0.23

173 21 6
                                    

Nessmara

Toda mi familia estaba en el enorme jardín del fraccionamiento, probablemente platicando con los vecinos.

Yo estaba terminando de maquillarme, solo había decidido vestirme con un vestido blanco acompañándolo de un cinturón rojo en la cintura.

Al terminar de arreglarme, Calum entro a mi habitación, el se veía realmente apuesto, vestía sus típicos jeans negros con una camisa roja desalineada.

—¡Viva México!—.Dio un pequeño grito y pronunciándolo en español.

—Wow, ¿quien te enseño eso?—.Pregunté.

—Tu hermano, Bruno.

Su figura se acercó hasta donde yo estaba, tomándome con sus dos enormes manos de la cintura.

—Me gustas—.Pronuncio a unos centímetros de mi rostro, podía ser su aliento chocar contra mi rostro. —Luces muy hermosa esta noche, ¿puedo tener el placer de ser su pareja esta noche, señorita?—.Pregunto en un tono seductor y solo asentí.

—¿Solo esta noche?—.Seguí su juego.

—Si tú deseas, puedes serlo más días, los que tú ordenes.

Su voz en un tono seductor causó algo dentro de mi, sentí un calor inundar todo mi cuerpo.

Sus labios chocaron contra los míos, inmediatamente abrí mi boca para darle acceso a mi cavidad bucal permitiendo que su lengua navegara dentro de esta, sentí sus manos tomarme con fuerza de mi cintura haciendo que mis pies se despegaran del suelo y las enrollara al rededor de su cadera.

El comenzó a caminar hacia mi cama, recostándome sobre esta y el encima mío, suavemente sentí sus manos posarse sobre toda mi anatomía, depositaba cálidos besos sobre mi cuello y podía sentir una vibración dentro de mi cuerpo que me hacía desear más.

Comencé a desabotonar su camisa para finalmente despojarla de esta y acariciar sus hombros, mis manos viajaban por todo su torso y espalda.

—¿Estas segura de esto? No quiero presionarte—.
Por un instante se detuvo mirándome directamente a sus ojos, sus pupilas dilatadas y su boca húmeda observándome expectantes a mi respuesta.

—Estoy segura.

Su boca volvió a posarse en la mía de una forma desesperada, con mucho cuidado y con mi ayuda, se deshizo de mi vestido. Por un momento la vergüenza invadió mi cuerpo por lo que automáticamente trate de cubrirme con mis manos.

—Hey no, eres hermosa y perfecta—.Susurró.

Sus manos ahuecaron cada centímetro de mi cuerpo desnudo y pude sentir pequeños besos depositarse en cada uno de esos.

—Me encantas—.Escuche antes de que su boca volviera a posarse en la mía.

Lo observé retirarse su pantalón y su bóxer y me congele, era la primera vez que lo observaba desnudó, jamás había tenido el atrevimiento de observarlo tan minuciosamente hasta ahora.

—¿Te gusta lo que ves?—.Me miro con una sonrisa de lado. Asentí avergonzada.

—¿De donde sacaste un condon?—.Pregunté cuando lo vi colocarse uno.

—Siempre he cargado con uno en mi cartera, este lo traigo desde antes de conocerte—.Explicó.

Se volvió a colocar sobre mi, dejando besos más delicados en mi boca.

—Me dices si quieres que me detenga—.Lo escuché decir.

Después de esto lo sentí introducirse dentro de mi, hace mucho tiempo que no me involucraba con alguien y la última vez que lo había hecho había sido con mi novio de años.

El comenzó a ir más rápido haciendo que yo soltara pequeños gemidos, sabía que nadie podría escucharnos porque las paredes estaban tapizadas para que los sonidos no salieran al exterior, finalmente está era la oficina de mi papá.

No sabía que podía enamorarme tanto de alguien, no importaba si yo era la única que estaba cayendo completamente, podía decir con seguridad que estaba enamorada y no había marcha atrás para mi, incluso si el decidiera darla. Sabía que llevaría esto conmigo hasta el final de mis días.

Ambos llegamos a nuestro clímax después de un par de minutos, terminamos jadeantes sobre mi cama y mi primer instinto fue abrazarlo y observarlo detenidamente, cada una de sus facciones.

Claramente no iba a confesarle mi enamoramiento pero si podía observarlo sin pudor alguno.

—¿Podemos repetirlo?—.Preguntó el observadome con una sonrisa traviesa.

—¿Calum! No, tenemos que ir a esa cena—.conteste.

El soltó un bufido pero al final ambos nos paramos para vestirnos.

—El look después del sexo se te ve ardiente, deberías irte así a la cena—.Mencionó mientras yo trataba de retocar el desastre de mi maquillaje.

—Silencio—.Respondí.

Me giré para decirle algo más pero el instante en que lo hice, sus manos atraparon mi rostro y sus labios los míos.

—No se lo que estoy sintiendo, pero no puedo dejar de adorarte—.Lo escuché decir, su voz sonaba más profunda de lo habitual.

Sus besos eran suaves y delicados, su lengua viajaba por toda mi cavidad al igual que la mía por la de él.

—Te quiero tanto Nessmara, no planeo dejarte".

Mencionó para volver a unir nuestros labios, supongo que fue otro mis innumerables errores, creerle y creerle todo lo que su hermosa boca decía.

—Yo tampoco planeo dejarte—.Respondí, aunque yo si lo sostenía.



—-

Heyy, muchas gracias por leer, a las poquitas personas que leen esto, estoy muy agradecida con uds!!! Tengo una semana pesadita así que antes de que inicie decidí actualizar un poco :)
Besos, cuídense mucho x.

Nessmara | Calum HoodDonde viven las historias. Descúbrelo ahora