Nessmara | Calum Hood

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Calum

—Te ves muy feliz.—Escucho una voz femenina a mis espaldas.

Me giro un poco y puedo ver a Sierra parada junto a Luke, sosteniendo su brazo.

—Lo estoy, las extrañaba mucho y me alegra la día de que me acompañaran todos estos días.

—Si, nosotros los ayudaremos para que todo sea mas tranquilo, Luke quiere cambiar los pañales.—Sierra mira a Luke riéndose.

—Yo no dije eso.

—Pero eres el tío y lo harás.

Luke asiente resignado y todos reímos.

Salimos al pequeño escenario privado que tienen preparado, nos preguntan un par de cosas relacionadas con la música, por suerte, ya que no me siento bien mintiendo sobre mis niñas y Nessmara.

Al salir, un pequeño grupo de fans nos están esperando cerca de la camioneta y soy el primero en salir a tomarme fotos con ellas y firmar algunos autógrafos.

Al llegar al hotel, aunque se que ya es noche, estoy impaciente por llegar al cuarto y estar con Nessmara y las bebés, me despido de todos que parecen querer seguir la noche en el pequeño bar del hotel y yo camino directo a los elevadores.

Al llegar, camino por todo el cuarto hasta llegar a la habitación que esta un poco iluminada por una pequeña lampara que puedo notar que ella trajo, ya que no creo que vaya con el estilo del hotel una mini lámpara en forma de pato.

Eleanor y Eleanni están durmiendo en sus respectivas cunas y Nessmara en un lado de la cama así que me meto al baño para darme una ducha rápida y meterme en la cama con ellas.

A la mañana siguiente, despierto esperando sentir a Ness a mi lado pero me encuentro con el lado de ella vacío así que me tomo todo el espacio de la cama para estirarme y después levantarme, primero voy al baño a orinar y cepillarme los dientes y después salgo a la la pequeña sala donde están las tres tendidas en la alfombra.

—Buenos días cielo, ¿qué hacen?—Pregunto a la vez que me siento en el sofá a observarlas.

—Tus hijas que se despertaron con la batería recargada y quieren gatear por todo el lugar.

—Pero si son unas cositas preciosas, me sorprenden.—Digo observando a ambas que están tranquilas jugando entre ellas con sus pequeños juguetes.

—¿Por qué?

—Soy muy tranquilas, no sabía que los bebés pudieran ser tan tranquilos, o sea ni lloran.

Me bajo a la alfombra para jugar con ellas y Eleanor con sus pequeños pies y manos avanza hacia mi y logra colocarse sobre mi, después la sigue Eleanni quien trata también de subirse sobre mi y como no lo logra se cuelga de mi cuello para agarrarme la cabeza.

—Eso sí, son muy empalagosas, aman subirse sobre uno y estarlos tocando.

—¿Ya comieron?—Pregunto aún con ambas sobre mi.

—Ellas sí, ¿por qué crees que están tan tranquilas?

—Bueno, hoy tengo una presentación por lo que tendré que estar en el recinto desde medio día pero podemos salir a desayunar antes de eso.

A Nessmara parece gustarle la idea y asiente.

Con ayuda de ella, logra poner a Eleanor y Eleanni sobre el suelo y así logro levantarme para darme una ducha rápida y poder salir a desayunar con ellas.

Cuando salga, Nessmara ha cambiado de ropa a las niñas y ella se ha cambiado su pijama por un pantalón de mezclilla con un top de manga larga color piel y unas botas.