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F R A N S S I E

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Personajes: Francis Reed y Cassie Morrison.

Advertencia: Posiblemente de diabetes, smut leve.
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Llevaba tiempo sin tener un niñero. Siempre he tenido al mismo chico desde que tengo memoria, cuidaba a mi hermano a y a mí cuando papá no estaba. Este alguien cercano a nuestra familia, puesto que la mamá de este chico fue amiga de nuestra madre. Francis Reed era el hermano mayor de Parker, uno de los mejores amigo de Jack.  
A pesar de que papá no nos dejaba muchas veces con un niñero, con las pocas veces tuve suficiente para quedar perdidamente enamorada por este. Esta vez no sería la excepción, él sería nuestro niñero de nuevo, más bien, mi niñero porque Jack se le ocurrió dejarme sola con él por irse con Beck.

Ya que lo primero que quiere ver es a su novio en vez de a mí, sé que su relación a distancia es horrible por la universidad, pero contaba con él para que me cuidara este fin de semana...

A veces me pregunto que siente Jack por tener un novio tan lindo. Supongo que no lo sabré nunca, y como sea, teniendo dieciséis años el único chico que quiero no me hará caso ni en un millón de años.

—Sabes que estas oportunidades no se desperdician —es lo primero que me dice Jack, por el teléfono—. Necesito pasar urgentemente con Beck este fin.

—¿Por qué? ¿Ya te urge quedar embarazado y que te mantenga su futuro padre? —mi sarcasmo es notorio. Sé que él ahora está rodando los ojos por el gruñido que le sale.

—Sabes que el sarcasmo no te ayuda en nada —reclama.

—Me ayuda a ofenderte y eso me hace sentir mejor.

—Francis estará contigo este fin, no es como que sea la típica anciana aburrida que no te dejará hacer nada.

Ahora ruedo los ojos, porque lo único que quería era pasarla con él. Quería estar con él, preguntarle cómo era la universidad, cómo le iba en sus clases, si aun se destacaba por ser uno de los mejores a pesar de todo la presión sobre sus hombros. Quería saber cómo está mi hermano y solo conseguí tener un niñero.

Y no me molestaba que fuera Francis, pero lo que sí me molestaba era tener que verlo y no poder hacer nada, solo lucir como alguien nueve años menor y como una mocosa que no sabe lo que quiere.

—No se trata sobre eso, Jack... Solo que, esperaba —me quedo callada pensando que decir, pero no puedo, mi orgullo no me lo permite.

—¿Qué esperabas?

—Nada. —Respondo, seca—. Nos vemos en Navidad, Jack...

—No, espera, Cas-

Corto la llamada porque no quiero escuchar más. No necesito escuchar nada más por su parte, solo quiero irme a casa y comer hasta que el pantalón me pinte un cinturón rojo —es decir, hasta engordar—. Y nadie puede juzgarme, ahora estaba sola con papá y eso no era algo tan cool. Jack ahora solo se interesa por su novio y yo quedo sola, porque hasta papá ha conseguido pareja.

Me he quedado totalmente sola.

Salgo de la escuela pero no veo a nadie con un letrero que diga "Cassie Morrison", así que supongo que nadie ha llegado por mí.

—La pequeña Morrison... ¿Qué? ¿Tú hermano se olvidó de ti? —se burló una chica.

Los que estaban alrededor empezaron a reír, y tiene razón, alguien se había olvidado de mí..., más bien todos se olvidaron de la pequeña Cassie.