Llegada

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—¿Una línea de ropa para infantes? —preguntó Jisoo rascando un poco su largo cabello negro—. No suena mal, aunque tendríamos que comenzar a buscar telas ya. 

—¿Le gusta la idea, Jisoo Noona? ¿En serio? —preguntó Jungkook con los ojitos brillantes, abrazando su cuaderno con dibujos y liberando feromonas dulces que hicieron sonreír a su esposo. 

—Por supuesto, suena adorable. Además necesitamos ideas nuevas para progresar. 

La charla entre los omegas duró largos minutos en la oficina del azabache. Jungkook tenía la suerte de congeniar de maravilla con Jisoo en todo lo que hacían. Siempre se mantenían al tanto de lo último en moda, ella tenía un ojo excelente para escoger y diseñar prendas para omegas hembras y Jungkook para machos, en general también omegas pero en el último tiempo había conseguido clientes alfas y betas. 

Jisoo tomó a Jungkook del antebrazo y despacio, con Hoseok siguiéndoles al lado de su esposo, la mayor lo guió hacia el piso de arriba donde se estaba llevando a cabo una sesión de fotos con un joven alfa modelo que según Lisa estaba ardiendo en las redes sociales. 

—¡Jungkook-ssi! —chilló la alfa de cabello corto que dirigía la sesión cuando vio a su jefe entrar en el gran salón.

El azabache se dejó abrazar y besar en las mejillas por Lisa, que no paraba de interrogarle acerca de cómo estaba y si es que todo iba bien. 

—Bueno, antes de que se vayan, con mi esposa tenemos algo para darles —les dijo Lisa, cuando Hoseok y Jungkook estaban a punto de abandonar la sala

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—Bueno, antes de que se vayan, con mi esposa tenemos algo para darles —les dijo Lisa, cuando Hoseok y Jungkook estaban a punto de abandonar la sala. 

La omega fue donde sus estantes de la oficina y tomó las bolsas que olían a dulce perfume de bebé. La nariz del azabache percibió el aroma primero y su lobo comenzó a ronronear ante el entusiasmo. 

—Noonas, no tenían que hacerlo —dijo Jungkook con las mejillas coloradas. 

—Por supuesto que sí, eres nuestro jefe y gracias a ti hoy estamos juntas —respondió Jisoo con una sonrisa. 

El auto olía a delicioso perfume de bebé mezclado con las dulces feromonas del omega, que no paraba de sonreír mientras su esposo le acariciaba el muslo y una melodía tranquila resonaba en los estéreos del auto

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El auto olía a delicioso perfume de bebé mezclado con las dulces feromonas del omega, que no paraba de sonreír mientras su esposo le acariciaba el muslo y una melodía tranquila resonaba en los estéreos del auto. Los ojitos de bambi viajaron hacia la ventana, admirando con el pasar de las cuadras las flores coloridas que adornaban todas y cada una de las plazas y parques. Un pequeño puesto de helados ubicado en la esquina de uno de los enormes prados verdes llamó su atención enseguida enviando olas de deseo a través del lazo, sin embargo, Hoseok había pasado tan rápido por allí que casi pierde de vista el sitio. 

𝕌𝕟 𝕓𝕖𝕓é 𝕡𝕒𝕣𝕒 𝕖𝕝 𝕚𝕟𝕧𝕚𝕖𝕣𝕟𝕠- ♡HK♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora