Especial 3.0

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Personajes: Parker Reed y Sloane Cavanaugh.

Advertencia: Contenido adulto.
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Despertó con un peso en su cintura, al tocar con su mano supo de inmediato que era el brazo de su novio. Suspiro aliviada al recordar que ni sus hermanos, ni su padre estaban en casa.

Particularmente al padre de Sloan no le agradaba mucho Parker, tal vez por el hecho de identificarse tanto con el muchacho. Tan coqueto siempre y sin pena.

Por otro lado, el chico quien había estado despierto desde hace un rato esperaba a que su dulce novia también lo hiciera, lo cual fue algo que no sucedió hasta este momento. Así que, estaba fingiendo estar dormido.

Cuando esta intentó levantarse, Parker dio un pequeño apretón para sostener su cuerpo. No quería que ella se fuera. Ella volteó a verlo.

—¿Estás despierto? —preguntó Sloane.

Su voz se escuchó aun muy ronca. —Si.

Ella aun así se levantó para hacer sus necesidades, lavarse la cara y lavar sus dientes. Sabía que de los labios de Parker nadie se escapa.

Cuando lo hizo salió para encontrarse a Parker en la puerta listo para atacar sus labios, era como sí el Parker adormilado hubiera desaparecido por completo. Pero claro que el gran fanático del sexo estaría para una ronda mañanera.

Creo que era lo que más les gustaba a ambos. Disfrutar de sus cuerpo en la misma sintonía, con movimientos suaves o a veces... rudos. Reed estaba listo para atacar los labios de su novia.

Lo hizo. Ella jadeo ante la rudeza y la determinación de las manos de su novio, estaba segura que lo harían, y eso la dejaba con ganas de arrancar la ropa de Reed.

—Ah... —gimió al sentir las frías manos del chico rozando con su intimidad.

Aunque aun estaba cubierta por la tela de sus bragas de encaje.

—¿Te gusta? ¿Te gusta sentir como te hago mía?

Volvió a jadear, la dulce voz de Parker en su oído la descontrolaba por completo. Ella saltó para colocar sus piernas en las caderas de él.

—S-sí... —expresó jadeante—. Me encanta.

—¿Te gusta sentir mi polla en ti? —murmura—. Vamos mueve esas caderas para mí.

Acató la orden porque estaba desesperada por sentirlo, por poder ser suya de nuevo. Le encantaba Parker Reed, era todo lo que podía pedir para Navidad, aunque Santa ya se había adelantado.

—P-Parker... —jadeo ella, aun mantenía sus caderas en movimientos lentos y rudos.

Incluso haciendo jadear al chico.

—Es-espera Sloane... —susurró aquel.

—¿Qué? ¿Qué pasa?

—Ven conmigo —le dice para tomar su mano e ir abajo.

Sloane hizo caso, solo porque la curiosidad era mayor a otra cosa. Cuando ambos bajaron, ella pudo notar el desayuno en la mesa, un gran desayuno que cualquiera dudaría de Parker, ya que es in desastre en la cocina.

Ella llevó las manos a su boca, cubriendo su asombro. Por otro lado, Reed se colocó por atrás y atrapó su cintura para encaminarla a su silla.

—Parker... Esto es perfecto —besa sus labios lentamente. Quiere sentir cada parte de él—. ¿Tú lo hiciste?

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