⸼ boss. ★； 𝗺𝗲𝗮𝗻𝗶𝗲

𝟓𝟗

❲ 𝐛 𝐨 𝐬 𝐬 ❳

Mingyu caminó lo más rápido que pudo escuchando los pasos de Seungcheol detrás. Su corazón bombeaba queriendo salir de su pecho y su respiración estaba agitada. Wonwoo iba unos metros lejos de ambos tratando de calmarse, estuvo a punto de decirle y ahora Mingyu lo descubriría por sí mismo y sería malditamente peor.

─Por privacidad aún no he visto nada señor─ habló el castaño frente a la computadora cuando vió entrar al azabache por la puerta, se apartó y dió una pequeña reverencia.

─Bien hecho─ respondió dando una palmada en su hombro.

Seungcheol y Wonwoo llegaron unos segundos después, el primero se posicionó a un lado del más alto con los nervios igualmente de punta. Mingyu compartió una mirada con él, y después la llevó hasta la laptop; en ella estaba plasmada la imagen detenida de la calle donde había sucedido el suceso.

Wonwoo se recargó de la pared y posó sus manos en las rodillas agachándose un poco, realmente quería colocar el revólver en su garganta y jalar el gatillo, problamente eso le dolería menos que lo que Mingyu le diría después de ver aquellas grabaciones.

Nadie pronunció nada, mientras que Mingyu revolvía sus cabellos y cerraba por un momento los ojos. Estaba por observar al hombre, estaba por ver cada paso que había hecho y cómo, estaba por saber quién había sido y no se detendría.

Miró a Seungcheol y ambos asintieron, y sin más dirigió su dedo hasta la tecla para reproducir el video.

─Iré Mingyu. Ya te dije que hasta que no seas el líder aquí, no tienes el por qué decirme qué hacer con mi trabajo─ mencionó el hombre, un joven Mingyu frente suyo bufó rodando sus ojos.

─Lo sé papá, ¡pero todo está tan extraño!─ respondió exasperado ─¿Por qué aceptarían ir a ese lugar? ¿y por qué?-.

─Tal vez están aceptando su destino─ Wonhyung lo interrumpió riendo por su comentario, y se acomodó el traje recién hecho a la medida ─Nadie amenaza a mi hijo sin que salga ileso. Iré con Hyungwoo, dile a Seungcheol que tampoco se preocupe, cuidaré de su querido papá muy bien.

El chico asintió desganado, su padre siempre había sido muy testarudo y no lo escucharía por más que le dijera que toda esa situación le parecía sospechosa. Siguió con la mirada al hombre que se dirigía a la salida habitación.

─Papá...─ habló jugando con sus dedos con nerviosismo ─No te hagas daño.

El mayor asintió y abandonó el lugar.

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