EBDLFVERSE

W O O K

Las clases de gastronomía en Nueva York han sido como un despertar para Jack. Sus compañeros eran agradables y los maestros excelentes. Al menos para él.

Había tomado la decisión correcta, seguir su sueño. Joy y él se habían tomado un tiempo, por lo menos hasta que pudieran otra vez estar juntos. Ella se había ido a una academia militar, por lo que si seguían juntos lo suyo no funcionará todo el tiempo. Darse un tiempo era lo mejor.

Su compañero de más era lo mejor de todo esto. Atwood era su nombre, un chico bastante carismático y feliz. Le agradaba a Jack por su personalidad. Se complementan bien, tanto en la cocina como fuera de ella.

-Dios, Jack. Esto está delicioso.

-Te lo dije -se mofó en si mismo.

-Debes hacerme un poco para cuando vaya a casa. Necesito que mi abuela lo pruebe.

Jack rió. Para él, Atwood era adorable.

-Tú dime cuándo será eso y con gusto lo hago.

Atwood sonrió de oreja a oreja. Siguió comiendo el platillo que Jack había hecho. Ambos estaban en el piso que habían decido alquilar juntos.

Jack se quitó la camiseta y caminó hacia su habitación provocando la atención de Atwood, su mirada se dirigió hacia su torso para luego ver cómo desaparecía por la puerta de su habitación. Jack sonrió victorioso.

En las últimas semanas, por no decir que en los últimos dos meses Jack quería esa atención que Atwood le daba todo el tiempo. Le fascinaba como lo elogiaba, como le encantaba cada platillo o postre que hacía, a pesar de que ambos estudiaban para lo mismo.

-Estaba pensando... -inició Atwood acercándose a la puerta de Jack-. Que podrías acompañarme.

-¿Acompañarte? -preguntó el otro.

-Sí, no lo sé, como ya conozco a tu familia... -ambos se quedan en silencio-. Olvídalo, es tonto.

-No, no. Vamos, dime.

Jack se acercó a él, aún sin ponerse una camiseta. Atwood no lograba concentrarse y eso hacía sonreír a otro. Dios, amaba ponerlo nervioso. Amaba la reacción que tenía ante él.

-Yo... Vamos, Jack.

-¿Qué? -preguntó curioso.

-Ya sabes.

-No, no creo saber -se acercó más al chico.

-Jack... -susurró cuando estuvo lo suficientemente cerca de su rostro. Su cercanía lo volvía susceptible ante cualquier cosa.

-¿Sí?

-Me gustas... -murmuró mirando todo menos sus ojos.

El corazón de Jack empezó a latir con fuerza al igual que el de Atwood.

El ojiverde tomó la mejilla del otro y de pronto Atwood sintió sus labios. Cerró los ojos y se dejó llevar por el momento. Rodeó sus brazos por la cintura de Jack y lo atrajo hacia él. Un beso lento, pero un sentimiento intenso era el que los absorbía en ese momento.

-También me gustas, Atwood.

-Ya lo noté -respondió el otro. Ambos soltaron una risita nerviosa.

Jack acarició sus mejillas y las besó, Atwood pudo sentir la suavidad de sus labios. Y esa suavidad fue bajando y bajando hasta llegar a su mandíbula y bajar por su cuello. Sus manos recorrieron la cintura de Jack y terminó por sacarle provecho para tomarlo y posar sus piernas en sus caderas.

-¿No voy muy rápido? -preguntó Atwood.

-No, no...

Estaba perdido en sus caricias, en proporcionar más de ellas. Jack estaba ocupado mostrándole a aquel chico cuánto deseaba estar ahí, con él.

Tras unos pequeños obstáculos lograron llegar a la cama de Jack, entonces dejó su cuerpo en ella y se posó encima para ahora él poder besarlo. Más que una pasión arrebatada, había unas ganas de conocer cada parte del cuerpo del otro que guardar la calma les parecía la opción ideal.

Atwood lo miró por un momento y pudo darse cuenta del color adquirido en las mejillas de Jack. Su pecho subía y bajaba con pesadez.

-¿Qué me has hecho? -murmuró Atwood sobre los labios del otro. Este rió y unió sus labios una vez más.

-¿Quieres hacerlo?

Ambos sabían a lo que se refería.

-¿Y tú?

Un silencio se creó. Tal vez si iban demasiado rápido.

-Podemos esperar...

-Sí, no me parece una mala opción.

Se sentaron en la cama y no se vieron hasta después de unos segundos.

-Lo lamento -dijo Jack.

-Ey, no. Está bien. Íbamos muy rápido. -Acaricia su mejilla-. Primero deberíamos salir.

-¿En una cita?

-Sí -respondió Atwood-. Después quiero que conozcas a mi familia.

-¿Cómo tú amigo...?

-Como mi novio... -dijo sin más.