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Nessmara


Se preguntarán, ¿qué ocurrió? Bueno, pues no mucho en realidad, Calum y los chicos habían llegado para quedarse unas cuantas semanas de vacaciones, los tres rentaban un loft por Airbnb y Calum se quedaba conmigo, lo cual no era algo nuevo.

Admito que me siento un poco patética por aún mantener en mis pensamientos aquella noche donde de una forma muy inusual me había pedido ser su novia, el debía acostumbrar a ello y después no volver a hablar más del tema hasta que un día decidiera terminar todo y pasar de página, pero esa no era la forma que yo esperaba y a veces me preguntaba que tan dispuesta estaba a seguir aceptando eso, lo cual me hacía sentir  culpable de dudar pues  él era genial, era comprensivo, cariñoso y atento.

Hoy era el último viernes del mes y eso significaba que salía más temprano por lo cual me encontraba acompañando a los chicos en su loft que rentaban a las afueras de la ciudad, estábamos planeando a donde saldríamos esta noche.

—Opino que Crystal debería elegir el lugar, ella conoce mejor el lugar que todos nosotros—Clifford habló. Crystal y él habían tenido un flechazo desde aquella noche en su casa y parecía que se estaban dando la oportunidad de conocerse.

—Cállate Mike, ya sabemos que Crystal te trae babeando el piso—.Calum habló a mi lado en un tono burlón y todos rieron. Pude ver a Michael sonrojarse y Crystal sonreír tímidamente.

—Puedo decir lo mismo sobre ti, Hood—.Volvió a responder el ojiverde.

Todos estallaron en risas y pude sentir la sangre acumularse en mis mejillas por lo que nerviosamente tosí, ocultando mi verguenza, la mano de Calum se poso sobre mi rostro, sabiendo que estaba un poco nerviosa y ayudándome a ocultarlo.

{...}

El club que había elegido Crystal era uno más privado que los que habíamos ido con anterioridad, la música no podría romper tus tímpanos y el ambiente era agradable, aunque la música era lo suficientemente alta para ensordecer las voces de todos los que se encontraban en el lugar, todos los chicos, Crystal y yo nos encontrábamos sobre un desnivel más privado, sentados sobre un sofá de cuero y tomando de nuestras bebidas.

El tiempo pasó y poco a poco todos se iban a la pista a bailar hasta que finalmente Calum y yo nos unimos, ambos estábamos conscientes y me agradaba bailar junto a él y verlo sonreír. Su mano tomaba mi cintura mientras que la mía reposaba sobre su hombro y ambos nos mecíamos al ritmo de la música, nadie parecía percatarse de lo que hacíamos y eso era lo mejor de todo.

Seguimos bailando hasta que sentí a Calum tensarse, su agarre se volvió más fuerte y pude apenas observar su mandíbula apretarse, no sabía que había a mis espaldas que lo estaba haciendo molestar pero de un inesperado giro terminé detrás de su espalda y traté de asomarse por un lado hasta que sentí un flash cegarme por unos segundos.

—¿Podrías dejar de tomarnos fotos, por favor?—.Calum hablo en un tono serio mientras miraba a la chica que lo apuntaba con su iPhone.

—¿Por qué? ¿Estoy interrumpiendo algo?—.Esta contestó con un aire de superioridad.

—En realidad sí, por favor deja de tomarnos fotos y borra las que tomaste—.Calum pidió una vez más.

—Tengo todo el derecho de tomarte fotos, además, no tienes porque proteger más a esa, todos lo sabemos—.Ella me dedico una mirada de pies a cabeza, aún con una actitud hostil.

—No tienes el derecho de nada sobre mí, así que borra esas fotos—.Calum dio un paso adelante de forma amenazante.

—¿Y si no, qué?

Nessmara | Calum HoodDonde viven las historias. Descúbrelo ahora