Capítulo 2

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Fui caminando al otro departamento, aunque era bastante para caminar, al menos me despejó.

Estamos tan bien... Tan bien... ¿Por qué? ¿Por qué quiere hijos? Me tiene a mi... ¿Por qué no soy suficiente para mi Amo?

Entré al departamento y fui a la cama a llorar.

Ni siquiera traje mi celular de la bronca...

Me dormí y, cuando me pude levantar, fui a ver la hora a la cocina.

—¿LAS TRES? AYY LO ODIOOOOOOOO ¿POR QUÉ ME ARRUINASTE TODOOOOOOO? ¡¡¡AHHHHHHHH!!! —Grité hasta cansarme. —¡¿Quién quiere un mocoso que rompe todo y caga todo el día?!

Respiré y me calmé.

Fui a la heladera a buscar algo de comer y no había nada, solo condimentos... Mier*da...

Revisé el freezer y había una bolsa de arvejas y una de bocaditos de pollo. Algo es algo, saqué las dos y me puse a cocinar un puré de arvejas y unos bocaditos de pollo.

Al menos había un montón de condimentos y esas cosas.

Mientras almorzaba se escuchó el ascensor. Me le quedé mirando y entró Clara.

—Tu Amo te busca, mi vida. —Dijo mientras se acercaba. Dejó mi celular al lado mío y me besó la cabeza. —¿Qué eso verde? —Preguntó con un poco de asco.

—Puré de arvejas, no juzgues, es lo único que había. Está rico igual, voy a probar hacer de vuelta. —Le dije mientras seguía comiendo y agarré un poco con el tenedor, para convidarle. —Probá.

Me miró raro, pero comió del tenedor y en su cara se notó que le gustó.

Mi celular sonó y lo apagué.

—¿Tan mal? Lai, te vino a buscar preocupado, al menos decile que estás bien. —Dijo preocupada.

—No te preocupes. ¿Vos cómo estás? —Intenté cambiar el tema.

—Bien... En realidad hay algo que te quería contar... —Me mostró su mano y vi un anillo.

Ese anillo vale treinta mil veces lo que valgo yo...

—NOOOOOO. —Le agarré la mano y lo miré bien. Era plateado con un diamante grande en el medio. —Wow, Clara, perra ¡Felicidades! ¿Cuándo pasó? —Pregunté con una sonrisa de oreja a oreja.

—Fue ayer. Me llevó a cenar a un restaurante re caro, y cuando terminamos se arrodilló y me pidió que sea su esposa. Obviamente dije que si, un millón de veces, mientras lloraba y él me limpiaba los mocos. Ayyy no te imaginas lo feliz que estoy. Me quiero casar ya. Vamos a ser hermanas, Lai, las dos Miller. —Me reí.

—Me alegro mucho —la abracé—. Ya sos mi hermana igual, no necesitamos un apellido... Aunque ahora estoy enojada. ¿Me devolvés a Javier? Yo no tuve una propuesta tan linda... Creo que ni tuve propuesta.

—Salí de acá pu*ta traga-pi*ja, ahora es solo mío, y para siempre. Decile a David que te querés casar otra vez, que te lo proponga de nuevo.

—Después de la primera ya ni sé que pensar, mejor me quedo con esa, antes de tener una peor. ¿Te lo grabó adentro? —Asintió y se lo sacó para pasármelo. Lo vi mejor y era realmente hermoso. Miré adentro y tenía grabado el símbolo de infinito, un lindo toque a mi parecer. Se lo volví a poner en su dedo y me miró.

—... Ahora que ya sabes, me toca a mí. ¿Me vas a contar qué pasó?

—... Ahora dice que quiere hijos. —Respondí bajoneada, porque lo estaba.

Los fantasmas del pasado (Mi Decisión III) +21✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora