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2 años 7 meses antes...

Nessmara

Hoy cumplía mi primer mes viviendo en San Francisco y todo parecía un sueño, el estar viviendo aquí, estar desarrollando mis prácticas como estudiante de 4to año de medicina en un hospital universitario, todo me resultaba tan irreal. En este primer mes la mayor parte del tiempo me la pase en el hospital recibiendo mis primeras clases y demostraciones prácticas, también asistí a unas cuantas cirugías y aunque apenas había comenzado y me mantenían hasta el fondo como una observadora, el tener una oportunidad de completar mis estudios en otro país, era simplemente magnifico.

Mi país de origen era México y aunque las oportunidades de aprender allá no son malas, mi sueño siempre había sido vivir en el extranjero un tiempo por lo cual a recibir la notificación de que mi beca había sido aceptada, no dude ni un segundo en realizar todos los tramites y arriesgarme a venirme sola a San Francisco, mis papas me habían acompañado a buscar un lugar donde vivir y no era tan grande pero para mi estaba bien, vivía sin problema alguno en un edificio que se ubicaba a unas cuantas manzanas cerca del hospital donde debía asistir a prácticas y clases.

Hoy era sábado y era el primer sábado en el que me iba a animar a hacer algo distinto a lo que hacía cada fin de semana, que era hacer tareas, estudiar o sentirme triste por extrañar a mi familia y amigos. Hoy iba a salir a conocer la ciudad, mis papas me habían acompañado a conocer lo básico, las calles de alrededor donde podía encontrar farmacias, supermercados, ferreterías, pero hoy estaba dispuesta a ir más allá y turistear por la ciudad.

{...}

El día estaba nublado aunque no hacía tanto frío como los últimos días, había caminado unas cuantas horas, era un poco mala para ubicarme pero nada de que preocuparse con el GPS, me encontraba a esta altura muy alejada de mi edificio y mi estomago comenzaba a pedir a gritos algo de comida.

mientras seguía caminando visualice a lo lejos un carrito de hot dogs, no me agradaba tanto la idea de comer hot dogs pero al parecer era lo único accesible y cercano por el momento, el sol comenzaba a ocultarse por lo cual apresuré mi paso para poder comer algo y regresar a mi departamento antes de que fuera muy noche.

Había optado por usar unos botines con un tacón pequeño pero aún siendo pequeño mi torpeza era gigante, por lo que al llegar al carrito de hot dogs, que se encontraba lleno, no se como mi tobillo se torció al dar un paso y termine cayendo, con ello a la vez empujando a una persona que se encontraba a mi lado comiendo un hot dog.

Mi tobillo de verdad dolía y rezaba mentalmente porque no fuera una luxación, mis manos que amortiguaron la caída ardían, me había raspado las palmas, de pronto escuche demasiado bullicio a mi alrededor y cuando observe con más detenimiento no lo podía creer.

Calum Hood se encontraba a escasos centímetros de mi, el mismo Calum que tanto yo veía en mi computadora o teléfono, yo era una gran fan de 5sos pero tenía un gran crush sobre Calum, no me salían las palabras al verlo ahí en el piso, todo el inglés que sabía se había esfumado en este momento, el se paro así que también hice lo mismo, llevaba puesto un suéter color crema donde en un costado ahora se encontraba una gran mancha de mostaza y catsup, cuando apenas iba a pronunciar que lo sentía, Calum comenzó a vociferar.

—Abre más los ojos y fíjate por donde caminas, como puedes ser tan torpe, no estoy tan pequeño para que no me veas, si no sabes caminar no uses ese tipo de calzado y usa un par de tenis.

Calum seguía vociferando y las personas a nuestro al rededor solo observaban la escena con detenimiento. Yo no podía articular nada y comencé a sentir las lagrimas arremolinarse en mis ojos, quería salir huyendo del lugar pero mis piernas tampoco respondían. Por un breve momento Calum me miro a los ojos, las lagrimas salían silenciosamente y permanecí estática ante su mirada, el comenzó a hablar de nuevo pero ahora en un tono un poco más calmado mientras seguía observándome.

—No esperes una disculpa de parte mía, tu fuiste quien me tiro y además de eso aun sigues permaneciendo en mi vista cuando ya debiste haberte marchado y aunado a eso, ahora estas llorando.

Las lagrimas no dejaban de escurrir por mis mejillas y lo único que pude articular fue el balbuceo de un lo siento y salí corriendo del lugar.

Calum Hood en un tiempo de mi adolescencia lo fue casi todo en mi, siempre imagine cientos de escenarios donde lo conocería a parte de solo visualizarlo en un concierto, imagine entablar una conversación con él, imagine mil cosas pero nada de eso se acercaba ni un poco a lo que acababa de suceder. Jamás creí encontrarlo en la calle y mucho menos conocerlo de esa forma ni ese lado de Calum que nunca imagine.

Nessmara | Calum HoodDonde viven las historias. Descúbrelo ahora