Especial 2.0

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Personajes: Parker Reed y TN Sloan
Advertencias: No mueras de ternura
Canción: Die For You - The Weeknd
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Decidí que hacerle una sorpresa sería la mejor idea. Los últimos después de descubrir lo desanimada que estaba, solo me llevaba a la conclusión de que hacer cosas especiales por ella sería una buena opción.

Pensé en tantas cosas, una de ellas ver películas con ella, pero eso no era algo romántico era algo que hacíamos cada fin de semana y era hacer que se quedara en casa; en cama y posiblemente en pijama. No necesitaba más de eso.

Así que, con la ayuda de Rochel y Skylar pude hacer algo realmente lindo, atrevido y espontáneo. Algo que definitivamente necesitaba, algo que la dejara con la cabeza en las nubes.

—Creo que todo está listo. ¿Dónde estás tú? —preguntó Rochel.

—En su casa, a punto de tocar el timbre —digo, acomodando mi camisa.

Jamás estoy tan nervioso, a menos que vaya a hacer algo con ella. Sloan me pone nervioso en formas que no muchos logran. Me hace ver Vemon aunque ya la hayamos visto tres veces anteriormente ese día. ¡Aunque yo le digo que quiero ver Game of Thrones!

Y bueno, la guerra siempre la gana ella o el sexo.

La puerta se abre unos segundos después cuando toco el tiembre. Su padre está parado frente a mí con un gesto ceñudo.

Una sonrisa se expande cuando me ve. —¡Parker, que bueno es verte por aquí! ¿Vienes por T/N, no?

—Ah... si —respondo cuando quedo patinando.

—Pasa, eres bienvenido.

Eso no dijo cuando me encontró en el cuarto de su hija...

—¿Qué tal la escuela?

Es una total mierda.

—Bien. Mejor que otros años.

—Eso es bueno... —Suspira—. Está en su cuarto.

Agradezco y salgo corriendo de ahí. No puedo mantener una conversación con su padre, nunca he podido.

Entré a su habitación con discreción, quería sorprenderla, algo así como: ¡Sorpresa! ¡Alistate porque salimos en cinco! Pero también tomarla de la cintura y quedarnos en la cama todo el día.

No lo haríamos. El trabajo de Roch y Skyl no sería en vano.

Cuando la vi estaba de espaldas, colocandose unas botas altas, viendo en un espejo pequeño —de piso—, como le quedaban. Lo cual me dio acceso total a mi vista, justo en el punto exacto.

Se quedó observándolas por un rato cuando yo la abracé por detrás. Sentí como su cuerpo se estremeció. Sonreí.

—Las sorpresas siguen llegando —susurra—. ¿Qué haces aquí?

—Pensé que sería algo bueno ir a dar un vuelta, salir, dar un pequeño paseo, o escapar como un par de amantes... —entierro mi cara en su cuello, causando escalofríos en ella.

—Sería bueno —dice ella, cerrando los ojos.

—Entonces vamos, Francis me prestó su auto.

—¿Ya?

—Creo que ese es el punto —rio un poco.

—Dame cinco. Necesito cambiarme —susurra dando una vuelta para quedar frente a frente—. No creo que quieras que salga así.

Miro lo que trae puesto. Un camisón con sus botas altas, su cabello está recogido. Se ve perfecta.

—No importa que lleves puesto..., solo va a importar cuando te lo quite.

Ella ríe, pero sé que no querrá salir así. Tomo un cinto que está en su cama y lo coloco en su cintura, dando a conocer sus curvas.

—Ahora si estás lista. Te espero en el auto —beso sus labios y salgo. Ella niega con la cabeza divertida.

[...]

Al final decide irse así, como la encontré. Estamos listo para lo sopresa que le tengo, ya es algo tarde, por lo que pedí permiso a su padre para que ella pudiera quedarse conmigo esta noche. Accedió.

—No entiendo por tanto misterio, solo dime y ya.

Negué. Si cree que le diré algo está muy equivocada, nada saldrá de mi boca.

No tardamos mucho en llegar, había tomado unos atajos para que no pudiera descubrir a donde íbamos. De todas formas, por precaución, había cubierto sus ojos.

—Muy bien, ya llegamos —digo.

—Al fin —responde ella.

Tomo su mano para guiarla hacia el lugar. Es apartado y es demasiado privado, lo cual nos beneficia a ambos. Necesitamos urgentemente estar a solas, ella y yo.

Caminamos un par de minutos antes de llegar a un terraza, con vista a las luces de la ciudad. Estamos en una cabaña, pero les pedí a los chicos que me ayudaran a hacer la cita más romántica que pudieran imaginar. Así que Jack contribuyó con la comida, Beck con el transporte y Skylar y Roch con la decoración.

Cuando llegamos destape sus ojos, y pude notar que había un par de mantas en el suelo, con un par de velas alrededor. La comida decorada, tal como dijo Jack que lo haría. Un par de mantas formaban una pared delgada en la terraza, para tener privacidad por si tenía una loca idea, como: Sexo en la terraza.

Pero dejaba una excelente vista a las luces de la cuidad, donde de seguro nadie vería a dos adolescentes con hormonas alborotadas.

—Vaya... Es hermoso —dice ella, asombrada.

—Es para nosotros, para toda la noches —susurro en su oído.

Ella besa mis labios tiernamente, donde me es difícil conseguir dejar mis manos quietas. Se colocan en su cintura, pero con un poco de fuerza ella está en mis brazos siendo cargada.

Camino hasta que chocamos contra una pared y nos detenemos a solos acariciarnos hasta yo llegar a subir su camisón. No me abstengo a hacer todo lo que siempre deseo.

Los suspiros llegan a mis oídos dulcemente cuando comienzo a atacar su cuello, cuando llego de nuevo a sus labios y sus exquisito sabor.

—Parker... Podemos hacer esto...

—¿Por qué no ahora? ¿Por qué debemos posponer lo que podemos hacer ahora...? —beso su cuello nuevamente, de nuevo, bajando cada vez más.

Ella jadea.

—La comida de Jack... —dice ella—. Se va a enfriar. No queremos eso...

—Deja de dar excusas, por favor.

Presiono su zona contra la mía y jadea.

—Por todos los Reed, eres perfecta.

Ella ríe. —¿En serio exclamas en nombre todos tus antepasados?

—¿Qué? ¿Tú no?

—Eres un tonto...

—Soy el tonto que te ama —sigo presionando su zona sensible—. Y tú eres mi pequeña simbionte gruñón...

Ella jadea, sonrío disfrutando la música en mis oídos...

EBDLFVERSEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora