Luego de una erótica, divertida y muy plancentera luna de miel en Hawaii, un bebé no hace mal, ¿verdad?.
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Donde Hoseok y Jungkook experimentan el primer embarazo del menor, con todos sus sentimientos nuevos, mareos, antojos, deseos, llantos, ri...
-¡Voy en un segundo, corazón! -gritó Jungkook desde la habitación.
Hoseok suspiró con una sonrisa, tomando dos mascarillas oscuras del mueble cercano al ascensor para meterlas dentro de uno de sus bolsillos. Pronto su omega apareció en el hall, con su saco ya puesto y el cabello perfectamente arreglado.
-¿Nos vamos, cariño? -preguntó tomando a su esposo por la cintura.
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Hoseok estacionó el vehículo con cuidado en las afueras de la clínica y luego apagó el motor. Jungkook se sintió ansioso de repente y eso se lo hizo saber a su alfa.
-Hobi, tú entrarás conmigo, ¿verdad?.
-Claro que sí, nene. Yo estaré contigo en todo momento. No hay nada que temer, sólo tendremos una charla con la doctora y luego ella te pondrá un gel en tu pancita para que podamos ver a nuestro bebé en la pantalla -le dijo con voz dulce, liberando de sus feromonas y llevando su mano hacia el vientre plano de su esposo.
-De acuerdo. Voy a hacerlo -afirmó decidido, volteandose para abrir la puerta.
-¿Dónde vas, omega bonito? -advirtió el alfa, tomándole del brazo, llamando la atención de su pareja-. Debes ponerte tu mascarilla, mi vida, no quiero que enfermes o que te contagies de algo ahí dentro.
Hoseok sacó una de las mascarillas de su bolsillo y con cuidado colocó los elásticos tras las orejas de su omega. Quien sintió un calorcito en el pecho y el lazo tibio por la armonía del momento. Su omega ronroneó encantado y Jungkook aprovechó que el castaño no subió la mascarilla al instante, para plantarle un beso en los labios.
-Gracias, alfa -susurró sobre sus belfos, antes de dejar un piquito en ese lunar del labio superior del castaño.
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Dentro de la sala de espera, había tanto betas y omegas hembras como machos. Algunos muy jóvenes, otros no tanto y en un panorama general, casi ningún alfa. Contándolo a Hoseok, en total eran cuatro dentro del lugar. El matrimonio Jung tomó asiento en dos lugares libres cerca de una de las ventanas de cristal. Jungkook se tomó su tiempo para observar a su alrededor: expresiones nerviosas, aromas amargos y otros dulces, labios lastimados de tanto ser mordisqueados, omegas jóvenes sin compañía y con barrigas de un tamaño ya considerable, algunos alfas malhumorados y otros, tanto betas hembras como omegas, relajados.
