San Valentín

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Jungkook dejó una infinidad de besos en el cuello de su esposo, que le sacaron una risita ronca en medio de sus sueños. Los ojos castaños del alfa se abrieron apenas, encontrando los brillosos ojos de bambi de su omega, que le miraban acompañados de una radiante sonrisa de conejito.

—Feliz día de San Valentín, mi vida —le dijo Hoseok tomando a Jungkook por la cintura, para plantarle un lento beso en los labios. 

—Feliz San Valentín, corazoncito —respondió el omega, cuando se separaron y su lazo comenzó a calentarse, corriendo unos mechones de cabello en el rostro ajeno para besar de nueva cuenta esos labios gruesos que tanto le gustaban. 

—¿Eres mi regalo? —preguntó como pudo Hoseok, cuando su menor se encargaba de morder, lamer y succionar sus labios a su gusto, acomodándose mejor sobre su pecho. 

Con falsos ojitos inocentes, Jungkook terminó su tarea cuando succionó una última vez la lengua de su mayor en medio de su húmedo beso. 

—Lamento decirte que no, alfa. En cuatro días seré todo tuyo, en el momento que quieras —ofreció Jungkook con una sonrisa ladina, enviando olas de sensualidad que hacían lloriquear al alfa, mientras sus dedos de la mano derecha se encargaban de acariciar, trazando círculos, el pezón acanelado del mayor.

—Me gusta la oferta, cariño. Voy a tomarla. 

—Eres un buen alfa, mi Hobi hyung —ronroneó sensualmente el menor, mientras llevaba su rostro directo al cuello moreno de su castaño, para cargarlo con la dosis diaria de besos perezosos.

—Eres un buen alfa, mi Hobi hyung —ronroneó sensualmente el menor, mientras llevaba su rostro directo al cuello moreno de su castaño, para cargarlo con la dosis diaria de besos perezosos

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—Kai, solecito, apresúrate que llegaremos tarde —gritó Jungkook desde la sala. 

—¡Voy enseguida, ma! —respondió de regreso el adolescente, cuando su delineado estaba acabado. 

Con prisa el pequeño castaño escondió la caja con letras brillantes en una bolsa y tomando su móvil de pasada, salió disparado de su habitación.

Cuando llegó a la escuela su amigo Beomgyu lo recibió con un fuerte abrazo, seguido de un sin fin de chillidos al ver el contenido de la bolsa que colgaba de su antebrazo. Jeon Kai estaba seguro, seguro de que ese día conquistaría a ese popular alfa de cabellos grises. 

Kang Tae-hyun, conocido dentro de la preparatoria simplemente como Taehyun, era un alfa de su clase, líder y vocalista de la única banda de rock de la escuela, uno de los estudiantes más destacados y por supuesto, el tipo ideal de más de un omega. Sin embargo, para Kai, Taehyun era el único alfa para su lobo. 

—¿Y vas a dárselo en el receso? —le preguntó Beomgyu más que entusiasmado, cuando ambos se sentaron en su respectivo banco. 

—Sí, lo haré apenas nos crucemos en el corredor —respondió el menor con una sonrisa. 

 

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𝕌𝕟 𝕓𝕖𝕓é 𝕡𝕒𝕣𝕒 𝕖𝕝 𝕚𝕟𝕧𝕚𝕖𝕣𝕟𝕠- ♡HK♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora