Actualización 2 de 2:
____________________
David pdv:
Tuve que dejarla sola unas horas porque está todo el día conmigo y ya no puedo más. Fui al departamento a hacerme una pa*ja y cuando me tranquilicé fui de Tobias.
Antes de irme lo tenía que preguntar, no porque quería presionarla, sino porque realmente no se cómo voy a hacer.
—... ¿Cómo se recupera la intimidad después de esto? —Pregunté con miedo de que no piense mal de mi.
—... No sé si me debería meterme en eso, Miller.
—Solo un consejo, por favor. No lo puedo hacer como antes, y ella rara vez lo iniciaba. No sé que tengo que decirle, cuando llegue el momento.
—Te recomiendo que aunque tarde, esperes a ver si ella lo inicia. Lo va a hacer cuando se vuelva a sentir cómoda. No la presiones e intentá no tocar el tema, para que no se sienta mal al respecto. ¿Ya la llevaste al nuevo psicólogo?
—No, tengo miedo. No quiero que se acuerde que Cristian la dejó de atender.
—Lo tiene que afrontar y seguir adelante. Tenés que dejar de tapar las cosas y dejar que las afronte... Necesita alguien con quien descargarse las cosas que no puede descargarse con vos.
—Todo se tiene que descargar conmigo, para eso estoy.
—... Pensá lo que te acabo de decir y pensá qué es lo que estas haciendo ahora vos... Pensalo bien y volvé la semana que viene.
—Está bien, gracias, nos vemos.
—Nos vemos.
Salí y pasé por una veterinaria a comprar heno y a preguntar cada cuánto tiempo se supone que darle de comer... aunque creo que está obeso y una dieta no le vendría mal.
Cuando volví a la oficina intenté abrir, pero estaba cerrado, así que toqué.
—Soy yo, abrime. —Dije tranquilamente.
Me abrió y volvió con el conejo, sin decir nada. Miré el sillón y estaba la botella llena y el chocolate sin abrir.
—No te tomaste el agua.
—No tenía sed.
—Tenés que tomar un poco más de agua, Laila, solo un poco. Así después te comes el chocolate.
No me respondió nada y me puse a trabajar, para no presionarla. Le dio unos besos al conejo y parecía que él le daba también. Era cariñoso la verdad...
—Al conejo le estás dando más besos que a mi, y me estoy poniendo celoso...
Se paró y vino a darme un beso en el cachete.
Me va a matar de lo linda que es. La agarré y la corrí para poder besarla como antes. Fueron unos hermosos segundos, hasta que tuve que dejar de besarla o se me iba a parar. Apoyé su frente con la mía mientras apretaba su cabeza desde atrás. Cuando me calmé la solté y la miré.
Es hermosa.
Recién la solté y ya quiero besarla de nuevo... Siempre me encantó cuando quería besarme y todavía no sabía cómo hacerlo. Ella solo aplastaba mi nariz contra la suya y me daba un pico... Esos eran sus besos, piquitos dulces que nos apretaban las narices... Al menos no tardó mucho en darme besos con lengua, pero cada tanto me daba de esos picos que me derretían el corazón...
—Me di cuenta que Elvis es hombre, así que ya no lo podés besar nunca más. Esta boquita es solo mía. —Le dije mientras le miraba los labios.
ESTÁS LEYENDO
Los fantasmas del pasado (Mi Decisión III) +21✔
RomanceLa vida de Laila era fácil, hermosa, divertida. Realmente lo fue en el último año... hasta que unas simples palabras llegan a cambiarlo todo... más bien a destruirlo. Cuando se cree que ya nada puede empeorar, aparecen fantasmas, errores del pasado...