El Destino de una Parkinson

Especial Halloween.

Habían transcurrido dos años desde que Hermione y Draco se habian casado y vivían juntos en Malfoy Manor.

En un principio, su relación fue un poco difícil dado el carácter de Hermione y de vez en cuando sufrían alguna pelea debido al pasado, pero conforme pasaron los meses la convivencia se hizo más amena y su amor fue evolucionando.

Tanto Harry como Hermione les contaban a Draco y Pansy sobre las costumbres y fiestas muggles que se celebraban.

No fue hasta aquel año en el que decidieron ir a su primer fiesta de Halloween.

Estaba frente a un espejo terminándose de acomodar la capa que Hermione le había traído.

Ella y Pansy se habían encargado de ir por los disfraces que usarían en conjunto y al no entender muy bien todo el mundo muggle, no tenía ni idea de que era el disfraz que llevaba.

Pero no podía negar que aquella camisa y pantalones oscuros junto a un par de guantes y capa lo hacían lucir fantástico.

Hermione salió del vestidor enfundada en un largo vestido negro que le quedaba a la perfección.

Draco no pudo evitar el observarla con fuego en sus ojos.

Ella, ajena a los pensamientos de su marido, terminaba de ponerse unos largos guantes y fue a retocarse el maquillaje y acomodar su lacia cabellera.

Se acercó con sigilo a ella y la abrazó por la espalda.

-Luce espectacular, señora Malfoy.

-Lo sé -le dio una sonrisa de lado y se termino de poner labial rojo-.

Draco sonrió y ella lo aparto con delicadeza.

Caminó de vuelta al vestidor y salió cargando en una mano un antifaz y en la otra una máscara, se paró frente a Draco y las intercalaba en su rostro, viendo cual le quedaría mejor.

-¿Cuál llevarías tú? -le dijo mientras las movía frente a su rostro-.

Draco las miro unos segundos y señalo el antifaz.

-Perfecto -arrojo la máscara y le ayudó a ponerse el antifaz-.

Después de que se lo acomodó, le alborotó el cabello y sonrio con malicia.

-Luce increíble esta noche, señor Malfoy. Creo que seré la envidia de muchas personas hoy.

-Lo mismo digo, esposa mía.

Se unieron en un beso, preparados para la fiesta.

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Pansy estaba emocionada, irían a una fiesta después de pasar un año sin hacer actos de presencia social.

Su pequeño hijo, James, estaba dormido en la cuna a unos pasos de ella, había sido una gran sorpresa cuando poco tiempo después de la boda de su hermana quedó embarazada.

Amaba con locura a su familia, pero ya necesitaba con urgencia una noche de diversión junto a su hombre.

Ella y Harry tenían prevista su boda para finales de diciembre y también quería relajarse un poco de los preparativos de la boda que la tenían un poco estresada.

Terminaba de arreglar su maquillaje y añadió detalles en su cuerpo de sangre falsa que encantó para que no se le cayera fácilmente.

Su disfraz consistía en un sexy conjunto de enfermera asesina que lo complementaba con un par de jeringas y utensilios médicos de goma.

Harry salió del baño con su disfraz también ya puesto, el cual consistía en un traje de cirujano fantasma.

-Aún no entiendo porque elegiste estos disfraces Pan -Harry la miraba confundido-.