Después del caos que creo en su habitación, Draco paso encerrado todo el fin de semana ahí sin ni siquiera probar un bocado.
Sus amigos estaban preocupados por él pero sabían que si quería estar solo no podían hacer nada contra eso -menos con el carácter de él- aunque ya el domingo por la tarde, Theo cansado de la situación fue a buscarlo para saber como estaba.
-Draco si no abres esa puerta te juro por Salazar que la derrumbare -dio unos golpes en la puerta-.
Theo espero unos segundos y al no escuchar sonido alguno detrás de la puerta iba a lanzar un bombarda pero lo pensó mejor antes de lanzar el hechizo y probo con un alohomora, el cual milagrosamente funciono.
La habitación estaba en penumbras, por lo que prendió algunas velas para iluminar la habitación y se encontró con que todo estaba un desorden, como si un tornado hubiera arrasado en aquel lugar.
Busco con la mirada a Draco el cual se encontraba en medio de su cama, con el uniforme aún puesto pero con un aspecto lamentable. Se acercó a él y pudo observar que incluso una pequeña barba asomaba en su cara, sus ojos fijos en el techo de la habitación y la mirada perdida. Se preocupó por su amigo e intento tomarle el brazo lo cual fue un terrible error.
Cuando su mano entro en contacto con el brazo de Draco, esté clavó su mirada en él que parecía poseído y lo tomó por los hombros y lo empujo al suelo.
-¡Juró por Morgana, Circe y Salazar que no descansaré hasta hacerte sufrir hasta el último aliento de tu vida!
Los ojos de Draco se miraban rojos e inyectados de sangre. Theo trataba de contenerlo pero de pronto el rubio tenía la fuerza de 10 hombres y no era capaz de sacárselo de encima.
-¿Qué pasa contigo? -Theo estaba desconcertado-.
-¿Qué que es lo que pasa? -rio irónicamente- Tu existencia es mi problema.
-¿Te has vuelto loco? -Theo estaba confundido con el comportamiento del rubio-.
-Tal vez, desde el día que acepte ser tu amigo -su mirada era feroz-.
-Malfoy debemos hablar... -intentaba que entrara en razón-.
-¡No quiero hablar contigo, traidor! -escupió con veneno-.
-¿Por qué traidor? ¿Qué te he hecho? -Theo empezó a hilar cabos-.
-¡Yo la quería! -grito fuerte y lo sacudió por los hombros- Yo la quiero...-susurro Draco, bajando la intensidad de su agarre-.
-¿A quien? -Theo prefirió hacerse el que no sabía de que hablaba su amigo-.
-Hermione... -Draco rio sin ninguna pizca de humor- Fui un estúpido al confiar en ti -de pronto, le dio un puñetazo en la mejilla a Theo quien estaba estupefacto por el golpe y no se cubrió. Draco aprovecho eso para darle uno más en el ojo y la nariz.-
Después del cuarto golpe, Theo reaccionó y de un solo empujón aventó a Draco al suelo, dejándolo un poco desorientado.
-¿Y por eso fuiste tan cruel con ella todo este tiempo? subió su mano al rostro y empezó a retirar un poco de la sangre que le estaba saliendo del labio- Yo al menos nunca la trate mal, nunca la humillé solo por pertenecer a una casa distinta a la nuestra.
Draco siguió en el suelo con la mirada perdida, sabía que Theo tenía razón. El simplemente no ignoró el hecho de que ella era diferente y se enfocó en seguir los ideales que su padre le había inculcado. Para todos los sangre pura Hermione era una traidora a la sangre y él tenía que ser el ejemplo de todos y despreciarla pero también había otro camino, que fue el que Pansy, Theo incluso Blaise hicieron que era ignorarla -y en el caso de Pansy- tratar por todos los medios de seguir en contacto con ella.
ESTÁS LEYENDO
El Destino de una Parkinson
Fiksi PenggemarEl destino es algo efímero que a veces controla nuestras vidas de maneras un poco extrañas. Hermione Parkinson desde los 11 años ha tenido un desastroso destino sin embargo ha sabido salir adelante a pesar de todo, pero ¿seguiría siendo así después...