Deseos

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Jungkook resopló resignado cuando su esposo abandonó la sala y su lobo comenzó a sentirse ansioso nuevamente

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Jungkook resopló resignado cuando su esposo abandonó la sala y su lobo comenzó a sentirse ansioso nuevamente. No sabía qué era lo que le pasaba, pero desde hace días sentía la necesidad de tener a su alfa sobre él. Hoseok no lo tocaba desde hacía mucho tiempo y eso estaba atosigando mentalmente al omega. Pero, ¿cómo le explicaba a su esposo lo que le estaba sucediendo? De seguro pensaría que parece un cachorro hormonal e inmaduro.

Así que, bastante decidido, declaró para sí mismo que esa tarde, en algún momento, se encerraría en alguna parte de la casa para tocarse y así opacar ese extraño y muy repentino deseo de tener a su alfa encima.

Así que, bastante decidido, declaró para sí mismo que esa tarde, en algún momento, se encerraría en alguna parte de la casa para tocarse y así opacar ese extraño y muy repentino deseo de tener a su alfa encima

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-Nene, iré a bañarme, no me tardo -anunció Hoseok con la toalla en su mano, besándole con cariño en la cabeza.

Jungkook entonces esperó en silencio hasta perderlo de vista. Conociendo a su marido, sabía de antemano que ese ‘’no me tardo’’ en realidad se traducía como unos treinta minutos y un poco más dentro de la ducha. Ya recostado de perfil en su lado de la cama, con una sonrisa nerviosa el azabache adentró su mano derecha en sus pantalones, pasando por debajo de su ropa interior. Sus dedos fríos rozaron la piel tibia y sensible de su miembro y su palma comenzó entonces con un vaivén lento y torturoso. Intentaba pensar en cosas que le excitaran: como su marido lamiéndole los pezones o jugando con ellos, besándole en el cuello o con la cabeza entre sus piernas atendiendo oralmente a su miembro. Sin embargo, por más que trataba y re intentaba, cada vez que aceleraba un poco más sus movimientos su mente volvía a ser de un color blanco. 

𝕌𝕟 𝕓𝕖𝕓é 𝕡𝕒𝕣𝕒 𝕖𝕝 𝕚𝕟𝕧𝕚𝕖𝕣𝕟𝕠- ♡HK♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora