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Nessmara


El taxi se detiene en medio de una calle transitada y Calum me incita a bajarme, esta anocheciendo y se puede ver a la gente caminar y pasar un buen rato, es lo que amaba de San Francisco, siempre hacía buen clima para disfrutar de solo caminar.

—¿Dónde estamos?—.Pregunto entre pequeñas risas.

—En donde nos conocimos o más bien, donde te conocí, porque tu ya me conocías bastante bien—.El me dice lo último un poco pausado y al final me guiña el ojo.

Calum extiende su mano y se que espera que la tome, eso hago y comienza a caminar hacia el mismo carrito de Hot dogs donde el estaba parado ese día.

—¿Vamos a comer un Hot dog?—.Pregunto y el asiente.

—A menos que quieras otra cosa.

—No no, esta bien, solo que... ¿podemos repetir la parte donde te mancho de mostaza?—.Pregunto inocentemente y el niega.

—No por favor—.Dice en tono suplicante y yo río.

Nos paramos frente al carrito y le indico que yo quiero 2 de los más grandes, Calum ordena amablemente 3 y esperamos que el amable hombre no los prepare.

—Ese día, ¿tú también estabas comiendo?—.Pregunto, porque nunca supe en realidad que hacía aquí.

—No, solo estaba pasando por aquí, ¿curioso no?—.El me mira con esa mirada serena que me tranquiliza a mi también.

—¿Destino?—.Pregunto otra vez.

—Hmm, el universo te coloca donde debes estar—.El responde mientras saca su billetera y paga.

—Eso es lo mismo que destino Calum, duh—.Me burlo y el me mira fingiendo querer intimidarme.

El toma la bolsa donde el hombre ha colocado nuestros hot dogs y nos alejamos para buscar alguna área verde cercana, no caminamos mucho cuando la encontramos y justo encontramos una banca vacía.

Nos sentamos y agradezco que este oscureciendo para pasar un poco más desapercibidos y disfrutar el momento.

—¿Qué hiciste después de ese horroroso momento?—.Puedo aún ver que se averguenza un poco al preguntar y yo suspiro.

—Me fui llorando a mi antiguo departamento—.Respondo mientras desenvuelvo mi Hot dog—. ¿Y tú?

"Seguí con mis amigos, probablemente fuimos a un bar o algo así, no recuerdo mucho de esos días"

—El cerebro reprime momentos no tan gratos—.Comento y el asiente—.¿Y el día que te accidentaste? ¿Qué ocurrió?

El me mira atentamente y se echa a reír.

—¿Cuándo creí que me acosabas?—.Pregunta y yo asiento riendo.

—Eras un tonto egocéntrico—.Respondo y él se larga a reír más fuerte.

—Lo siento, no sé que me ocurría pero me sentía mucho—.Se encoge de hombros y bebe de su botella de agua.

—Eres mucho—.Enfatizó antes de darle otra mordida al hot dog.

La mano de Calum se posa en mi mejilla en un gesto dulce y quiero reírme porque no me deja masticar a gusto.

—Tu también eres mucho Nessmara, jamás creí encontrar en alguien tanta grandeza, gratitud, bondad.

Termino de masticar y puedo sentir el calor inundándome las mejillas y posiblemente todo el rostro.

—Basta, me sonrojas—.Comento en un susurro y el suspira.

Nessmara | Calum HoodDonde viven las historias. Descúbrelo ahora