Contigo siempre estaré

Capítulo 4

All these years.

Ririka.

Ya no sé qué hacer, realmente hago lo mejor que puedo.

Tras la entrada de Koda, le encargué reprogramar la junta, salí casi corriendo de la sala y bajé por la escaleras ¿qué si serviría de algo que yo esté ahí? Posiblemente no, pero aún así sentía que era mi deber. Con Kirari aquí, nunca había sucedido algo como esto ¿Por qué habría una diferencia conmigo?

Me encuentro delante del hospital, como venía escuchando en la radio de mi auto, el edificio estaba completamente en llamas. Varios vehículos de bomberos rodeaban a una distancia segura toda la instalación, los autos de la policía han acordonado el acceso. Seguía observando desde adentro de mi auto, sin ninguna seguridad conmigo ahora, posiblemente pueda ocurrir algo. Entro en un conflicto para saber cuál sería mi siguiente movimiento ¿En realidad estaba bien venir aquí? Decido sacar mi teléfono y llamar a Kirari, el móvil suena varias veces pero al final no responde ¿cuánto tiempo pasará para que descubra o encuentre la noticia?

Apoyo mis manos en el volante y coloco mi cabeza en el espacio vacío ¿Qué debería hacer?

Levanto la cabeza y miro alrededor, hay varias bolsas negras esparcidas por el suelo, algunos doctores se encuentran atendiendo pacientes que no sufrieron un daño crítico. A lo lejos puede escucharse el sonido particular de las sirenas en la ambulancia. Re dirijo mi atención al lugar y puedo notar con claridad el cabello platinado de Miro, talvez pueda acercarme y pedir información, nisiquiera sé en donde pueden estar Miri y Miyo, si no estaban dentro del hospital ¿En donde se habrán metido? Como sea, quizá haya sido una intervención divina, agradezco el hecho de que no hayan estado dentro.

Pensar con claridad en momentos como este no es mi fuerte, así que haría lo primero que pensé.

Desabrocho el cinturón de seguridad y lo aparto de mi cuerpo, abro la puerta, saco un pie, luego el otro, lo cierro y le coloco el seguro. Guardo las llaves en la bolsa de mi chaqueta, me arreglo el cabello y trato de descubrir una apertura dentro del caos y revolvillo de gente para acercarme a Miro. Es imposible, las personas ahí obstruyen completamente el paso. Miroslava está muy concentrada, es poco probable que pueda verme desde la distancia donde ambas nos encontramos. Todo este día se había venido en picada ¿Había hecho algo mal y este era mi castigo?

Decidí no alejarme mucho de mi auto, ahora me encuentro mirando la escena desde una esquina. Miroslava gira en mi dirección, y aunque su atención no está en mí, trato de hacer que me vea, así que agito una mano, parece no notarme pero un oficial cerca se da cuenta y es muy generoso al avisarle. Puedo notar que pone mala cara ¿estoy en problemas? Replica mi subconsciente.

—¿Por qué estás aquí?— dice mientras se acerca.

—También me alegro de verte— respondo sarcástica.

—No es momento para emotivos reencuentros... tu personal de seguridad ¿dónde está?— dice mientras mira por los lados, eso suena como un regaño.

—Thaylor está enfermo, pero eso no importa ¿de acuerdo?, como tu jefa debes decirme lo que pasa, dime ¿dónde están Miri y Miyo?— levanta una ceja y me mira interrogante.

—Salieron a almorzar, no estuvieron adentro cuando ocurrió todo esto. Ahora las dos están atendiendo a todos los pacientes que necesitan atención especial y se han ido en un par de ambulancias.

—Ya veo... eso es un alivio— respondo con una media sonrisa, mi cuerpo se relaja. —Les llamé al celular pero ninguna contestó, ahora entiendo porqué. Bien, supongo que puedo dejar el resto en...