Capítulo 9

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Laila pdv:

Romer me llevó al baño.

Me bajó todo y se quedó ahí parado.

—¿Puedo privacidad?

—Los drogadictos no tienen privacidad.

—... Solo tome dos semanas, no soy drogadicta. —Me quejé susurrando.

—A mis ojos sos drogadicta hasta que demuestres lo contrario.

Se quedó ahí y tardé un poco, pero hice pis. Me quise levantar, pero no pude y me empecé a sentir mal, hasta que dejé de ver.

—... ¿Me ayudas al lavatorio que no me puedo parar? —No podía verlo del todo, solo distinguirlo, pero me ayudó e intenté agarrar el jabón, que se me cayó varias veces. Intenté lavarme como pude y me alzó en brazos.

—¿Te vas a desmayar? —Me preguntó asustado.

—No, pero ya no puedo ver. —Respondí sin poder enfocar su rostro.

Me dejó en la cama y fue rápido a la cocina.

Volvió con su camisa puesta y un vaso de agua. Se sentó conmigo y me dio de tomar.

Esta agua tenía sal... que asco. Podía ponerle azúcar...

—David te está preparando un sándwich. Esperá unos minutos y ya comés. —Me dijo mientras me acariciaba la cabeza y yo tomaba el agua.

—... ¿Te vas a quedar conmigo hasta que esté bien? —Le pregunté, pero tenía miedo de la respuesta.

—... Solo puedo hoy y mañana, gatita, el lunes tengo que ir a trabajar... Mirame, Laila. —Lo miré a los ojos y ya podía ver bien. —... Yo tengo sumisa ahora, ya no puedo cuidarte. Solo te voy a ayudar. Pero desde el lunes solo te va a cuidar tu Amo, confía en tu esposo que para eso está. —Miré para abajo.

Así que ya tiene una sumisa que quiere... Y yo tengo esposo...

—¿De qué trabajás? —Pregunté para poder distraerme.

—Soy abogado.

—¿Tu trabajo es aburrido?

—No. ¿A vos no te gusta tu trabajo?

—... Ya no... —Dije con tristeza.

—¿No trabajás en la empresa de David?

—... Si.

—Le tenés que decir si no te gusta trabajar ahí.

—No sé cómo.

—¡DAVID! ¿¡ESTÁS FABRICANDO EL PU*TO PAN!? ¿¡O TE PUSISTE A LLORAR DE VUELTA!? —Unos segundos mas tarde vino David con el plato y miró a Romer con odio. —Ya era hora. —Le sacó el plato de las manos y me lo dio. —Come, gatita. —Lo miró a David. —Laila te quiere decir algo. —Negué con la cabeza. —Está bien. —Lo miró de vuelta a David. —A Laila no le gusta su trabajo. Cambiala a algo mas didáctico. —Me miró. —¿Viste? Fácil.

—... Está bien, Laila, lo que vos quieras. —Me dijo, David, tranquilamente. —... Tenemos turno con Cristian ahora. Terminá, así nos vamos.

—¿Ya te sentís mejor, gatita? ¿Podés ver bien? —Preguntó Romer.

—Si, ya pasó.

Terminé el sándwich y lo miré.

—Ok. Vamos. —Me dijo mientras me bajaba de la cama y se levantaba.

Bajamos y David se fue a su camioneta sin decir nada. Romer me llevó a su auto y me llevó directamente sin mirar el GPS ni nada.

—... ¿Cuando salgamos del psicólogo querés ir al parque? —Preguntó sin sacar la vista del recorrido.

Los fantasmas del pasado (Mi Decisión III) +21✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora