Capítulo 3

960 61 4
                                    


Fui a la habitación y cerré la traba. Limpié con mi remera mi escritorio y tiré un poco de la bolsita ahí.

Me quedé mirando de cerca...

¿Y si me dio cualquier cosa? Capaz esto es mitad coca y mitad... No sé, harina de algo... ¿de arroz?

Bueno, no voy a saber hasta que no la pruebe.

Lo dividí en dos y agarré un papel del cajón. Lo corté chiquito, para poder aspirar mejor y lo enrollé.

Me preparé mentalmente y aspiré. Lo hice bien rápido y caí para atrás tosiendo, largando un poco de lo aspirado por la boca. Cuando dejé de toser, se empezó a sentir raro. Es como si me hubiera quemado adentro. Unos cuantos segundos después ya me estaba riendo.

Esto estaba buenísimo. Mejor que ahorcarme... Mejor que el alcohol.

Quedé en el piso con una sonrisa y me olvidé de todo.

Llevé mis manos arriba e intenté tocar el techo, pero estaba muy alto.

Ay, pero que hermosa que es la vida. Me paré y me dieron ganas de ir a correr como si no hubiera mañana. Me puse un short bien corto y un corpiño deportivo. Fui al espejo de arriba a mirarme y me gustó. Fui abajo y salí con solo eso a correr.

Que hoy me miren el cu*lo todos. Soy hermosa. Potraza, diosa, no una maquina de hacer bebés.

¿Quién quiere engordar y estirarse toda la con*cha a propósito?

Fui a correr y no quería parar. Me sentía tan energética. Tan libre de todo... Capaz no de todo porque tenía mi collar apretándome el cuello, pero casi.

Cuando me cansé me tiré en el pasto y se sentía tan bien. Que rico... Toqué el pasto un poco y me relajé antes de volver. Había una florcita amarilla a unos centímetros y la toqué un poco. Muy linda era... Quería agarrarla, pero no la quería matar, así que la dejé ahí. Espero que nadie la pise...

Me levanté y caminé unas vueltas. Hasta que sentí que un tipo me pasó por al lado y me tocó el culo.

¿Qué mier*da?

—¿QUÉ ME TOCAS EL CU*LO, RETRASADO? —Le dije con odio.

¿Qué se cree? ¿Qué porque soy chiquita no puedo defenderme?

Ni dejé que me conteste y le pegué un rodillazo en las bo*las, que lo agarró desprevenido. Se cayó del dolor y me le subí encima, para golpearlo en la cara con el puño. Me quiso sacar de encima, pero fui más rápida y le puse la rodilla en la pelvis para que no se mueva.

Yo no le dí permiso para tocarme, así que no necesito que él me lo dé.

Seguí lo más fuerte que pude, hasta que vino un hombre a sacarme. Me lo saqué de encima, para seguir y me volvió a agarrar más fuerte, con sus brazos debajo de mis axilas.

—LO VAS A MATAR, CALMATE. —Me dijo el hombre mientras me agarraba mejor y me levantaba de arriba del otro.

—¡Le pasa por tocarme el culo! ASI APRENDÉS, HIJO DE PU*TA. —Miré y tenía toda la cara con sangre. Lo escupí.

—Ya está, ya lo golpeaste, ahora andate, antes de que alguien llame a la policía. —Me solté de sus brazos, escupí al tipo del piso otra vez, le pegué una patada y me fui, escuchándolo largar un grito de dolor y unos segundos más tarde gritarme "loca"...

Los fantasmas del pasado (Mi Decisión III) +21✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora