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Nessmara

Esta tarde me encontraba acostada sobre el césped del jardín de Crystal, Crystal estaba alejada a unos metros de mi mientras charlaba muy a gusto con mi amigo Javier, los tres nos habíamos hecho muy unidos, o más bien, Crystal se había hecho unida a nosotros, por lo que en estos días a menudo, fuera en la casa de ella, la de Javier o la mía, nos juntábamos a pasar el rato.

Estaba tan absorta mirando el cielo que las primeras vibraciones que sentí sobre mi cadera pasaron desapercibidas hasta que caí en cuenta de que alguien me estaba llamado de forma insistente, por lo que tomé el teléfono y contesté en cuanto leí el nombre de quien se trataba.

—¿Ness? Estoy en tu departamento pero no estas aquí, ¿dónde estás?—Calum hablaba desde el otro lado con un tono algo impaciente.

—Oh estoy con Crystal, no me avisaste que venías—.Contesté, tratando de incorporarme para ordenar mis pensamientos.

—Lo entiendo, vine con los chicos, si no es problema podemos reunirnos todos.

—Mm-m sí claro, te envío la ubicación por mensaje—.Respondí mientras colgaba.

Abrí su chat de Whatsapp para enviar la ubicación, recibiendo un guiño en respuesta. Me levanté del césped para caminar hacia mis amigos que se encontraban platicando animadamente sobre un camastro a la orilla de la alberca.

—¿Terminaste de pensar sobre la inmortalidad del cangrejo?—.Javier se burló, una vez que me senté a su lado.

—De hecho, no, me interrumpieron, Crystal tengo que decirte algo—.Comenté, viendo con una sonrisa culposa al rostro de mi amiga, ella asintió para que continuara hablando. —Invité a los chicos a tu casa y ellos al parecer, ya vienen en camino.

Su rostro se desconfiguró al tiempo que sus ojos se abrían en sorpresa.

—¿Qué? ¿Ellos ya vienen? ¡Por Dios Ness! Mira como estoy, no puedo verlos a la cara vistiendo así.

Ver así de alterada a mi amiga me causaba gracia, a decir verdad, ella era muy hermosa, no necesitaba ni una gota de base o corrector para lucir esa piel de porcelana que cargaba, o su hermoso cabello que al parecer jamás se llenaba de frizz, Crystal era de las chicas más bonita que había visto y me gustaba siempre hacérselo saber porque a veces llegaba a ser un tanto insegura sobre ella misma.

Yo por mi parte tenía que hacer maravillas con el corrector y la base para cubrir las manchas oscuras debajo de mis ojos, usaba miles de productos en pelo para que este luciera presentable pero admitía que había días en lo que todo eso me valía y me dejaba mostrarme al mundo con todas mis imperfecciones, sintiéndome poderosa. Claro hoy no era el caso, hoy si me había maquillado pero otros días no.

Pero era muy tarde para que subiera a cambiarse, el timbre de su casa sonó y sabíamos que los chicos habían llegado.

El momento en el que los cuatro chicos con los que había pasado unas asombrosas vacaciones hace unos meses hicieron presencia en el jardín pude notar a Crystal jadear de la impresión, ellos se presentaron cordialmente con mi amiga, incluso Calum, y con Javier.

Pude también notar que Michael tenía su mirada clava sobre mi amiga, y ella también, ambos se veían fijamente de una manera un tanto descarada y decidí no romper con la magia acercándome primero al moreno que me miraba a los ojos de forma escrutadora, tratando de examinarme de pies a cabeza, lo que hizo moverme en mi lugar un poco ansiosa hasta que finalmente me animé a dar unos pasos hacia él.

Antes de que llegara hacia dónde él estaba, mirándome, el cuerpo de Ashton se posiciono frente a mi, impidiendo que avanzara, este me tomo por los hombros, obligándome a desviar mi mirada de Calum y posicionándola sobre él.

Nessmara | Calum HoodDonde viven las historias. Descúbrelo ahora