Nessmara | Calum Hood

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Calum

Meses después...

Las últimas semanas se han sentido un poco más cansadas de lo habitual, hace un mes que no veía a Nessmara ni mucho menos a mis hijas y eso de alguna forma me tenía algo enfadado con la vida, ella mucho menos había tenido tiempo de tomar un vuelo y alcanzarme en algún lugar porque pronto se graduaría y ese día era hoy.

—Hermano relájate, vas a hacerle un hoyo al piso.—Michael ríe y yo le proporciono un zape porque esta a mi lado.

—¿Cómo voy a relajarme? Se supone que nos dejarían ir ahorita. —Estoy al borde del colapso.

—Es probable que no nos tome mucho más rato, tranquilo, igual a la hora que salgamos todos iremos al mismo lugar y por eso podemos usar el jet.

—Lo sé pero se hace tarde y no quiero hacerle esto.

—Paciencia, pronto estaremos ahí —Ashton me alienta mientras que Luke suelta un chasquido.

La puerta de repente se abre mostrando a uno de nuestros managers sorprendido de vernos aquí.

—¿Ustedes no habían pedido desde hoy libre? —Nos mira de reojo mientras recoje algunas cosas de una mesa.

Mi quijada no se cae porque de plano esta unida a mi cráneo y me quedo estupefacto.

—¿¡Qué!? ¡Alguien nos dijo que nos quedáramos!

—Pues quédense todo el rato que quieran pero no hay nada esperándolos, hasta la siguiente semana, yo si me largo. —El hombre se marcha y todos nos paramos al instante.

Ashton mira inquisitivamente a Michael.

—¡Tu fuiste el que nos dijo que alguien quería hablar con nosotros!

—Quizá me confundí...—Michael habla apenado y yo trato de contenerme porque voy a explotar.

—No digas más Michael, mejor solo vámonos.

{...}

—¿Puede ir más rápido? —Pregunto con fastidio al conductor que nos esta llevando al edificio de Nessmara.

—Es lo más rápido que puedo ir en ciudad joven.

Suelto un bufido y dejo caer mi espalda contra el asiento, resignándome a otra media hora perdida llegando a su edificio.

—Vamos a llegar. —Ashton sigue optimista y volteo mi mirada a la calle, demasiado molesto para responder algo.

Cuando llegamos, soy el primero en bajar y ni siquiera me importa dejarlos atrás y que se encarguen de mi maleta, troto hacia la recepción y ni siquiera espero por un elevador, tomo las escaleras y no me lleva más de 2 minutos subirlas.

—¡Llegué! —Es lo primero que exclamo al entrar a la sala.

Todo esta tirado y puedo ver a la mamá de Ness en el sofá cuidando a las bebés quienes están jugando dentro de su corral.

—¡Wow! ¡Miren que preciosuras encontré aquí! —Cualquier rastro de enojo se había esfumado y ahora solo podía sonreír. —Buenos días Sra. Moretti.— Digo mientras abro el corral para abrazarlas.

—Hola hijo, ¿cómo va todo? Que bueno que pudiste llegar, a Nessy le va a dar mucha alegría verte aquí.

—Si, me costó unos corajes llegar pero ya estoy aquí y es lo importante, ¿dónde está Nessmara?

Me siento sobre el piso mientras abrazo a ambas niñas que ya son lo suficientemente grandes para pararse  e intentar montarse sobre mi.

—Ella esta con Crystal en un estudio de belleza, ya sabes, para las fotos de graduación.