0.18

177 25 7
                                    

Nessmara


Al abrir mis ojos lo primero que pude notar que un techo blanco y paredes blancas, mi mano tenía colocada una intravenosa y yo estaba cubierta con una colcha gris, la reconocía, era la colcha de Calum, aquella con la que habíamos viajado los últimos días.

Pude ver al dueño de esta recostado en un pequeño sofá a mi lado, vestía la misma ropa de ayer.

—Hey, miren quien despertó—.Dijo Michael en cuanto cruzó la puerta y entraba.

Pude ver cómo Calum abría sus ojos y se incorporaba de forma rápida en su lugar.

—¿Qué paso? ¿Por qué estoy aquí?—.Pregunté confundida.

Antes de que mis acompañantes en la habitación pudieran decir algo, un doctor entro también en la habitación.

—¿Cómo te sientes, Nessmara?—.A su lado venía una señorita anotando todo lo que sucedía y me recordé a mi misma hasta hace unos días.

—Bien, eso creo, me duele un poco el cuerpo y la cabeza—.Respondí un tanto confundida por la situación.—¿Qué fue lo que sucedió?—.Y entonces de repente la vergüenza invadió mi ser.

Había bebido de más y ahora me encontraba aquí haciendo la mayor vergüenza de mi vida frente al posible amor de mi vida. Bueno no posible, el amor de mi vida.

—Bien, creo que tus compañeros pueden explicarte mejor lo sucedido,  yo vengo a darte de alta, vas a tener que seguir tomando estos medicamentos—.Señaló unos frascos que se encontraban en una mesita.—Para preservar tu hígado, ¿tienes alguna duda?

¿¿¿Qué??? Asentí aún más confundida por todo esto, Calum miraba de forma seria y con su entrecejo fruncido la escena.

—De hecho sí, ¿por qué para preservar mi hígado? ¿Que tengo?—.El pánico estaba invadiéndome.

—La droga que tenías en tu cuerpo era muy fuerte, muy peligrosa, por suerte llegaste a tiempo de que pudiéramos desintoxicarte el organismo pero tememos por tu hígado, ya que tuvimos que meterte muchas sustancias  para hacerlo así que estos medicamentos solo son para preservarlo, pero tranquila, mientras sigas al pie de la letra las instrucciones, no hay nada de que preocuparse.

El doctor toco mi hombro gentilmente y se despidió, yo solo pude quedarme serie pensando en la situación, después de refregar mi mano en mi rostro y soltar un resoplido pude mirar a Calum a los ojos, en ellos había algo indescifrable pero incluso su rostro gritaba "No me hables porque puedo pegarte en la cara y no tener remordimiento alguno" Pero poco me importaba, yo necesitaba saber que había sucedido porque ahora sabía que no había sido por ponerme borracha y beber de más.

—¿Por qué estoy aquí? ¿Qué paso?

—¿De verdad no recuerdas?—.Calum preguntó a lo que yo negué. —Alguien con quien estabas platicando puso droga en tu bebida, por fortuna llegué en el momento que hizo su efecto y te traje de emergencia al hospital.

Eso no podía ser posible, la única persona con la que estuve platicando mientras Calum estaba en el baño era Dalton, ¿había sido él, el responsable?

Michael salió de la habitación diciendo que avisaría para que ya pasaran por nosotros y nos fueramos al hotel.

Calum se acercó a mi cama, sentándose en esta, podía ver las enormes bolsas debajo de sus ojos y sus labios un poco resecos, creí que iba a decirme algo pero solo sentí sus enormes brazos rodearme mientras reposaba su cabeza sobre la mía.

—Me hace sentir mejor que estés bien, me asustaste mucho—.Su voz se escuchaba un poco desanimada, depositó un beso en mi coronilla a la vez que se alejaba para verme directamente a los ojos.—Nunca más me asustes así ¿ok? yo te cuidaré de todo.

Nessmara | Calum HoodDonde viven las historias. Descúbrelo ahora