A la mañana cuando me levanté estaba él en el sillón, mirando su celular. Cuando se dio cuenta que me desperté, me sonrió.—Te traje ropa limpia, para que te pongas. La dejé en el baño para que te puedas cambiar tranquila. —Me dijo serenamente con una sonrisa.
Me levanté y fui. Pero primero a vomitar, porque me sentía horrible. Me acabo de dar cuenta que no tomó las pastillas anticonceptivas hace un mes, él no me decía nada, capaz es por eso, ando mal con las hormonas… Odio todo. Escuchaba que me golpeaba la puerta para que le abra así me tiene la cabeza, pero ya ni me importaba. Me vomité todo y después me metí a la ducha para bañarme bien.
Cuando salí agarré la ropa y había ropa interior que no es mía, yo no me compré esto... Nunca uso ropa interior con flores… Me quedaba justo así que tuvo que comprarlo él pero ni sé por qué, tengo un montón de ropa.
Salí y tomé un poco de agua para ver si puedo bajar la acidez que tengo.
Después de salir me llevó al departamento y me vomité todo lo que quedaba antes de poder llegar a la puerta del baño. Caí al piso sin fuerza y toqué mi vomito… Que asco, me dan ganas de seguir vomitando.
Me quiso agarrar de atrás y lo empujé.
—Está bien, no te toco, pedime si necesitas ayuda. ¿Te revisaron que seguís vomitando tanto?
—Dijeron que era estrés. —Dije y volví a vomitar un poco más.
Que asco, diossss, ¿por qué no me llevaste mientras pudiste? Ahora tengo que vivir esta humillación de vuelta.
Me intenté parar, pero no pude.
—Traeme algo que te limpio esto.
—Yo lo hago, Laila, dejame que te agarre así te llevo al baño.
Me agarró con cuidado, por si no me dejaba de vuelta y me llevó a la ducha.
Me saqué todo y la abrí. Me quede bañándome sentada en el piso y vino él.
—¿Puedo bañarte?
—No.
Seguí bañándome y él no se fue.
—¿Qué tengo que hacer, Laila, para que vuelvas? Esta no sos vos.
“Ya es tarde… Ya te arruiné… Si hubieras sido mi David ni hubieras preguntado. Me hubieras bañado, me hubieras agarrado… No me hubieras preguntado nada… Yo también quiero que vuelvas…” pensé.
Se fue tan lejos como me fui yo…
Cerré la llave y me pasó una toalla. La agarré y me sequé bien. Pero cuando me quise levantar me desmayé.
…
Cuando me volví a levantar estaba en la cama entre los brazos de David. Mis brazo ya tenía una venda nueva y seca. En mi muñeca ya no estaba más la pulsera del hospital y se sentía vacía sin ella. Me quise correr, pero me sostenía fuerte.
Lo miré… El pelo ya le estaba creciendo… Ya no está tan fuerte como antes… Lo arruiné tan mal… ¿Es qué no se da cuenta que yo no puedo vivir sabiendo lo que le hice? Menos puedo vivir sabiendo lo que le hice a Clara…
—¿Despertaste? —Dijo todavía bastante dormido. —¿Qué vas a querer comer?
—Cocaína.
—… Ahora llamo a Romer.
Se levantó de la cama, pero no sin antes acariciarme la cabeza.
Se fue abajo y Romer vino a las dos horas.
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Los fantasmas del pasado (Mi Decisión III) +21✔
RomantikLa vida de Laila era fácil, hermosa, divertida. Realmente lo fue en el último año... hasta que unas simples palabras llegan a cambiarlo todo... más bien a destruirlo. Cuando se cree que ya nada puede empeorar, aparecen fantasmas, errores del pasado...