Capítulo 8

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David pdv:

Se fueron a la habitación de Laila y ya están ahí con la puerta cerrada hace bastante. No lo puedo soportar. No los quiero juntos en la misma habitación y menos solos.

Fui hasta la puerta me quedé a escucharlos. Se escuchaba muy bajito, pero Laila era la que hablaba.

—... Que a mi... No sé por qué pide un hijo si estoy yo acá, con él... No sé por qué no soy suficiente para él... —Dijo llorando.

... No puedo creer lo que hice... Nunca creí que ella lo pensaba de esa manera. Yo solo... no sé, pensaba que no quería, porque era muy joven... Tenía que haber respetado su elección... Ella cree que ella es la que siempre lo arruina, pero soy yo. Desde el día uno, el único que arruina todo, soy yo.

Fui yo el que básicamente la ahorcó contra la puerta porque creí que no me había elegido a mí... Fui yo el que la destruyó con el cinturón por celos... Fui yo el que la echó del departamento porque no la quería ver... También fui yo el que no pudo hacer que disfrute de su primera vez... El que fingió un pu*to orgas*mo para que crea que me había venido ese día, cuando realmente no lo hice... Pero no podía seguir lastimándola...

Todavía recuerdo ese día como si hubiera sido ayer... Ella estaba tan tensa... Le costó horrores venirse y teniendo en cuenta que es multiorgas*mica y que no tarda mas de dos minutos, ya eso fue muy raro. Tal vez debí tomar eso como una advertencia... Una advertencia de que ella todavía no estaba lista... Pero tenía miedo. Mucho miedo de que nunca esté lista. Así que solo lo hice... Y en el momento que me metí, honestamente, me sentí un virgen de vuelta. No sabía cómo moverme, cómo respirar, qué hacer. No sabía nada excepto que se sentía demasiado bien ser su primer hombre y que la amaba con toda mi alma.

"Hacerle el amor y hacerlo despacio", lo únicos consejos que me dieron Clara, mi hermano e internet... Eso era todo... pero ¿cómo cara*jos se hace el amor? En ese momento no lo sabía, porque nunca lo había hecho y porque como ya aclaré, estar dentro de Laila me dejaba en blanco... Hasta que vi sus ojos apretados... las lagrimas que se le escapaban... el dolor y el malestar en su rostro... por supuesto que no podía seguir, pero no quería que crea que hizo algo mal, así que solo esperé unos minutos y solo fingí que todo terminó. Al menos cuando la limpié vi un poco de sangre y respiré aliviado, de que ya está y que la próxima vez iba a ser mejor... Al menos si lo fue...

... También fui yo, el que la obligó a casarse cuando ella no quería... pero no podía dejar de pensar que como a ella podían haberla matada el día que la robaron, a mi me podría pasar lo mismo... Necesitaba ese papel, que diga que es mi esposa... que diga que si algo me pasa ella va a quedarse con todo, que va a tener suficiente para comenzar de nuevo... y no, a ella no le importaba, pero a mi si. Necesitaba ese estúpi*do papel, que diga que es mía, para siempre y que yo soy de ella, al igual que todas mis cosas.

Escuché la puerta y me corrí. Era Romer. Me vio y cerró la puerta en cuanto salió.

—Dejá de ser tan marica y comportate como debés. Yo no soy tu papá que tengo que ir atrás arreglando tus desastres. ¿Escuchaste lo que dijo? —Dijo firme, pero en un tono bajo, seguro que para que Laila no escuche.

—... Si.

—Si querés hijos vas a tener que pedir el divorcio, porque Laila no te los va a dar... Aceptalo como su límite o dejala ir. Está muy afectada porque querías cambiarla por un hijo. Y yo sé que decís que no es Little, pero es muy normal en los Little que no quieran hijos. Ella se considera tu bebé, que quieras otro además de ella, la lastima... Llamá a su psicólogo y decile que necesitamos un turno para hoy.

—... Ahora lo llamo.

—Y una cosa más, si no tenés intenciones de aceptarla otra vez, me tenés que decir ahora, así me la llevo. —Me dijo mientras me miraba fijo a los ojos.

Los fantasmas del pasado (Mi Decisión III) +21✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora