Capítulo 6

159 29 4
                                    


Sayaka.

"Las líneas paralelas tienen la misma pendiente. Tienen la misma distancia entre ellas, pero nunca estuvieron destinadas a encontrarse".

Llevo varios minutos analizando esa parte del nuevo libro que he comprado, me ha gustado mucho y talvez podría convertirse en mi libro favorito. Aunque el día es soleado, hace frío, tranquilamente me encuentro sentada en un banca y como el almuerzo, con una mano sujeto mi libro y con la otra los palitos de madera. Los exámenes finales están cerca, pero esta vez no me preocupan. Vivo en un pequeño departamento cerca de aquí, sin embargo, por levantarme tarde he olvidado mi teléfono en casa, reviso la hora constantemente en mi reloj, tengo quince minutos más... solo han pasado cinco, el tiempo parece ir despacio. El silencio inunda la habitación o algo parecido, los chirridos del ventilador en el techo son cada vez más frecuentes y más fuertes.

Mi ambiente tranquilo se rompe cuando alguien entra sorpresivamente por la puerta, además provoca un ruido estremecedor al golpear contra la pared.

—¡Les dije que aquí estaba!— dice quién entra primero.

—Prometiste que hoy comerías con nosotros— pronuncia con un ligero descontento quién sigue detrás.

—Hola, Sayaka— dice con un tono alegre quien entra al final.

Es verdad, con todo el ajetreo que tuve esta mañana había olvidado esta cita, ¡si tan solo mi bicicleta no me hubiera causado problemas!

—Min‐ho, Hye, Taeyang, lo siento, lo he olvidado— digo apenada y trato de esconder mi rubor detrás del libro. Mis mejillas arden y siento un poco de vergüenza. Los tres se sientan en los espacios vacíos y colocan sus platos sobre la mesa, cajitas de leche con chocolate son las que puedes notar a simple vista. El ambiente cambia, antes me sentía un tanto preocupada, ahora me siento tranquila, cierro mi libro y lo coloco a mi lado derecho, a un lado de mi brazo y me permito comer con más satisfacción teniendo una mano libre. Ellos hablan entre sí hasta que me involucran en su conversación.

—¿Aún con esta oscuridad puedes leer bien?, te lastimaras los ojos— dice Hye con un ligero aire de preocupación.

—Estoy bien, estoy bien... me he acostumbrado a la poca luminosidad.

Ojalá solo fuera una mentira, mi departamento últimamente ha estado teniendo fallas de electricidad y me ha tocado leer solo con la luz de mi celular o con mi lámpara de baterías. Debo buscar otro lugar muy pronto, pero el dinero no me es suficiente por ahora así que me veo obligada a aguantar en ese tormentoso cuarto, al menos un poco más.

Mientras que con mis palitos sujeto un pedazo de sushi, Min‐ho comienza a hablar sobre las noticias del matiné, no presto mucha atención pues me concentro en sujetar con firmeza mi comida y luego llevarla hasta mi boca, además el último párrafo del texto aún ronda por mi mente ¿qué sentido tiene?. De repente, todo cambia, todo parecer ser que se detiene cuando con solo mencionar su nombre hace que mi mundo se pongo de cabeza ¿Qué es esto? ¿Por qué de repente me invade esta extraña sensación? No lo entiendo.

—Min‐ho, ¿podrías repetir lo que acabas de decir?— pregunto con una notable confusión mezclada con angustia.

—¿Ah?, creí que ya sabías. Es lo último en tendencias— responde dudoso.

¿Cómo iba a saberlo?, olvidé mi teléfono en casa. Además no es como si estuviera pegada a mis redes sociales todo el tiempo.
Min‐ho nuevamente toma su celular y comienza a ver la pantalla fijamente, su dedo pulgar va de arriba hacia abajo, impaciente comienzo a jugar con mis dedos, mis manos... las coloco sobre la mesa, juego con los palitos, lo miro a él luego a Hye, luego Taeyang, hasta que por fin se detiene. Vaya, solo fueron cinco segundos. Él me muestra la pantalla de su teléfono, por suerte se había sentado a mi lado, estiro el cuello para poder ver con facilidad. Alcancé a leer el título, pero apartó su mano en cuanto un grito se venía escuchando afuera. Él se sobresaltó y yo también.

Contigo siempre estaréDonde viven las historias. Descúbrelo ahora