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T H E D A R E - EBDLF

The Dare

Sloan estuvo con Rochel escogiendo el conjunto perfecto para ir a una de las fiestas más grandes e importantes de Parker Reed, su mejor amigo. Al final había escogido una falda con un top que dejaba a la vista su abdomen, pero al ver en su armario aquel vestido rojo con un gran escote llama su atención.

Mira a Rochel quien asiente con la cabeza en repetidas ocasiones, diciéndole con la mirada que ese vestido arrasaría con todos los chicos de la fiesta. Y no estaba tan lejos de la realidad. En cambio, Rochel escogió algo que combinara con el atuendo de su novia, Margot.

—Arrasaras hoy. Estoy segura que los chicos voltearan a verte con el deseo de arrancarte el vestido con los dientes —ella ríe por el comentario de su amiga.

—Espero que alguno lo haga realidad —ríen traviesas.

—Si no tuviera novia, yo misma te lo arrancaría... —confiesa Rochel con una sonrisa coqueta. Era obvio que era la mejor amiga de Reed. 

—¡Rochel! —exclama Margot quien estaba a un lado de esta, obvio como reclamo. Pero después las tres ríen.

[...]

Llegaron a la fiesta después de pasar frente al tocador un par de horas. Era Halloween por lo que las tres iban vestidas, Sloan iba vestida de una diablilla sexy, Rochel una malteada y Margot como papás fritas, ya que como pareja habían decidido que así sería.

La única atrevida había sido ella, junto Dylan y Joy quienes esperaban a las otras en la entrada de la fiesta. Ellas iban vestidas de super héroes y anti héroes, idea de Dylan por supuesto; Joy de mujer maravilla y Dylan de Harley Quinn, y eso formaba al extraño ship frustrado que tenían estos dos personajes.

—¡Santa madre! —exclama Joy al ver a las chicas.

—Se ven geniales —les dice Dylan a la otra pareja.

Aquellas solo se mofaron, diciendo en silencio que ya saben eso. Modestas ante todo.

—Necesito un trago —implora Sloan.

—Vamos adentro, Jack está haciéndolos.

Pero que claro que él los estaría haciendo, aparte de ser bueno para la cocina, incluso la repostería, era bueno para hacer tragos; sería un buen barman o incluso un buen Batman, que era eso de lo que se había disfrazado. Se veía muy bien en ese traje.

Y claro, se encargó de que Sloan perdiera los estribos demasiado rápido con sus bebidas. Estaba bailando cuando vio a un chico vestido totalmente de negro simbolizando a la muerte misma, mordió su labio, sabía quien era y era uno de los chicos más guapos de la escuela.

Ambos mantuvieron miradas por un par de segundos antes de retirarla. Él era parte del grupo de Jack, pero demasiado premium para cualquier chica y en realidad aunque Sloan moría por él, lo miraba con indiferencia y un poco de desprecio. 

—¡Voy al baño! —gritó Sloan debido a la música que estaba a reventar sus tímpanos. Sus amigas asintieron sin importarles mucho.

Verlo lo había dejado sin palabras, aparte que ese baile con aquel chico —un baile demasiado sensual—, la había dejado con muchas ganas de más movimientos así. Necesitaba desahogarse y urgentemente un baño que estuviera cerca, además que aquella tanga rozaba demasiado con su zona sensible. Ver a Reed de aquella manera y mantener la mirada con él, más aquel baile y su ropa interior que no ayudaba mucho a mantener al margen no ayudaba.