura.

──────── ✧ ────────

Dos semanas después, Blaise entró a la habitación de Draco y en cuanto puso un pie dentro tuvo que retroceder por el mal olor que ahí había.

Las cortinas no dejaban entrar ningún rayo de luz, las velas estaban consumidas por completo y un suave ronquido se escuchaba al fondo de la habitación donde muy probablemente encontraría al rubio en su cama.

Lanzo un Lumus máxima y se estremeció con lo que vio. Draco se encontraba con la cabeza colgando de la cama, su cabello desordenado, una horrible barba y su ropa hecha un desastre.

Decidió prender alguna luz para empezar a hacer su trabajo.

Se acerco lentamente hacia su amigo, tapando su nariz y trato de no inspirar mucho, le lanzo un Aguamenti a una distancia prudente y Draco dio un respingo.

-¡El hipogrifo me quiere matar!

-¿Enserio Draco? Un animal tan inofensivo no te hará daño -Blaise bufó divertido-.

Draco se tapó los ojos y frunció el ceño.

-¿Zabini? ¿Qué demonios haces aquí? -dijo en un gruñido tanteando alrededor de él buscando algo con que taparse los ojos-.

-Vengo a sacarte de tu... -miro a su alrededor- habitación. En una semana es tu boda y necesitas salir de aquí y lucir algo presentable tus últimos días de soltería.

Draco gruño acostumbrado ya a la luz porque no encontró una manta y busco a tientas otra botella, Blaise viendo las intenciones de su amigo las hizo desaparecer.

-Vamos, ve a bañarte si no yo mismo te meteré a la bañera y limpiare tu albino trasero.

Farfullando Draco se levanto y se metió al baño sabiendo que Blaise cumpliría con su palabra.

Después de una hora salió y vio su habitación limpia sin rastro de sus tres últimas semanas en cautiverio mientras que Blaise estaba recostado en un sofá que muy seguramente había transfigurado.

-Al fin pareces un mago normal.

-Siempre lo he sido -dijo entre dientes el rubio un poco enfadado con un inminente dolor de cabeza-.

-¿Quieres conversar con tu mejor amigo? -decía Blaise mientras levitaba una poción para la resaca a Draco-.

Draco tomó la poción y se acerco a la ventana que dejaba entrar la luz del sol, al parecer era mediodía o poco más ya que el resplandor era muy intenso, suspiro.

-¿No habías aceptado ya el matrimonio arreglado? -dijo Blaise cambiando su semblante a uno serio mientras observaba a su amigo-.

-Si...

-Entonces ¿Porqué te pones así? -pregunto con confusión-.

-No entiendo de que hablas.

-Siempre has sido un mártir pero esta vez te has pasado de la raya. Mira que llevar encerrado bebiendo por tres semanas...

El Destino de una ParkinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora